'Ni orden ni caos', la búsqueda del equilibrio de Torner llega a Silos

El artista conquense Gustavo Torner inauguró este martes, en la Abadía del Monasterio de Silos, su particular visión del difícil equilibrio del mundo con la exposición Ni orden ni caos, que engloba 48 obras pertenecientes al Museo Reina Sofía y al propio autor, algunas de las cuales son expuestas por primera vez. Contemplar la obra de Torner en este espacio "sugerente y espiritual" es entrar en un "universo artístico visual, poético y esencial, y no hay nada más perdurable que lo esencial", afirmó Javier Blas, jefe de Colecciones del Museo Reina Sofía, que ha organizado esta exposición.

Gustavo Torner, que fue precisamente el artista que, como experto, dio la aprobación en 1998 para que la Abadía del Monasterio de Silos se convirtiera en sala de exposiciones de arte contemporáneo, afirmó que con "Ni orden ni caos" espera "conseguir un desasosiego placentero en el espectador". La exposición se podrá ver en este centro eclesiástico hasta el 16 de diciembre, e incluye un total de 48 obras: veinte collages, una pintura al óleo, nueve esculturas y dieciocho gouaches.

Éstos últimos, protagonizados por triángulos de colores, han sido creados por el artista especialmente para esta exposición de Silos, y con ellos Torner retoma la exploración que inició con sus primeros gouaches sobre el orden y caos del mundo. Las esculturas, realizadas entre 2003 y 2004 se titulan Complementarios torcidos, y se caracterizan por sus cuadrados partidos y entrelazados, que dan como resultado unas formas angulosas, bañadas en oro, y montadas sobre una superficies con distintas inclinaciones.

Gustavo Torner destacó que la serie Vesalio, el cielo, las geometrías y el mar, en la que el artista utilizó la técnica del collage entre 1964 y 1965, "es la obra que me ha salido un poquito mejor".

Se trata de una serie muy valorada por la crítica, y que Torner creó basándose en el libro De humani corporis fabrica (1543) de Andreas Vesalio, un estudio sobre la condición humana y su relación con la naturaleza. El artista, nacido en 1925 y que fue el fundador, junto con Fernando Zóbel y Gerardo Rueda del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, subrayó que en "Ni orden ni caso" se presentan obras con cuarenta años de diferencia, pero "no se hacen daño, creo que en ellas se ve un mismo pensamiento".

Artista autodidacta y polifacético, se mostró reacio para hablar mucho de su obra pues, según Gustavo Torner, "el arte no se puede explicar". "Cuando el arte se entiende, ya sobra", añadió. Al acto acudieron también el abad del monasterio, Clemente Serna, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Burgos, Antonio Méndez Pozo, -quien tuvo palabras de agradecimiento y recuerdo para la ex directora del Museo Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar, que presentó su dimisión hace unos días-, y representantes de Caja Castilla-La Mancha, entidad patrocinadora.

Javier Blas, en nombre del Museo Reina Sofía, quiso aprovechar esta inauguración para agradecer "eternamente" a Gustavo Torner la donación en 2004 de casi 600 obras al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Ingeniero técnico forestal, Torner pronto abandonó su profesión para dedicarse de lleno a la pintura y posteriormente a la escultura, es académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y está considerado, en palabras de Javier Blas, "como uno de los pintores españoles más representativos de la segunda mitad del siglo XX.