Muere Juan Muñoz Martín, creador de 'Fray Perico' y 'El pirata Garrapata', a los 93 años

Juan Muñoz Martín (Madrid, 1929), que ha fallecido hoy a los 93 años, estará para siempre en la memoria de muchos lectores. Puede que no conozcan su nombre, pero fue el autor de Fray Perico y su borrico y El pirata Garrapata, dos personajes infantiles que han quedado para la historia. La serie del primero, que apareció por primera vez en 1979 y ganó el premio Barco de Vapor, fue de nueve libros y la del segundo, publicado originalmente en 1982 en la misma editorial, de 16. Según datos de la editorial, Fray Perico ha vendido más de un millón de libros y El pirata Garrapata, medio millón.

La muerte fue anunciada a través de la cuenta de Twitter del escritor.

El escritor madrileño fue leído por toda una generación (y posteriores), pero nunca fue un autor que disfrutara con las luces de neón del éxito. Durante 40 años, fue profesor en el instituto Jacinto Mercedes de Madrid. Y vivió en un piso pequeño en el barrio de Estrecho. En una entrevista, relataba así su forma de vida pese a las enormes ventas de sus libros: "Con Fray Perico no me hice rico. Aquellos eran otros tiempos". Y añadía: “A mí no me gusta mucho moverme ni ir a presentaciones. Mi vicio es quedarme en casa y escribir”.

"Con 'Fray Perico' no me hice rico. Aquellos eran otros tiempos"

Lo que sí que le gustaba era leer. Siempre le había gustado, desde que era niño. "Mi familia tenía una casa-escuela en la calle Amaniel [centro de Madrid]. Mi madre era maestra y yo me colaba en la biblioteca y leía mucho", recordaba. Este hecho, aparte de marcar su literatura, también le ayudó a sobrellevar el conflicto civil en la capital, un suceso que contó en su libro más adulto, Recuerdos de guerra (Gran Angular).

En los 80 concentró su masa de jóvenes lectores, pero tampoco le fue fácil entrar en el circuito editorial. Como contaba hace tiempo, Fray Perico lo había escrito en 1966, tomando como referencia un libro de San Francisco de Asís, y elaborado casi a medias con las aportaciones de sus alumnos, a los que les iba leyendo los capítulos. “Durante 15 años, el libro fue rechazado por las editoriales, porque veían irrespetuoso que una historia de frailes se tratara con humor”, manifestó. Finalmente, SM, aunque es una editorial de raigambre católica, lo aceptó, lo premió y dio en el clavo.

Así recordaba aquella época Juan Muñoz Martín, un escritor al que muchos lectores le debemos el amor por la lectura. Fuimos muchos los que caímos en esa serie Naranja de Barco de Vapor con las aventuras del frailecillo y con ese pirata que surcaba los mares y al que le ocurrían un millón de cosas (divertidas). Y todavía no hemos salido de ese mundo. No hay muchos que puedan decir lo mismo ni dejar un poso semejante.