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El covid mató al rey León: drama en los musicales, la otra víctima del fin del turismo
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El covid mató al rey León: drama en los musicales, la otra víctima del fin del turismo

Los musicales no han vuelto a la cartelera desde marzo. En Madrid facturan más de 110 millones de euros al año. Las empresas piden que vuelva el turismo ya para reflotarlos

Foto: Los musicales no han vuelto desde marzo. (EFE)
Los musicales no han vuelto desde marzo. (EFE)

Dice el periodista cultural Michael Riedel que “Broadway siempre ha salvado a Nueva York en sus peores momentos”. Más de 30 años de información teatral en 'The New York Post' le acreditan y lo cuenta ahora en el libro ‘Singular Sensation: The Triumph of Broadway’ (publicado en inglés por Simon & Schuster). La magia del musical reactivó la economía de la ciudad tras la II Guerra Mundial, trajo vida y dinero a Times Square tras la época de la delincuencia, el crack y el sida de los 70 y 80 y revitalizó a todos los ciudadanos tras el 11S. “¿Fue Wall Street? ¿El mercado inmobiliario? No, el teatro y las artes fueron los verdaderos impulsores de la revitalización de la ciudad. La gente iba al teatro y después a los bares y restaurantes de la zona”, explicaba en una charla TED que preludia al libro y en la que contaba cómo el musical 'A Chorus Line', la historia de los bailarines de un musical —se escribió así porque no había presupuesto para contratar a grandes estrellas entonces—, volvió a traer una lluvia de millones a la gran ciudad después de su estreno en 1974. “Y eso permitió reformar los teatros y contratar a creadores como Andrew Lloyd Weber, Cameron Mackintosh y Stephen Sondheim, que crearon la mayoría de musicales que triunfaron en Broadway a partir de los 80”. Así nació el éxito de, por ejemplo, 'El fantasma de la ópera', musical que lleva más de 30 años en la cartelera neoyorkina.

En Broadway llevan nueve meses cerrados: “Esto es peor que el 11S”. “No se puede pagar a la gente para siempre cuando no se recibe dinero”

Hace nueve meses que ‘El fantasma de la ópera’ no deambula por los escenarios de Broadway, ni el famoso rey león, ni el niño bailarín ‘Billy Elliot’, ni los gángsteres de ‘Chicago’ ni está abierto el 'Moulin Rouge'. Y, según la información de los teatros, estos al menos permanecerán cerrados hasta el 31 de mayo de 2021. La ciudad tampoco recibe a los 65 millones de turistas que habitualmente compran entradas para estos espectáculos en Nueva York, según datos del propio Riedel. Y, por supuesto, las alarmas existen: “Esto es peor que el 11S”. “No se puede pagar a la gente para siempre cuando no se recibe dinero”, decían hace ya meses algunos productores a este reportero, que, aunque se muestra optimista, también reconoce que la cuesta es más difícil que después de los peores atentados que sufrió Nueva York en toda su historia.

Meteorito en Madrid

En Madrid, otra ciudad que engalana sus noches con musicales, muchos de ellos importados de Broadway, la situación no es diferente. Estas superproducciones, como 'El rey León', que lleva ya nueve años en el Lope de Vega y que es uno de los grandes reclamos con más de cuatro millones de espectadores, se pararon el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Pero, mientras que el teatro de mediano y pequeño formato sí ha vuelto, ellos todavía no. Varios motivos lo justifican, según se acredita desde estos teatros: son obras cuya recaudación en más del 50% procede del turismo, una movilidad que ahora no existe; y dos, con equipos de trabajo que superan las 100 personas, la seguridad ante el virus no es tan fácil.

