Berlusconi a ‘El País’: “Ustedes deberían abrir los ojos y no ser facciosos “

Pocas veces una cumbre española ha sido tan entretenida como la protagonizada ayer por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, en el encuentro que mantuvo con su homólogo español, José Luis Rodríguez  Zapatero, en la isla de La Maddalena. No había más que mirar la cara de las ministras españolas Carme Chacón y Elena Salgado, sentadas entre el público durante la rueda de prensa posterior la cumbre hispano-italiana, y la del propio presidente español, que a duras penas eran capaces de contener la risa mientras Il Cavaliere soltaba sapos y culebras contra la prensa (especialmente contra los diarios El Pais, La Repubblica y L'Unitá) y todos los piropos que se le ocurrían al género femenino, que tanto le gusta.

Ya en los momentos previos a la cumbre, durante la tradicional rueda de saludos entre las dos comitivas a pie del avión, Berlusconi, saltándose el protocolo, se había acercado hasta las dos ministras españolas para, en un tono de lo más cordial y distendido, comentarlas algo que las cámaras no alcanzaron a captar. Chacón y Salgado asentían con gesto sonriente.

Pero no fue hasta la rueda de prensa posterior cuando se supo qué se trató en ese aparte. Preguntado por la cuestión, el primer ministro italiano explicó que había querido disculparse ante dos de las representantes españolas de la cuota femenina del gobierno de Zapatero por haberse referido a él tras las últimas elecciones generales como "demasiado rosa". Y lo aclaró: "Lo que quise decir es que, además de a su esposa, Zapatero iba a tener que responder ante otras mujeres [en este caso, las de su gabinete]”.

Con la que le está cayendo al recién separado Berlusconi, acusado de escándalos con prostitutas y velinas, el género femenino es terreno minado. Pero el mandatario italiano no se amilanó y quiso explicar a las féminas que tenía delante (periodistas y ministras) que lo del "Gobierno rosa" no fue más que "una manipulación de la prensa". "En Italia soy archiconocido por adorar a la otra mitad del cielo ¿Cómo pensáis que en la patria de Casanova se puede decir algo negativo de las mujeres? Sois el mejor regalo que Dios nos ha dado" dijo Berlusconi en un arranque de sinceridad. La sala se quedó completamente en silencio, sólo roto por la expontaneidad de un Berlusconi que, de nuevo, sonriendo preguntó: "¿No me van a aplaudir?" Varios de los presentes así lo hicieron.

Ataque a El País

Pero la rueda de prensa fue a más, y ante varias de las preguntas del corresponsal de El País sobre la cuestión, Berlusconi entró a saco. "¿Me envidias, verdad?", interrumpió al periodista mientras éste le preguntaba sobre las declaraciones judiciales del empresario Gianpaolo Tarantini, encargado de reclutar a las chicas para las fiestas de Il Cavaliere. "Todo eso no son más que calumnias y difamaciones", prosiguió, después de decir que él nunca ha necesitado pagar por tener sexo. "Ustedes deberían abrir los ojos y no ser facciosos. La caída de la credibilidad va ligada a una caída de lectores, de copias y de publicidad, creo que El País sabe algo de eso", dijo Berlusconi en alusión al difícil momento que sufren algunas áreas de negocio de Prisa (entre ellas el rotativo).

De esta forma, el primer ministro italiano respondía en primera persona a un miembro del periódico que el pasado mes de junio publicó una serie de fotografías de sus fiestas privadas en las que se podían ver a jóvenes y ex altos mandatarios europeos en situaciones más que comprometidas. De hecho, en agosto Berlusconi emprendió acciones legales contra todos los medios europeos que se habían hecho eco de aquellas fotos, a los que acusó de difamación y de inmiscuirse en su vida privada.

Finalmente, y para no echarse encima a todo su auditorio, Berlusconi acabó diciendo que hay "malos y buenos periodistas. Zapatero, a su lado, subrayó el “sentido del humor” del premier y concluyó: “No tengo nada más que añadir”.