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Guillermo Arriaga: "México ha esperado demasiado en la crisis del coronavirus"
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Guillermo Arriaga: "México ha esperado demasiado en la crisis del coronavirus"

El escritor y guionista mexicano ha ganado el Premio Alfaguara de Novela con 'Salvar el fuego', una historia sobre las desigualdades sociales en su país y el amor como subversión

Foto: El escritor y guionista, Guillermo Arriaga, en 2019 (EFE)
El escritor y guionista, Guillermo Arriaga, en 2019 (EFE)

Estaba previsto que Guillermo Arriaga (Ciudad de México, 1958) acudiera a Madrid esta semana a presentar su novela, la flamante ganadora del Premio Alfaguara 2020, ‘Salvar el fuego’. Por razones que todos conocemos, no pudo ser, por lo que esta entrevista se tuvo que llevar a cabo por Skype. Pero Arriaga, autor de otras novelas como ‘El Salvaje’ y guionista de películas como ‘Amores perros’, ‘21 gramos’ y ‘Babel’, dispuso de todo su tiempo para charlar de la novela, una potente historia de amor y desigualdades sociales, del impulso de escribir, de México y de otras pandemias, no todas víricas.

PREGUNTA: Ha obtenido el premio Alfaguara, pero ya fue finalista de este premio con ‘El salvaje’ en 2016, ¿no es cierto?

RESPUESTA: Sí, es duro ganarlo y es un premio bastante limpio. Me consta porque no hubo manera de que el jurado supiera que era yo. Me dijeron “¡Yo no sabía que eras tú!”. Me da gusto porque me lo gané a la buena.

P: En la historia aparece el narco, pero esta no es una novela sobre el narco; esta es una novela sobre las desigualdades entre clases sociales.

R: Sí, del narco hay solamente una parte muy mínima, simplemente un personaje que conoce a otro en la cárcel y por eso da ahí… pero no es una novela sobre el narcotráfico. Yo creo que es de todo menos de narcotráfico. Es una novela de amor y como tú dices, de clases sociales. Es una novela sobre los muchos países que habitan un país. Tú puedes vivir aquí en México como si vivieras en Madrid. No pasa nada, como en Madrid te pueden asaltar de repente, pero no pasa nada. O puedes estar viviendo en los extremos más radicales.

P: De hecho la novela comienza con la frase: "Este país se divide en dos: los que tienen miedo y los que tienen rabia" . ¿Así de evidente es la desiguald?

R: Sí, la desigualdad es así de evidente. El Tercer Mundo en general tiene desigualdades muy marcadas. Lo tiene África, Asia… EEUU

P: ¿La nota peor que hace años?

R: Yo creo que se profundizó la brecha de las clases sociales a partir de que el mundo adquirió un modelo neoliberal. La corrupción de la riqueza provocó la pauperización de grandes sectores de la población. Uno lo puede ver en EEUU. Se empezaron a perder esto que decimos en México estanquillos o tiendas de abarrotes porque llegó Walt Mart, que todo lo borra y muchos pequeños empresarios pasaron a convertirse en empleados de las corporaciones. Eso sucede en México, en España… Ustedes son primer mundo por lo que se ahondaron las diferencias sociales.

Se profundizó la brecha de las clases sociales a partir de que el mundo adquirió un modelo neoliberal que provocó la pauperización de grandes sectores de la población


P: En la novela le pega a la clase privilegiada, blanca, a la élite, que es a la que de alguna manera pertenece. La gente de la cultura, el cine…

R: No, no, También los presos acceden a la cultura. No necesariamente les estoy pegando a los que se dedican a la cultura. Es un rango muy amplio. La cultura no solo está hecha por elites. Pero sí que hay grupos, que se llaman los ‘happy few’, que pertenecen a elites económicas y culturales y de esos me río un poquito… Es que también me ha tocado gente que viene, que nunca ha trabajado en su vida, y que se consideran muy subversivos y que atacan a la burguesía cuando yo no he conocido a personas más burguesas que ellos.

placeholder El escritor, durante la presentación de su novela anterior (EFE)
El escritor, durante la presentación de su novela anterior (EFE)

P: Es muy extremo hasta en el lenguaje. Los capítulos de Marina, profesora de danza contemporánea, y los de José Cauthemoc, el homicida, no tienen nada que ver en las expresiones.