Son obras cuya recaudación en más del 50% procede del turismo y con más de 100 personas, la seguridad ante el virus no es tan fácil

Más allá de las canciones, estamos hablando de un negocio importante: la facturación de los musicales madrileños en 2018 fue de 110 millones de euros —más que lo que factura el cine español— y hay miles de puestos de trabajo comprometidos entre actores, técnicos y equipos de producción. Por eso no desentonan las palabras del productor José María Cámara, al frente de Som Produce, la productora que está detrás de musicales como 'Billy Elliot': “Nos cayó un meteorito. La primera reacción fue de estupor. Era una cosa que no había pasado jamás. Ahora, con perspectiva, si analizamos la curva del negocio de la Broadway League, desde que comenzaron a hacer estadística, la curva de negocio solo se interrumpe en dos momentos: en la Guerra del Golfo y con las Torres Gemelas. Y, de repente, el covid. Era una situación sin precedentes, pero sobre todo sin horizonte de salida”.

placeholder 'Billy Elliot'.
'Billy Elliot'.

Poner en pie un musical no es nada sencillo. Ni barato. Su coste estriba entre los dos y los cinco millones de euros. “Y luego otro millón de euros al mes para mantenerlo en cartel: alquiler del teatro, las nóminas, etc. Los musicales son los grandes transatlánticos del teatro”, cuenta Cámara, veterano del oficio y que fue presidente de las discográficas Sony Music, BMG, Ariola y RCA. De hecho, ha contado en alguna ocasión que se quedó prendado del género tras ver ‘Jesucristo Superstar’, que montó Camilo Sesto él solo. Som Produce es una de las compañías importantes en el panorama español, que trabaja con teatros como el Nuevo Alcalá, el Rialto, el Calderón y el Nuevo Apolo, que sigue en reformas y que se espera abrir para el próximo verano. La otra gran empresa en Madrid es Stage Entertainment, la dueña y señora del león africano y que hasta marzo también tenía en cartel ‘Anastasia’. Este musical se ha cancelado definitivamente. “De El Rey León no se van a programar ni a anunciar nuevas funciones hasta que no exista una fecha segura de vuelta”, se recoge en su web. Es la única información que dan al respecto. No se quieren poner números a las pérdidas, pero este año se han facturado en total en Madrid 100 millones de euros menos.

¿Y hasta cuándo se podrá aguantar así? Cámara lo tiene bastante claro: “Necesitamos urgentemente ya los musicales”. ¿Qué hace falta? “El horizonte de salida tiene que venir del control de la enfermedad mediante las vacunas. Sin eso no se va a superar la movilidad en el planeta. Tiene que haber turismo”, zanja. Parece un recado.

Trabajadores: “Sin paro solo me queda el subsidio”

Si el coronavirus cayó como una bomba entre los directivos, no lo hizo menos entre los trabajadores de los musicales. Así lo recuerda la actriz Aránzazu Zárate, que llevaba casi tres años en el elenco de ‘Billy Eliot’. “Al principio nos reunieron y nos dijeron que era para 15 días y que volveríamos, que tuviéramos cuidado, que estuviéramos en casa para que no hubiera ningún problema y ya. Pero a los 15 días, cuando ya la empresa sabía que no iba a poder ser, nos dijeron que la temporada se acababa”, cuenta a este periódico. Lo mismo ocurrió en Broadway. Las crónicas de marzo relatan que los teatros volverían en dos semanas. Incluso desde algunas producciones como 'El fantasma de la ópera' se señalaba que el coronavirus no les afectaba. A fin de cuentas hasta entonces había recaudado la friolera de siete mil millones de dólares. Semanas después las cosas empezarían a ser algo distintas.

"En Madrid todos los planes se suspendieron. Los actores se fueron en un primer momento al ERTE. Después, al paro"

Obviamente, también en Madrid todos los planes se suspendieron. Los actores se fueron en un primer momento al ERTE. Después, al paro. Ahí empezó la suerte de cada cual. “Yo empecé a cobrar un paro que tenía, que se me acaba ahora en diciembre, pero puedo pedir otro por trabajos anteriores. Desde luego, si ahora no tuviera ese paro o me quedaba en la calle o me tenía que acoger al subsidio”, admite Zárate.

