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Puntadas con hilo gráfico en la revolución mexicana
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Puntadas con hilo gráfico en la revolución mexicana

La editorial Sexto Piso está inmersa en un proyecto épico de novela gráfica. Pancho Villa toma Zacatecas con dibujos y grabados de Eko a partir de

Foto: Imagen de portada de 'Pancho Villa toma Zacatecas'. (Sexto Piso)
Imagen de portada de 'Pancho Villa toma Zacatecas'. (Sexto Piso)

La editorial Sexto Piso está inmersa en un proyecto épico de novela gráfica. Pancho Villa toma Zacatecas con dibujos y grabados de Eko a partir de una idea y textos de Paco Ignacio Taibo II es un libro épico en toda la extensión de la palabra: épico por relatar uno de los acontecimientos decisivos de la revolución mexicana, por el ambiente bélico y guerrillero, por el tono reivindicativo, por todo lo que se refiere a un ámbito temático que es inseparable de la propuesta estética de Eko.

El volumen es un ejemplo excelente de cómo en esos lenguajes que llamamos artísticos, en las construcciones resultantes de aplicarlos, proyectarlos o conjugarlos, el fondo y la forma, la ética y la estética, son indisolubles. No hay dos maneras de expresar exactamente lo mismo con distintas palabras. Cada elección es significativa. Con cada rasgo estilístico consciente, los escritores, los artistas plásticos, los cineastas y los músicos activan el dicho de “no dar puntada sin hilo”.

Pancho Villa toma Zacatecas' de la editorial Sexto Piso Las invitaciones a interpretar los textos separando continente y contenido no solo suponen una interferencia para la aprehensión del significado por parte del receptor, sino que, además, en su formalismo, tienden a reducir el arte o la literatura a mero ornamento o cortina de humo que empaña lo real. Sin embargo, Eko y Taibo II utilizan sus recursos estéticos como lente de aumento colocando en primer plano, de manera oportuna, un momento decisivo de la Historia del siglo XX.

La oportunidad es total si consideramos la ola de violencia que asola México, un gran país con una tradición política y cultural vastísimas, que ve ensombrecido su presente por los estragos causados por las mafias del narcotráfico y por un clientelismo económico deudor de los eviternos dueños del mundo.

Portada de '2666', de Roberto Bolaño. (Editorial Anagrama)En este sentido, no está de más volver a recomendar a Bolaño, su 2666 (Anagrama); la novela de frontera de Esther García Llovet titulada Submáquina (Salto de página); así como dos textos lingüística y socialmente valientes de Yuri Herrera: Trabajos del reino y La transmigración de los cuerpos. Ambos en Periférica.

Tampoco está de más visibilizar una plataforma como Nuestra aparente rendición donde la escritora hispano-mexicana Lolita Bosch, en compañía de muchos otros, lleva a cabo una tarea encomiable: la de utilizar reflexión y creación como herramienta de combate contra una violencia endémica, sistémica, que en el caso de México presenta síntomas mucho más agudos que en otras zonas del globo. Desigualdad y dolor son aradores de la sarna, arácnidos subcutáneos, que más pronto o más tarde terminan por aflorar.

Películas como La zona (Rodrigo Plá) recrean una sociedad fuertemente polarizada, segregacionista, donde la injusticia y la desigualdad económica son el embrión a partir del cual germina toda violencia. Otras como Aquí y allá (Méndez Esparza) dibujan un país condenado a la emigración: cualquier regreso y cualquier amor, cualquier vinculación con la idea de tierra, patria, familia o identidad cultural resultan espurios cuando la pobreza lo domina todo.

Pancho Villa toma Zacatecas' de la editorial Sexto Piso Al margen de veleidades esquizofrénicas, Taibo II y Eko constituyen un tándem compacto, se repliegan en un solo hombre, cierran filas, se funden, para entregar al lector una pieza maestra del género donde late la megalomanía combativa y combatiente, el carácter narrativo de la imagen, la reivindicación casi graffitera y poco respetuosa con la secuencia cronológica, que se encarnó en grandes muralistas mexicanos como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.