R: Yo traté de expresar los diversos lenguajes. Primero, cada personaje pide su propio lenguaje. Marina tiene un lenguaje cotidiano, es una mujer a la que le gusta hablar bien, pertenece a una clase social alta; el hermano, Francisco, es muy pomposo y utiliza palabras desconocidas; y con la tercera persona yo traté de retratar la forma en la que se habla en la frontera y luego conforme avanza la novela, cómo se habla en la Ciudad de México, el slang. Son lenguas que sí domino porque voy mucho a la frontera. Unas ocho veces al año. Es un lenguaje que conozco desde chiquito y me gusta mucho.

P: Aquí a veces nos llegan las series de EEUU que usan ese lenguaje. Como 'Breaking Bad'. Es extraño porque en esa serie yo lo entiendo todo, pero en su novela al principio me costaba bastante.

R: 'Breaking bad' es una obra maestra, pero hablan de forma un poco caricaturesca. Parece que hablan perfecto español. Lo que yo pongo en mi novela es cómo se habla en la frontera, de verdad. Por ejemplo, dicen “walk to the block, ahí te bajas de la troca, you park, vas al mall, in the mall you go to the left, ahí a la derecha vas a encontrar, you know, the restaurant”. Así hablan.

walk to the block, ahí te bajas de la troca, you park, vas al mall, in the mall you go to the left, ahí a la derecha vas a encontrar, you know, the restaurant”. Así hablan en la frontera


P: Es uno de los rasgos de los diversos Méxicos, como decía antes.

R: Sí, de hecho la gente en el centro no entiende bien lo que dicen los norteños. Hay una expresión que dice “de oquis”. Era yo niño y me decía alguien, “esto lo vamos a hacer de oquis”. Y es “porque sí”. Hay muchos lenguajes en México, es un país tan vasto… Tan grande. Y tenemos la influencia de las lenguas indígenas que también comunican la forma en que se expresan. Por ejemplo, en Sonora se dice “está bichi”, que es “estar desnudo”.

P: También quería preguntarle por el amor. En El salvaje el amor tenía un punto entrañable, aquí es más destructivo...

R: A mí siempre me ha interesado el amor como una fuerza subversiva. El amor siempre ha sido controlado: heterosexual, monogámico, siempre regido por normas. Ahora ya el amor gay está aceptado, pero también era subversivo. Aquí quise hacer un amor subversivo, un amor que aún sigue rebasando las normas…

P: Pero no parece, a priori, un amor que salve…

R: Bueno… hay una gran esperanza en la novela. Hay un proverbio italiano que dice: “ya que nuestra casa está en llamas juntémonos con el fuego”.

P: Entre toda la violencia, todo lo descarnado, en sus novelas y también en sus películas, siempre hay ternura…

R: Mira, yo no escribo muy a sabiendas de qué estoy haciendo realmente. Yo me siento a escribir con una vaga noción de lo que quiero y la historia se va desarrollando por sí misma. Casi, casi que voy entrando en estado de trance. Como escritor es casi como si fuera lector y me digo ¡ah, le pasó esto a este personaje! Me sorprendo de lo que les pasa a los personajes. La ternura no es algo que yo meta a propósito. Es algo que se filtra. Ahora, cosas que me pasan en la vida diaria las meto en la novela. Por ejemplo, mi perro tuvo dermatitis, ya verás que a un personaje le da dermatitis. Pero no lo hago con clara voluntad.

Siempre me ha interesado el amor como una fuerza subversiva porque siempre ha sido controlado: heterosexual, monogámico, siempre regido por normas


P: ¿Y de dónde sale el chispazo para escribir?

R: Son historias que se van guardando de mucho tiempo atrás. Y de pronto empiezan a madurar y a empujar por ser contadas. Es muy curioso, pero ¿por qué tienes esa necesidad de contar historias? No sabes siquiera si te van a publicar… Yo me siento aquí doce horas al día. Prácticamente escribo todos los días. Antes hacía mucho ejercicio, pero ya me hice sedentario. No sé de dónde viene la pulsión por escribir, pero la tengo. Tengo una necesidad adictiva por contar historias.

placeholder Imagen de 'Amores perros'
Imagen de 'Amores perros'

P: ¿Y tiene claro cuando va a ser un guion o una novela?