La situación nueve meses después continúa difícil para muchos trabajadores de musicales. Para empezar porque este tipo de obras no existen y lo que se ha propulsado es el formato medio con pocos actores y poca producción para poder abarcar un aforo menor (a menos ingresos, menos empleos). “Hay menos trabajo para todos los que somos. Y tampoco hay 'castings'. Se montan 'castings' de gente que se conoce un poco y, como te van conociendo, te llaman para trabajar, pero ahora no hay 'casting' multitudinarios”, manifiesta esta actriz que sostiene que hasta septiembre no cree que vuelvan las grandes producciones. “Es que son obras difíciles de mover y, aunque el teatro es muy seguro, también hay gente que tiene miedo”, sostiene.

placeholder Presentación de 'Ghost' a finales de 2019. (EFE)
Presentación de 'Ghost' a finales de 2019. (EFE)

Sin grandes espectáculos, el problema con los de mediano formato es que los ingresos que se consiguen son escasos. No tienen nada que ver con trabajar en el elenco de un musical donde tienes una nómina mensual, según el rango de personaje que interpretes. Esa era la situación que tenía Aránzazu Zárate. “Trabajábamos de martes a domingo. Es un desgaste físico y emocional, pero prefiero mil veces estar así a todos estos meses que levo sin trabajar”, mantiene.

Las obras medianas o pequeñas, por el contrario, suelen ir a taquilla. Esto significa que la compañía se lleva un porcentaje de la venta de las entradas. Y este porcentaje después se divide entre producción, dirección, actores y técnicos. “Y puedes ganar unos 15 euros al día. Imagina un bolo al que ha ido poca gente y hay unos cinco actores. La sala también se lleva un porcentaje…”, explica la actriz que conviene que son mejores los bolos en los que las compañías van a caché, es decir, programarlas cuesta un determinado dinero. “De ahí sí te puedes llevar unos 150 euros por el bolo. Eso está decentemente pagado”.

“Volverán las antiguas y habrá nuevas producciones, seguro. Y el regreso de los musicales marcará el fin de esta etapa infausta”

Mientras tanto, no obstante, queda agarrarse a lo poco que va surgiendo. Y desear con fuerza que vuelvan los trabajos de la pasada temporada: “Ojalá que cuando esto pase esto vaya para arriba. También creo que ahora se están haciendo musicales con mejor calidad. 'Billy Elliot' no es un musical al uso de solo música y bailarines, sino de actores”, afirma Zárate. El productor José María Cámara también estima, como el periodista Michael Riedel, que, tarde o temprano, habrá un refulgir del musical en Madrid: “Volverán las antiguas y habrá nuevas producciones, seguro. Y el regreso de los musicales marcará el fin de esta etapa infausta”. La magia, cuando el turismo llegue.

Dice el periodista cultural Michael Riedel que “Broadway siempre ha salvado a Nueva York en sus peores momentos”. Más de 30 años de información teatral en 'The New York Post' le acreditan y lo cuenta ahora en el libro ‘Singular Sensation: The Triumph of Broadway’ (publicado en inglés por Simon & Schuster). La magia del musical reactivó la economía de la ciudad tras la II Guerra Mundial, trajo vida y dinero a Times Square tras la época de la delincuencia, el crack y el sida de los 70 y 80 y revitalizó a todos los ciudadanos tras el 11S. “¿Fue Wall Street? ¿El mercado inmobiliario? No, el teatro y las artes fueron los verdaderos impulsores de la revitalización de la ciudad. La gente iba al teatro y después a los bares y restaurantes de la zona”, explicaba en una charla TED que preludia al libro y en la que contaba cómo el musical 'A Chorus Line', la historia de los bailarines de un musical —se escribió así porque no había presupuesto para contratar a grandes estrellas entonces—, volvió a traer una lluvia de millones a la gran ciudad después de su estreno en 1974. “Y eso permitió reformar los teatros y contratar a creadores como Andrew Lloyd Weber, Cameron Mackintosh y Stephen Sondheim, que crearon la mayoría de musicales que triunfaron en Broadway a partir de los 80”. Así nació el éxito de, por ejemplo, 'El fantasma de la ópera', musical que lleva más de 30 años en la cartelera neoyorkina.

Camilo Sesto