¿Un gobierno de tecnócratas?, por A. Menéndez
Soy muy pesimista en cuanto a que podamos hacer algo con nuestro sistema de elección de cargos políticos. Ninguno de los que pueden traer las reformas estructurales que se necesitan lo hará contrariando los intereses de su partido
Estimado director,
suscribo íntegramente lo comentado por el autor [Jesús Fernández-Villaverde en su artículo "La reforma del Estado"], extensible a muchas otras áreas de la gestión y la administración del Estado.
Soy muy pesimista en cuanto a que podamos hacer algo al respecto con nuestro sistema de elección de cargos políticos, tanto los que acceden por sufragio como los asignados por afinidad ideológica o cuotas. Ninguno de los que pueden traer las reformas estructurales que se necesitan lo hará contrariando los intereses de su partido o de la clase política en general (ya hemos visto lo que está pasando con los nuevos partidos que nacieron para remover estructuras y han sido fagocitados por ellas, a veces con peor fortuna de eficacia, si cabe, y los mismos vicios ). Pese a lo denostado del nombre, haría falta un Gobierno de tecnócratas independientes o un sistema de inteligencia artificial para introducir dichos cambios. Ninguna de ambas cosas se vislumbran a medio plazo.
Antonio Menéndez
Estimado director,