R: No, no siempre lo tienes claro. De 'El Salvaje' no sabía si iba a ser para cine o novela. Terminó siendo novela.

P: ¿La convertiría en cine?

R: Yo no. Si alguien está interesado… Aunque cuatro millones de dólares a uno lo convencen de todo. Y con 'Salvar el fuego' fue igual. Tú no sabes hasta que la historia te dice “soy novela, arráncate”, pero ese proceso se lleva muchos años. Cuando te sientas frente a la computadora dices “qué va a ser”. Hasta ese momento lo decides.

P: En el cine suele hacer una radiografía de su país que no suele ser buena.

R: Yo creo que México tiene cosas extraordinarias, buenas. Alguien en España dijo que México era un país fallido. No, no confundas un Gobierno fallido, y estoy hablando del Gobierno anterior, no del actual, con un país fallido. Hay que fijarse en los ciudadanos que trabajamos, los que hacemos lo posible por que este sea un gran país. Te voy a hablar de un amigo mío, Lucio Strau, un campesino analfabeto que es mi compadre del alma. Son gente que trabajan por ser mejores todos los días. Son honestos, amorosos… Yo no diría que tengo una visión pesimista de México, pero cuando amas a una persona tienes que reconocer también sus defectos. Una carta de amor tiene que tener también los defectos de un país.

placeholder El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador


P: Hablaba antes de Gobierno fallido con Peña Nieto, pero López Obrador también está teniendo mucha decepción entre sus votantes…

R: Mira, yo creo que a este Gobierno le falta más diálogo. A mí me está cansando un poco que toda la visión de este Gobierno tenga que ver con grupos de poder y políticos. Si las mujeres protestan es porque hay grupos de poder de la derecha… si alguien dice tal cosa es que perteneces a la derecha… Yo nunca he pertenecido a la derecha. Pareciera que para ser de izquierdas hay que decir “qué gran presidente es”. Ese es el gran error del presidente. Si yo fuera presidente amaría tener críticos, no gente que me esté soltando loas…

Me está cansando un poco que toda la visión de este Gobierno tenga que ver con grupos de poder y políticos. Si las mujeres protestan es porque hay grupos de poder de la derecha...


P: Es que a los políticos, en general, les gustan las loas… Por ejemplo, le voy a preguntar por una cosa muy concreta que está ocurriendo a nivel mundial: la crisis del coronavirus. ¿México se está preparando por si ocurre algo como lo que ya pasa en España donde estamos confinados?

R: No creo. México resolvió el problema del H1N1. Si China hubiera actuado como actuó México con el H1N1, con prontitud, seriedad y rigor… no se hubiera hecho la pandemia. Pero China, por estar reprimiendo a quienes… Ojalá México recupere esa tradición de contención que tuvimos hace ya doce años. Yo sinceramente creo que aquí se ha esperado demasiado. Ahora, ustedes son un país del primer mundo con una economía mucho más sólida que la nuestra. Aquí parar la economía puede significar una catástrofe. Hace poco Jorge Volpi escribió un artículo diciendo “va a haber más muertos por la crisis económica que por la pandemia”.

P: ¿Cuál es la pandemia que más asola a México?

R: La corrupcion y la impunidad. Y la más grave de todas la desigualdad social. No es posible que grupos del país sigan marginados de la manera en que son marginados. No es posible, no es correcto, no es ético. Entre ellos los indígenas, que parece que tienen que seguir tragándose la derrota de hace 500 años.

Estaba previsto que Guillermo Arriaga (Ciudad de México, 1958) acudiera a Madrid esta semana a presentar su novela, la flamante ganadora del Premio Alfaguara 2020, ‘Salvar el fuego’. Por razones que todos conocemos, no pudo ser, por lo que esta entrevista se tuvo que llevar a cabo por Skype. Pero Arriaga, autor de otras novelas como ‘El Salvaje’ y guionista de películas como ‘Amores perros’, ‘21 gramos’ y ‘Babel’, dispuso de todo su tiempo para charlar de la novela, una potente historia de amor y desigualdades sociales, del impulso de escribir, de México y de otras pandemias, no todas víricas.

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