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Captar la dignidad
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Captar la dignidad

Sus protagonistas interpelan al espectador desde su mundo en ruinas, le hacen bajar la cabeza ante la realidad inaceptable de su situación. Se puede comprobar en

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Captar la dignidad

Sus protagonistas interpelan al espectador desde su mundo en ruinas, le hacen bajar la cabeza ante la realidad inaceptable de su situación. Se puede comprobar en el recorrido del espacio circular de la Sala de Exposiciones de Canal de Isabel II de Madrid, un entorno perfecto en que un nutrido conjunto de 129 imágenes son la muestra del trabajo de un fotógrafo consciente de la hipocresía de su papel. Don McCullin (1935), uno de los reyes del territorio bélico, un maestro del encuadre moral más que estético, nos grita con su trabajo, tal como John Le Carré describe en Heart of Darkness, "¡Mira!"; y sí, desde luego es imposible apartar la vista ante su propuesta.

Don McCullin ha estado en los principales conflictos mundiales. Desde la construcción del Muro de Berlín en 1961 hasta la crisis humanitaria en Darfur en abril de 2007. Estuvo en las guerras acaecidas en Chipre, Congo y Vietnam, los conflictos armados de Biafra, Próximo Oriente, Bangladesh, Rodesia y Sudán. Reflejó igualmente los estragos del sida en el África austral, la vida cerca del río Ganges y la de las últimas tribus de Irian Jaya en Indonesia y del Valle del Omo al sur de Etiopía. Pero tampoco dejó por ello de ser capaz de mirar a su entorno cercano: la muestra se llena de imágenes de los 60 y 70 de su Inglaterra natal y del conflicto norirlandés.

El comisario de la exposición, Robert Pledge, reconocido periodista y director de la agencia Contact Press Images, ha ordenado cronológicamente la exposición y la ha enriquecido con diversas declaraciones del propio McCullin, para, finalmente, dar la oportunidad de asistir a una explicación de sus motivaciones y del desarrollo de su trabajo con un pequeño documental que se proyecta en la zona más alta de la sala de exposiciones.

"Mostrar lo que es: un acto horrible y repugnante"

En sus imágenes de guerra McCullin confiesa querer "alejar la imagen hollywoodiense de tipos guapos" y se decide a "mostrar lo que es: un acto horrible y repugnante". Sorprenden sus sombrías imágenes de soldados en Vietnam, la vívida captación del dolor del pueblo turco durante la guerra de Chipre, el dinamismo de alguna de sus instantáneas del conflicto de Irlanda del norte, pero también la quietud y el abatimiento de los personajes que pueblan sus encuadres de historias del sida en África. Son imágenes de un fuerza inquietante, captadas, según sus palabras, "como un acontecimiento histórico convencido de que no va a volver a pasar jamás".

Pero los conflictos sociales no solo están mucho más allá de nuestras fronteras y por eso McCullin, atento siempre a todos los matices de la realidad, capta con su objetivo zonas deprimidas de Inglaterra, como vagabundos convertidos gracias a su mirada en figuras casi míticas. "Lo que intento mostrar es la dignidad. La encuentro en las personas que más sufren", dice el fotógrafo.

Por último, no hay que dejar de apreciar su colección de paisajes británicos, vacíos de toda presencia humana y de una belleza misteriosa: "Me gusta fotografiar el paisaje inglés en invierno porque está desnudo y es frío y solitario, y me siento solo al hacerlo, y sí, me siento más feliz que nada. No hay nadie que diga: ¡Sal de mi territorio!".

Sus protagonistas interpelan al espectador desde su mundo en ruinas, le hacen bajar la cabeza ante la realidad inaceptable de su situación. Se puede comprobar en el recorrido del espacio circular de la Sala de Exposiciones de Canal de Isabel II de Madrid, un entorno perfecto en que un nutrido conjunto de 129 imágenes son la muestra del trabajo de un fotógrafo consciente de la hipocresía de su papel. Don McCullin (1935), uno de los reyes del territorio bélico, un maestro del encuadre moral más que estético, nos grita con su trabajo, tal como John Le Carré describe en Heart of Darkness, "¡Mira!"; y sí, desde luego es imposible apartar la vista ante su propuesta.