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Viñetas, cartas y obras inacabadas: los manuscritos ocultos que Kafka quiso quemar
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TRAS UNA LARGA BATALLA JUDICIAL

Viñetas, cartas y obras inacabadas: los manuscritos ocultos que Kafka quiso quemar

La Biblioteca Nacional de Israel los ha adquirido tras una larga batalla legal, de doce años de duración, y han sido mostrados al público este miércoles en Jerusalén

Foto: Fotografía de Franz Kafka (Biblioteca Nacional de Israel / Wikimedia Commons)
Fotografía de Franz Kafka (Biblioteca Nacional de Israel / Wikimedia Commons)

El autor de 'La metamorfosis', poco dado a la autoestima, quería que cientos de manuscritos, notas y garabatos que esbozó a lo largo de su vida fueran destruidos tras su muerte. Pero no fue así. Casi un siglo después del fallecimiento por tuberculosis de Franz Kafka, ocurrido en un sanatorio austríaco en 1924, decenas de documentos personales del escritor han visto la luz este miércoles en la ciudad de Jerusalén.

Foto: Kafka Opinión

La Biblioteca Nacional de Israel (NLI) los ha adquirido tras una larga batalla legal, de doce años de duración, y han sido mostrados al público este miércoles por parte de su director, Oren Weinberg. Entre ellos: garabatos, obras inacabadas, viñetas humorísticas, diarios de viaje, apuntes escritos a mano o cartas que Kafka se intercambiaba con Max Brod, su agente y amigo de confianza a quien le encargó la quema de los papeles.

placeholder El conservador de la Colección de Humanidades de la Biblioteca Nacional de Israel, Stefan Litt, muestra los documentos. (EFE)
El conservador de la Colección de Humanidades de la Biblioteca Nacional de Israel, Stefan Litt, muestra los documentos. (EFE)

Este, sin embargo, no los destruyó. Viajó a lo que en 1939 era el Mandato Británico de Palestina huyendo del nazismo, y editó bastantes de ellos —lo que ayudó a aumentar la popularidad del escritor; póstumamente, eso sí—, por lo que alrededor del 99% de los archivos que se han expuesto ya han sido publicados, como señaló a la agencia Efe Stefan Litt, encargado del hallazgo.

La principal revelación de los manuscritos, más allá del valor documental de las piezas, ha sido descubrir queel narrador praguense —de origen judío, quien redactaba sus obras en alemán— era capaz de escribir también textos breves en hebreo, idioma que los expertos sabían que había estudiado pero hasta ahora no existía constancia de su desenvoltura por escrito. Una faceta, destaca Litt a Efe, poco analizada y que ahora debería ser "más valorada".

placeholder Stefan Litt enseña varias cartas. (Reuters)
Stefan Litt enseña varias cartas. (Reuters)

Otro de los documentos más revelantes son las tres versiones de 'Preparativos de una boda en el campo', una obra inacabada que fue publicada tras su muerte en forma de fragmento breve en 1954. En el relato, abandonado en 1909 tras tres borradores, Kafka narra con exquisito detalle la historia de Raban, un joven infeliz que acude al campo a visitar a su novia.

Tras un largo litigio

Hasta ahora, los archivos estaban custodiados en una caja de máxima seguridad en un banco en Suiza. Tras su huída a Palestina, donde permaneció hasta 1956, Max Brod envió en los años 60 parte de los documentos al país alpino, para mantenerlos a salvo, mientras que otros quedaron en Tel Aviv. Algunos textos fueron enviados a los sobrinos del escritor, que los cedieron después a la Universidad de Oxford para su exhibición, donde se exponen la mayor parte de originales del autor.

placeholder Lill muestra los documentos a la prensa. (EFE)
Lill muestra los documentos a la prensa. (EFE)

Cuando el agente y dramaturgo falleció en 1968, los legó a su secretaria, a la que encomendó que los recopilase y cediese a alguna institución. Y, por segunda vez, el mandato fue incumplido. Esther Hoffe se quedó con ellos y luego pasaron, como herencia, a manos de sus hijas Ruth y Hava, que ganaron casi dos millones de dólares (unos 1.780.000 euros) con la subasta en Sotheby's de un original de 316 páginas de 'El proceso', una de las obras más célebres de Kafka después de la historia que protagoniza Gregorio Samsa.

Foto: Robert Walser bajo la nevisca

En el 2016, el Tribunal Supremo israelí denegó la validez de esta sucesión y dictaminó que todos los textos debían estar en los archivos de la Biblioteca Nacional, una orden que se ha ejecutado esta misma semana. Un tribunal suizo ratificó la decisión y ordenó el traslado a Jerusalén del material que custodiaba el banco UBS, situado en Zúrich.

placeholder Stefan Litt enseña los documentos. (EFE)
Stefan Litt enseña los documentos. (EFE)

A finales de este año, el NLI —que también posee cientos de archivos de destacadas personalidades judías— finalizará la digitalización de los documentos, que podrán ser consultados por el público de forma gratuita a partir de entonces a través de su página web. "Esto permitirá a los académicos actuales y futuros en todo el mundo acceder libremente a ellos", aseguró David Bumberg, otro de los responsables de la institución.

Como explica el diario suizo 'Neüe Zurcher Zeitung', el pasado mayo, Alemania también entregó a la Biblioteca más de 5.000 páginas pertenecientes a Brod, que habían sido robadas y confiscados en 2013. Entre ellos, se incluye una postal que Franz Kafka escribió a su amigo personal, que, junto a los nuevos documentos presentados esta semana, ayudarán a agrandar el legado cultural, salvado de las llamas, del escritor fallecido prematuramente a los 41 años.

El autor de 'La metamorfosis', poco dado a la autoestima, quería que cientos de manuscritos, notas y garabatos que esbozó a lo largo de su vida fueran destruidos tras su muerte. Pero no fue así. Casi un siglo después del fallecimiento por tuberculosis de Franz Kafka, ocurrido en un sanatorio austríaco en 1924, decenas de documentos personales del escritor han visto la luz este miércoles en la ciudad de Jerusalén.

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