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Si tus padres nunca han escrito una novela, tú tampoco debes intentarlo
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LA CREATIVIDAD NO SE PUEDE APRENDER

Si tus padres nunca han escrito una novela, tú tampoco debes intentarlo

La escritura creativa es una capacidad innata a cada persona. Su aprendizaje resulta prácticamente imposible, al menos para llegar a convertirse en un novelista de éxito,

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Si tus padres nunca han escrito una novela, tú tampoco debes intentarlo

La escritura creativa es una capacidad innata a cada persona. Su aprendizaje resulta prácticamente imposible, al menos para llegar a convertirse en un novelista de éxito, si no se cuentan con antecedentes familiares. Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Yale, en colaboración con la Universidad Estatal de Moscú, tras analizar las aptitudes literarias de medio millar de niños, con edades que oscilaban de los 8 a los 17 años y compararlas con las de sus padres.

El peso del componente hereditario frente al ambiental ha quedado reflejado en los resultados del estudio, en el que se valoraron diferentes aptitudes, como la originalidad, la calidad narrativa, la sofisticación en la selección de las palabras o el uso creativo de los conocimientos previos. Posteriormente, los datos obtenidos se compararon con los resultados de los test de inteligencia y los informes sobre los hábitos de lectura y la cultura del resto de miembros de la familia.   

Familias de escritores

Partiendo de la inteligencia y los antecedentes familiares, los investigadores establecieron un método científico para calcular el grado de creatividad de los participantes en el estudio, concluyendo que la herencia era determinante para poder triunfar en el mundo literario. Otra de las conclusiones del estudio es que hay ciertos arquetipos literarios que se trasmiten de padres a hijos. De este modo, algunos rasgos muy característicos de su escritura se reproducen generacionalmente, como puede ser el caso concreto de Caroline y Charles Todd o de Iris y Roy Johansen (madre e hijo en ambos casos).La familia Waugh cuenta ya con cuatro generaciones de destacados novelistas

A pesar de que escasean las investigaciones específicas sobre la etiología de la escritura creativa, se reconoce con cierta facilidad las semejanzas literarias entre los miembros de una misma familia, como se puede comprobar en las generaciones más destacadas de escritores, según explican los autores de la investigación. La familia Waugh, por ejemplo, cuenta ya con cuatro generaciones de exitosos novelistas, entre los que sobresale Evelyn Waugh (Merienda de negros o ¡Noticia bomba!). Estos casos ya apuntaban a una tendencia hereditaria a la hora de crear relatos de ficción, una hipótesis confirmada por los resultados del estudio.

El entorno familiar debe estimular la creatividad desde la autonomía

El experimento consistió en pedirles a los participantes que escribiesen una serie de relatos sobre el mismo tema. A los más pequeños se les propuso que la trama del relato versase sobre los elefantes y la invisibilidad, la de los adolescentes se centraba en la experiencia en una máquina del tiempo y la visita a un mago, mientras que los adultos escribieron sobre la visión del mundo exterior de un insecto y la vida en un planeta inventado llamado “Priumliava”. Las historias se clasificaron en función de diferentes criterios relacionados con la originalidad narrativa, se puntuaron, y se compararon con los de sus padres o hijos.El aprendizaje de la creatividad se limita a la primera etapa vital, hasta los diez años

Estos resultados también refuerzan el papel del entorno familiar a la hora de estimular y potenciar la capacidad de inventiva que permita a los niños un pleno desarrollo de la personalidad para enfrentarse correctamente a los desafíos impuestos por la sociedad. Un talento en el que influye el aprendizaje, pero solo en las primeras etapas de crecimiento. De ahí la necesidad de fomentar actitudes que permitan generar puntos de vista propios, para lo que serán de gran utilidad las conversaciones reflexivas, los juegos relacionados con la inventiva o los desafíos y retos, siempre y cuando se hagan en un marco de libertad para opinar y expresar lo que realmente se siente. Cuanto más cerrado sea el entorno, menos se desarrollará la capacidad creativa de los niños y, por tanto, tendrán una menor autonomía y una deficiente capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones vitales. Unas cualidades que se seguirán repitiendo generación tras generación. 

La escritura creativa es una capacidad innata a cada persona. Su aprendizaje resulta prácticamente imposible, al menos para llegar a convertirse en un novelista de éxito, si no se cuentan con antecedentes familiares. Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores de la Universidad de Yale, en colaboración con la Universidad Estatal de Moscú, tras analizar las aptitudes literarias de medio millar de niños, con edades que oscilaban de los 8 a los 17 años y compararlas con las de sus padres.