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Llamazares viaja por las catedrales de España, "espejismos de un tiempo ido"
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Llamazares viaja por las catedrales de España, "espejismos de un tiempo ido"

Julio Llamazares emprendió a principios del milenio un singular viaje literario por las 75 catedrales españolas, cuya primera parte, Las rosas de piedra, se publica ahora

Foto: Llamazares viaja por las catedrales de España, "espejismos de un tiempo ido"
Llamazares viaja por las catedrales de España, "espejismos de un tiempo ido"

Julio Llamazares emprendió a principios del milenio un singular viaje literario por las 75 catedrales españolas, cuya primera parte, Las rosas de piedra, se publica ahora y refleja las impresiones del escritor sobre estos templos que "no son ya más que reliquias, espejismos de un tiempo ido". Su destino es "convertirse en museos".

"Las catedrales son las cajas negras de este país; son espejos de la sociedad española que, por mucho que diga la Conferencia Episcopal, ha dejado de ser católica", ha afirmado hoy Llamazares al presentar su nuevo libro ante un reducido grupo de periodistas, antes de hacerlo oficialmente esta tarde en la catedral de León.

No es casual que se presente en León. Ésa fue la primera catedral que Llamazares vio cuando tenía "seis u ocho años" y ninguna otra le ha parecido "tan bella como ésta que parece suspendida, más que alzada, sobre el suelo, y que semeja un caleidoscopio de tanto cristal que tiene", señala el escritor en su nuevo libro.

Publicado por Alfaguara, Las rosas de piedra recoge el viaje del autor por las catedrales de la mitad norte de España. Del resto se ocupará en un segundo volumen en el que ya trabaja.

La obra "más ambiciosa" de todas ellas

Autor de otros tres libros de viaje (El río del olvido, Trás-os-Montes y Cuaderno del Duero), la nueva obra de Llamazares "es la más ambiciosa" de todas ellas, por el número de páginas (600 esta primera entrega) y "por la intención del proyecto". "Es una empresa casi titánica, catedralicia", aseguraba hoy el escritor, que empezó este viaje en 2001 y lo acabará dentro de cuatro o cinco años. "Son 75 catedrales, cientos de horas de documentación y miles de kilómetros recorridos".

Desde el preámbulo, Llamazares (Vegamián, León, 1955) deja claro que no pretende "establecer ninguna teoría ni llegar a ninguna conclusión". Se limita a contar lo que ha visto y lo que le ha sucedido. ¿Qué le llevó a emprenderlo? Quizá la atracción que, desde siempre, ha sentido por las catedrales y también su "preferencia por esos mundos que han quedado a desmano de la historia o simplemente de la realidad. Y las catedrales, por más que algunos pretendan, no son ya más que espejismos, reliquias de un tiempo ido que quedó aprisionado en ellas", asegura.

"La mayoría de ellas se han convertido en museos, por desgracia. Primero, porque cuesta mucho mantenerlas y, segundo, porque España dejó ya de ser católica", decía hoy el escritor, quien en su largo periplo ha comprobado "la poquísima gente" que asiste a misa en las catedrales, sobre todo en las grandes ciudades, donde prácticamente se han quedado "sólo para los turistas", esa "plaga de langostas que arrasa todo".

"A la Iglesia católica le quedan dos días, como no cambie. Me sorprende que todavía haya gente que vaya a misa, porque la mayoría de los curas están en liquidación por derribo y utilizan un lenguaje de otro tiempo", subraya el escritor que, para hacer este libro, ha oído "muchas misas y muchos rosarios". Mientras lo hacía, observaba a la gente y contemplaba la belleza de la catedral: "son edificios pensados para soñar despiertos".

Reflejan a la perfección la situación económica de cada región

Las catedrales reflejan a la perfección la situación económica de cada región. Llamazares ponía hoy como ejemplo la catedral de Vitoria, "que es de segunda división, aunque sea muy bonita". Tiene "5.000 millones para su restauración, el triple que las once catedrales de Castilla y León juntas".

En Cataluña también se nota la riqueza de la comunidad. El autor de La lluvia amarilla ha titulado el capítulo dedicado a Barcelona "Si la bolsa sona". La catedral gótica de Barcelona recibe "tres millones de visitantes al año" y se puede hasta "apadrinar una piedra por diez euros". ¿Y qué es eso?, preguntó Llamazares el día que la visitó. "Es una campaña para recaudar dinero para la rehabilitación de la catedral", le contestaron. "La verdad es que a los barceloneses, a la hora de vender, imaginación no les falta", pensó el escritor.

En su viaje, en el que se ha guiado por la división más antigua de España, no por la autonómica que está en vigor, ha conocido a todo tipo de sacerdotes y canónigos. "Suelen ser muy bordes, ásperos y distantes en la mayoría de los casos, aunque algunos son encantadores", señalaba el escritor, que incluye en su libro sabrosas anécdotas sobre esta cuestión.

Las catedrales fueron construidas hace siglos "para que la gente viera a Dios en ellas". "Yo no he visto a Dios. Si existe, su único lenguaje es la música", aseguraba hoy Llamazares, para quien escuchar un órgano en una catedral es "la voz de Dios".

Julio Llamazares emprendió a principios del milenio un singular viaje literario por las 75 catedrales españolas, cuya primera parte, Las rosas de piedra, se publica ahora y refleja las impresiones del escritor sobre estos templos que "no son ya más que reliquias, espejismos de un tiempo ido". Su destino es "convertirse en museos".