Carmen Amoraga gana el Premio Nadal

Carmen Amoraga (Picaña, Valencia, 1969) ha recibido el Premio Nadal con la novela La vida era eso, una obra que tiene como protagonista a una mujer que enviuda y se refugia en un mundo virtual. La novela había sido presentada al premio bajo el seudónimo de Gino Paoli y el título ficticio de "Senza fine", y la ganadora ha recibido el galardón de manos de Ana María Matute, vencedora del Nadal en 1959.

Amorga es especialista en las tramas salpimentadas con amores, desamores y la frustrante búsqueda de la felicidad, que unos personajes oprimidos por la melancolía no terminan de rematar. La novelista suele articular historias múltiples sobre una base de intrigas y misterios. Ha confesado que con este premio "cumplo un sueño, y de eso saben mucho las protagonistas de mis novelas".El Nadal tiene una dotación de 18.000 euros. El jurado ha estado formado por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y el editor de Destino Emili Rosales.

Giuliana, la protagonista de la novela ganadora del Nadal, ha perdido a su compañero; y Ana y María han perdido a su padre, por esta razón, la autora valenciana considera que "La vida era eso" es "una novela sobre la pérdida y su superación, sobre el hecho de que contar lo que nos pasa hace que lo podamos superar mejor, a pesar de que la manera de contarlo hoy haya cambiado, pero la esencia de la comunicación sigue siendo la misma".

Giuliana, añade Amoraga, recurre a las nuevas tecnologías, pero esencialmente es "una novela sobre el amor, sobre la pérdida, si bien en un sentido esperanzador, a pesar de que esa pérdida sea una desgracia, porque aprender a perder es también aprender a perder a vivir".Por petición del marido, la protagonista comienza a escribir sus impresiones en el perfil de facebook de él y cuando muere, ella continúa escribiéndolo "de modo que parece que el propio marido, William, parece que narra su propia muerte".A su juicio, las redes sociales han cambiado nuestra manera de comunicarnos con los demás y de comunicarnos nosotros mismos, pues lo hacemos ahora mucho más que antes.

Amoraga fue finalista del galardón en el año 2007, con la novela Algo tan parecido al amor, y también del Premio Planeta en 2010, con El tiempo mientras tanto. Se puede decir que es una autora de la casa Planeta. Con este reconocimiento sucede al también escritor y periodista, Sergio Vila-Sanjuán, premiado la anterior edición por el libro Estaba en el aire.

Desde sus inicios como novelista -en 1997, con Para que nada se pierda, Premio Ateneo Joven de Sevilla- ha definido su trayectoria pegada a las etiquetas del amor, la identidad y el destino. Amoraga recibió el laurel de manos de Ana María Matute, que lo recibió hace 55 años. Es la decimocuarta mujer en recibirlo, después de 70 ediciones.

La autora, que se define como “una contadora de historias”, construyó en su última novela, El rayo dormido (Destino), una investigación de doble trama a partir de la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial. Dos personajes del mismo pueblo valenciano. Junto a estos dos, un tercer protagonista narraba desde el presente: una periodista que escribe un libro para esclarecer el asesinato del sacerdote José Emilio Almenar, en 1938, y las proezas de Antonio Almenar, soldado republicano español enrolado en la legión francesa, en la División Blindada del general Leclerc que liberó París de la ocupación nazi, “la Nueve”.

En la misma velada literaria, que cada año supone la apertura de la temporada literaria, además del Nadal se ha fallado el 46 Premio Josep Pla de prosa en lengua catalana, ambos convocados por Ediciones Destino, y que ha recaído en el escritor, articulista y arqueólogo andorrano Albert Villaró por su novela "Els ambaixadors".