RTVE pide a la banca 80 millones para afrontar sus problemas de tesorería

A RTVE le cuesta llegar a fin de mes tras los recortes impuestos a su presupuesto. Y busca fórmulas para paliar sus tensiones de tesorería y cumplir con los compromisos pendientes. Según reflejan las últimas cuentas presentadas por la Corporación, correspondientes al año 2011, la cadena tenía suscrita hasta finales de 2012 una línea de factoring –cesión de crédito a una entidad financiera- por importe de 50 millones de euros y negociaba con bancos nuevas líneas de financiación por otros 30. Todo para “continuar sus operaciones y hacer frente a los flujos de caja previstos”, según reza la memoria remitida al Registro Mercantil.

“Respecto a la posición de tesorería de la Corporación, a la fecha de preparación de las presentes cuentas anuales se ha suscrito hasta el 23 de diciembre de 2012, una operación de factoring sin recurso con una entidad financiera por importe de 50 millones de euros –se expone literalmente en las cuentas-. Sin embargo, las previsiones para el ejercicio 2012 siguen presentando desfases temporales. Para atender estos desfases la Corporación adoptará las medidas necesarias, entre las que se podrían incluir el recurso a operaciones adicionales de financiación que actualmente se están negociando por importe de 30 millones de euros, además de la renovación a su vencimiento de la operación de factoring”.

El recurso a la financiación externa para garantizar los pagos en la casa se produce después de que el Gobierno decidiera, de cara a 2012, reducir los fondos para la Corporación por la vía de los Presupuestos Generales del Estado en 204,85 millones. El presidente de la compañía, Leopoldo González-Echenique, ya ha dejado claro que la empresa no podrá asumir todo ese ajuste, al punto que ha avanzado un déficit de 105 millones en el ejercicio. Este agujero se suma al ya registrado en 2011, que alcanzó los 29,18 millones. Por lo tanto, RTVE acentúa en el primer año del PP la senda de los números rojos y trae a la memoria décadas de gestiones deficitarias. Los PGE ya absorbieron en 2006 una deuda que alcanzaba los 7.500 millones.

Los gestores explican en la memoria que están haciendo frente a esa reducción de ingresos con medidas “que afectan a las compras de derechos de programas, cumpliendo en todo caso los compromisos ya adquiridos”, así como con otras decisiones en lo concerniente “a la emisión anticipada de determinados programas respecto a la emisión inicial prevista” y con “la emisión de otros programas que no suponen un coste para la Corporación RTVE”. La Ley 17/2006, de la radio y la televisión de titularidad estatal, permite a la Corporación recurrir al endeudamiento, aunque sólo “para la financiación de sus inversiones en inmovilizado material e inmaterial y para atender desfases temporales de tesorería”, como es el caso. 

Riesgo para la continuidad

La auditoría a las cuentas hace mención a los problemas de caja generados por los ajustes, y recuerda que la propia sociedad admite que su supervivencia está en cuestión. “Llamamos la atención respecto de lo indicado (…) en relación con los factores de riesgo sobre la continuidad de la sociedad y, en particular, sobre las medidas que los administradores están aplicando para hacer frente a la reducción del presupuesto de ingresos de la Corporación RTVE para el ejercicio 2012 y sobre las medidas previstas para atender los desfases temporales de tesorería que muestran las previsiones actuales para este ejercicio. Los administradores estiman que estas medidas permitirán a la sociedad continuar con sus operaciones y hacer frente a los flujos de caja previstos”, reza el informe de Ernst&Young.

“Me senté en el cargo el 2 de julio. La situación gerencial ha sido muy difícil, teniendo que gestionar un ahorro brutal”, expuso el presidente en el Congreso en septiembre pasado. En esta línea, recordó que hay compromisos contractuales ya firmados que no se pueden romper y que la sociedad ha pasado un año entero –el segundo semestre de 2011 y el primero de 2012- sin ninguna planificación. “Se hace lo que se puede”, se encogió de hombros, al tiempo que se marcaba finales de 2013 como plazo para volver al equilibrio. González-Echenique, un advenedizo en el sector, fue designado para el cargo por Soraya Sáenz de Santamaría con la principal misión de controlar los números en la Corporación.

El Gobierno Zapatero aprobaba en agosto de 2009 una nueva ley de financiación de RTVE que eliminaba la publicidad. Esa normativa garantiza a la Corporación unos ingresos anuales de 1.200 millones: la mitad es aportada por los PGE y la otra se sufraga a través de tasas impuestas a las telecos y a las televisiones privadas, así como con un porcentaje del espectro radioeléctrico. El citado recorte de 204 millones en la subvención para 2012 provocó que la televisión pública pasara de los 535 millones de euros que recibió vía Presupuestos en 2011 a apenas 331, dejando sus ingresos totales más cerca de los 1.000 millones que de los 1.200. El presente 2013 no se prevé mejor, después de que el Ejecutivo apruebe un ajuste adicional de 50 millones.