El programa de Fundación Cruzcampo que forma a los futuros profesionales de la alta cocina

La cuarta edición de la escuela de hostelería de Fundación Cruzcampo comenzará en septiembre y una de las claves de su alta tasa de acceso al mercado laboral es que combina la teoría con la práctica. Durante diez meses, los jóvenes que formen parte del programa aprenderán la profesión en la Factoría Cruzcampo, sede de la Fundación, y después realizarán tres meses de prácticas en establecimientos de alta gastronomía, incluyendo estrellas Michelin.

“Yo empecé a estudiar una carrera que realmente no me hacía feliz, entonces recordando los momentos felices que yo pasaba con mi madre en la cocina pensé en llevar esa felicidad al resto de mi vida laboral. Aquí es donde entra Talento Cruzcampo, he tenido la oportunidad de aprender nuevas técnicas, el trato en sala, trabajar con el público real. Mi sueño”, explica Paloma, una de las alumnas del curso de hostelería.

Como ella, más de 500 jóvenes de entre 18 y 30 años han podido impulsar su carrera profesional y dedicarse a lo que realmente les apasiona. Este año, además, se han incrementado el número de becas a 70 plazas, en la que se incluyen ayudas de alojamiento valoradas en 2.500 € anuales para los alumnos que no vivan en Sevilla, donde tiene lugar la formación.

Una puerta a la alta cocina

Desde la Fundación Cruzcampo buscan a jóvenes con ambición que quieran desarrollar su talento y alcanzar una alta cualificación. Para conseguirlo, durante el curso los participantes tienen la oportunidad de realizar planes de mentorización y prácticas con diferentes hosteleros a nivel nacional, que abren las puertas de sus negocios para enseñarles a desenvolverse en la operativa real del sector.

De esta forma, se genera una conexión entre diferentes generaciones y los participantes tienen más posibilidades laborales, cumpliéndose el fin social que persigue la Fundación: un punto de encuentro y formación en el que el talento ayuda al talento.

Ya hay muchos alumnos que lo han conseguido, como María Pérez, que hizo sus prácticas en Dani García y esto le permitió acceder a su puesto actual en la sala de Eneko Basque de Sevilla (chef 5 estrellas Michelin). “Fue una experiencia exigente y única que ahora me abre las puertas de restaurantes reconocidos en los que puedo seguir creciendo orgullosa de dedicarme a la hostelería”, explica.

En su caso, su paso por Talento Cruzcampo II le permitió descubrir que lo suyo es estar en sala. “Me encanta el trato con el cliente, servir la mesa, explicar un plato… Me gusta la sonrisa con la que se van. Es un subidón, me alegra el día”, afirma feliz.

Todo ello tiene lugar en la Factoría Cruzcampo, el lugar que vio nacer a la cervecera en 1904. Se trata de un espacio social abierto al público donde además de esta formación, se desarrollan otras actividades e iniciativas dedicadas a la promoción de la cultura cervecera. Todo lo que se recauda se reinvierte en la propia acción social de la entidad. Allí se conecta a los jóvenes con los maestros cerveceros de Cruzcampo y con hosteleros del sector. Una vez finaliza el curso en la factoría, comienzan las prácticas en establecimientos de alta gastronomía que serán su trampolín al mercado laboral.

Otra de las claves que mejora la empleabilidad de los participantes en Talento Cruzcampo es la innovación que se implementa en cada edición. Para ello, cuentan con el barómetro FUERZABAR, de Heineken España, que está respaldado por la Fundación y la experiencia de más de dos décadas de su escuela de hostelería. Este estudio les permite detectar las tendencias y retos actuales del sector para adaptar la formación en este sentido.

De esta forma, los alumnos reciben competencia en digitalización, automatización de procesos, gestión medioambiental de restaurantes, el diseño de nuevas experiencias gastronómicas o inglés para la hostelería. Los interesados en formar parte de la cuarta edición pueden inscribirse en su página web, completando la solicitud de beca.