Si alguna vez tienen la oportunidad de visitar México D.F, no dejen de ver uno de los murales más bellos de Diego Rivera, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, un repaso por la Historia de México a través de sus personajes relevantes, entre los que no podía faltar una sonriente Catrina ataviada con un modelito Belle Époque. Y, sobre todo, las espeluznantes “pintoesculturas” de Siqueiros en La Marcha de la Humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos, el mural más grande del mundo; para albergarlo se construyó el edificio del Polyforum Cultural Siqueiros. Visité el edificio cuando estaba cerrado al público, no por “nepotismo ilustrado”, sino porque, como una turista desconsolada, supliqué al bedel para que me abriera el recinto, pese a ser el día de descanso. Al final, aquel buen hombre abrió, iluminó la sala para mi marido y para mí, nos explicó la obra. Fue una de las experiencias más estremecedoras de nuestra vida.

'Submáquina', de Esther García Llovet. (Editorial Salto de Página)En Pancho Villa toma Zacatecas predominan los fondos negros y el trazo grueso que se conjuga con un detallismo a veces sobrehumano, fotográfico, como el de la motocicleta que se contempla en la portada. La muerte, que tiene como reverso revolucionario una temeridad que exalta la vida, se conjuga con un sentido muy especial del humor negro característico de la cultura mexicana. Una imagen poderosísima lo domina todo y son muy pocas las palabras a partir de las que se construye una historia en la que, sin embargo, el ruido pincha los tímpanos del lector a través de su tratamiento en el lenguaje visual de Eko.

Son muy hermosas las páginas donde se recrea el nacimiento del mito de Villa con sus mentiras y con sus verdades: la leyenda de sus cien sombreros o el hecho cierto de que nunca se despertaba donde se había acostado. La certeza horrible de la muerte de su hija o la falsedad de sus treinta bodas: sólo fueron aproximadamente veinte. El propio Paco Ignacio Taibo II aparece como personaje, así como John Reed de quien aún estamos a tiempo de rescatar piezas tan visuales, coloristas y didácticas como su interesantísimo México insurgente (Txalaparta, 2005).

El libro fue llevado al cine en 1970 por Paul Leduc, aunque la cinta no fue estrenada hasta 1973. En cuanto a la vida de Reed ha sido objeto de dos adaptaciones cinematográficas Rojos de Warren Beatty y Campanas rojas protagonizada por Franco Nero. La vida de Reed merecería más libros y adaptaciones cinematográficas. Igual que la de Ambrose Bierce, el escritor estadounidense autor del Diccionario del diablo y de cuentos tan estremecedores y antibelicistas como Un suceso bajo el puente del río Owl: su biografía y desaparición precisamente en el contexto de la revolución mexicana da lugar a la novela de Carlos FuentesGringo viejo (Fondo de cultura económica de España, 2008), llevada al cine por Luis Puenzo en 1989.

Novela gráfica pancho villa toma zacatecas' de la editorial sexto piso Si épico es el volumen que acabo de comentar, no es menos épico el proyecto de Stéphane Heuet que está llevando a cabo una adaptación al cómic de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. Acaba de salir Un amor de Swann (volumen I). Y no tengo palabras para describir la intrepidez de Heuet. Y su capacidad de síntesis. Su elegancia y el profundo conocimiento no solo de la obra de Proust, sino de todo el ambiente de la época: la decoración de los salones, la indumentaria, todos los elementos que constituyen la ambientación y el escenario, eso que llaman dirección de arte –creo-, y que en las películas merece premios Oscar y todo tipo de reconocimientos.

Desde el punto de vista de la concepción estética, la propuesta de Heuet, pese a su increíble arrojo, pese a su casi temeridad, se coloca en las antípodas de la de Taibo II y Eko: las viñetas de línea clara y luminosa están recorridas por las palabras de los personajes y del propio narrador del texto proustiano que aparece como una especie de voz en off en viñetas sin dibujo, letras negras en caligrafía comic sanscursiva sobre un fondo amarillo crema. Todo es delicado y preciso.

Aunque Heuet nos hace sospechar, igual que Proust, que en los salones más iluminados también quedan ángulos oscuros, mezquinos intereses, sexualidades turbias y cortezas que son como capitas de cera que ocultan una supina ignorancia. Inolvidable salón de los Verdurin.

La editorial Sexto Piso está inmersa en un proyecto épico de novela gráfica. Pancho Villa toma Zacatecas con dibujos y grabados de Eko a partir de una idea y textos de Paco Ignacio Taibo II es un libro épico en toda la extensión de la palabra: épico por relatar uno de los acontecimientos decisivos de la revolución mexicana, por el ambiente bélico y guerrillero, por el tono reivindicativo, por todo lo que se refiere a un ámbito temático que es inseparable de la propuesta estética de Eko.

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