Polanco: "La falsificación de las noticias es hoy tristemente una usual mercancía"

El presidente del grupo Prisa, Jesús de Polanco, aseguró hoy que la "falsificación" de las noticias, mediante "el insólito desprecio a las normas de la profesión, es hoy, tristemente, una usual mercancía en algunos sectores".

Polanco hizo estas declaraciones en el acto de entrega de los Premios Ortega y Gasset de Periodismo, al que asistieron la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y los ministros de Trabajo, Jesús Caldera, de Cultura, Carmen Calvo, y de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Los premios fueron entregados al periodista boliviano Roberto Navia por el mejor trabajo de investigación 'Esclavos made in Bolivia'; al poeta y periodista cubano Raúl Rivero, el de mejor labor informativa; al servicio en español de BBC Mundo.com de periodismo digital, y a la periodista de ABC Desiree Martín, el de mejor fotografía, titulada 'Cayuco en las costas de Tenerife'.

Jesús de Polanco se felicitó por haber encontrado año tras año en estos premios "excelentes trabajos y admirables trayectorias profesionales puestas al servicio de una sociedad que hoy no podría gobernarse a sí misma sin el caudal informativo proporcionado por los medios de comunicación".

Defendió "la información contrastada y la opinión crítica" y resaltó el contrato de confianza de EL PAÍS con sus lectores. "Conviene recordar y subrayar esto, que en situaciones normales parecería una obviedad, pues a diario nos topamos en algunos medios con el lamentable ejercicio de un escandaloso abuso de esa confianza", señaló.

La habitual conferencia que acompaña siempre estos premios la dictó el poeta José Manuel Caballero Bonald, que dedicó su discurso a la libertad "aplicado a una profesión como la periodística tan inveteradamente asociada a la información, la investigación y la opinión veraces y justicieras".

Recordó los tiempos de la dictadura franquista cuando la palabra libertad tenía "un eco ceremonioso y emocionante" porque cuando en la dictadura se pretendía imponer la cautividad del pensamiento, apelar a la libertad se parecía mucho a hacer pública manifestación de desafecto" al régimen.

En ese sentido, se refirió a la guerra de Iraq donde se utilizó "la estrategia de las mentiras o el incremento presunto de la seguridad, lo que trajo consigo la merma de ciertas libertades".