Fernández de la Vega salva, de momento, la cabeza del director de la Agencia Efe de las garras de José Blanco

No está muy segura la silla de Alex Grijelmo en el despacho presidencial de la Agencia Efe. Principalmente porque el ex del Grupo Prisa tiene sobre su espalda la feroz enemistad del número dos del PSOE, José Blanco, quien cuenta con la connivencia del presidente de la Sepi, Enrique Martínez Robles, en teoría jefe inmediato de Grijelmo. Según ha podido saber este periódico de fuentes socialistas, sólo la aparición en escena de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, ha contrarrestado al tándem Blanco-Martínez Robles.

Todo empezó nada más aterrizar Grijelmo en la Agencia Efe, tras la victoria socialista en las elecciones de marzo de 2004. En cuanto el burgalés tomó posesión del cargo, Blanco le entregó un folio con la lista de periodistas de su confianza que tenían que ocupar los cargos directivos de la agencia. Grijelmo, contando con el apoyo de Prisa, se negó en rotundo.

El siguiente roce entre ambos se produjo poco después, cuando Grijelmo desempolvó los cajones que dejaron los administradores ‘populares’. Entre esos papeles, el nuevo presidente se encontró un extraordinario regalo: una sentencia de la Sección Segunda de la Sala Tercera del Tribunal Supremo del 21 de junio de 2003 que obligaba al Estado a devolver a la Agencia EFE el importe del IVA del contrato de prestación que existe entre ambos. Un regalo de más de 22 millones de euros.

De inmediato, Grijelmo se dispuso a pedir la ejecución de la sentencia para cobrar ese dinero. “Piénsatelo, Alex, mejor que no lo hagas… Es un dinero del Estado…”, le dijo Martínez Robles.

Ejecutar la sentencia y recomprar el edificio

Pero Grijelmo no sólo pidió la ejecución de la sentencia sino que, además, avisó a Martínez Robles de que con ese dinero iba a recomprar el edificio donde está la Agencia, en la calle Espronceda de Madrid. “Para qué gastar 1,8 millones de euros al año en el alquiler si tengo fondos para comprarlo”.

El PP vendió en junio de 2002 los inmuebles de la calle Espronceda 34 (sede social) y 36 (estudios de televisión) a Infoinvest, empresa inmobiliaria de la Sepi, por 37 millones de euros, con una plusvalía de 16,67 millones. Lógicamente, la razón fue la contraria que ahora: la agencia iba mal y necesitaba dinero para financiarse.

Sin embargo, ahora, los planes de Grijelmo de emplear los 22 millones del IVA en recomprar el edificio no han llegado a buen puerto. De nuevo, las zancadillas de Blanco y Martínez Robles. “Como presidente de la Sepi, dueño de la Agencia Efe, te vamos a pedir un dividendo extra para que ese dinero vaya a la Sepi”, le amenazó Robles.

Fue aquí, en este preciso momento, donde apareció la vicepresidenta De la Vega, cuyo apoyo para Grijelmo le ha servido, de momento, para escudarse de los ataques de Blanco y mantener cierto statu quo.

Las espadas, por tanto, siguen en alto. Ni Blanco y Martínez Robles han conseguido que Grijelmo ingrese el dinero del IVA a la Sepi, ni el presidente de la Agencia ha conseguido que le permitan recomprar el edificio de Espronceda y ahorrarse los casi dos millones de euros al año de alquiler que le cobra Infoinvest, la propietaria de los inmuebles. El último paso lo ha dado Grijelmo, quien ha amenazado con buscar un edificio para trasladar la sede social de la Agencia. ¿Quién ganará?