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Casa Guzmán, así se destruye una joya de la arquitectura española
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ATROPELLO CONTRA EL PATRIMONIO

Casa Guzmán, así se destruye una joya de la arquitectura española

Enrique Guzmán encargó la casa al arquitecto Alejandro de la Sota en los años setenta. Su familia ha derribado el edificio para construir otro

Habemus destrucción de una joya del patrimonio arquitectónico español: la Casa Guzmán ha sido demolida y sustituida por… otra cosa. Enrique Guzmán encargó su casa al arquitecto Alejandro de la Sota en los años setenta del pasado siglo. Se construyó en la urbanización Santo Domingo (Algete, Madrid). Consciente del valor artístico de su residencia, Guzmán abrió sus puertas durante años a los estudiantes de arquitectura. No obstante, muerto Guzmán, sus herederos han decidido demoler la casa y construir otra en su lugar. Cualquier parecido entre ambas, es pura coincidencia.

“No quiero entrar a juzgar la nueva casa, lo importante es que han demolido un edificio de Alejandro de la Sota", cuenta a este periódico Teresa Couceiro, directora de la Fundación Alejandro de la Sota

La arquitectura moderna no está protegida en España. Pueden tirar todas las casas que quieran, es legal. Y una tragedia

"La mayor parte de la arquitectura moderna no está protegida en España. Pueden tirar todas las casas que quieran, es legal, pero no deja de ser una tragedia. Aparte del propietario, que ha hecho lo que ha hecho, hay que valorar la responsabilidad de los arquitectos y de las instituciones. Este caso debería dar lugar no solo a lamentos, sino a una reflexión, para que no vuelva a pasar algo parecido. ¿Qué está fallando?”, se pregunta Couceiro, que se enteró hace unos días de la destrucción de la Casa Guzmán.

placeholder Exterior de la antigua Casa Guzmán (Fundación Alejandro de la Sota)
Exterior de la antigua Casa Guzmán (Fundación Alejandro de la Sota)

Alejandro de la Sota Martínez (1913-1996), autor de edificios como la Residencia estudiantil de Miraflores, el Gimnasio del Colegio Maravillas o el Gobierno Civil de Tarragona, fue un arquitecto de referencia del modernismo. De la Sota, cuyas obras combinaban el rigor con la simplicidad, recibió la medalla de oro de las Bellas Artes (1986) y la medalla de oro de la Arquitectura (1988) “Hoy día podemos hacer una casa abierta que se cierre; parece que es una tontería, pero es así, esa es la gran novedad. Estar dentro de tu casa y que en ella penetre el jardín, que no pises una raya al pasar de dentro afuera”, dijo De la Sota sobre la Casa Guzmán.

Nadie se imagina que un heredero pueda destruir un cuadro o una escultura; en la Arquitectura sin embargo es posible

“Es el concepto de lo mío es mío y hago con ello lo que quiero. En Arquitectura, a diferencia de otras Artes esto es lo normal. Nadie se imagina que un heredero pueda destruir un cuadro o una escultura, quemar el manuscrito de un escritor. Nadie lo puede imaginar y tendría enfrente, además del peso de la ley, el escándalo de la sociedad. En la Arquitectura, sin embargo, es posible y ocurre en demasiadas ocasiones”, denuncia la Fundación Alejandro de la Sota en un comunicado colgado en su página de Facebook.

“Una cadena de desinterés, de inconsciencia, de desidia también, ha dejado la suerte de esta obra de arquitectura en manos de los que no aman la arquitectura, sin que nadie ni nada la defendiese, que pelease por su conservación. Ha habido un arquitecto que no ha tenido empacho en participar en su destrucción para construir su propio proyecto en ese 'nuevo solar', cuya calidad no juzgamos porque las fotos lo hacen por sí mismas. Y ha habido un propietario -el heredero- que cuando esta Fundación se ofreció a la muerte de su padre, a ayudarle a encontrar un propietario para esa casa que pusiera en valor y se sintiese privilegiado por poseer esa obra, que la restaurase y la conservase, ha preferido demolerla para hacerse su propia tontería... Falta cultura, falta criterio, falta compromiso, falta valentía y, consecuentemente, nos falta hoy, una vez más, otra obra ejemplar de la arquitectura española​”, zanja la Fundación.

Habemus destrucción de una joya del patrimonio arquitectónico español: la Casa Guzmán ha sido demolida y sustituida por… otra cosa. Enrique Guzmán encargó su casa al arquitecto Alejandro de la Sota en los años setenta del pasado siglo. Se construyó en la urbanización Santo Domingo (Algete, Madrid). Consciente del valor artístico de su residencia, Guzmán abrió sus puertas durante años a los estudiantes de arquitectura. No obstante, muerto Guzmán, sus herederos han decidido demoler la casa y construir otra en su lugar. Cualquier parecido entre ambas, es pura coincidencia.

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