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¿Qué es el síndrome del "niño dorado" y por qué puede ser tan tóxico para la educación?
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PSICOLOGÍA FAMILIAR

¿Qué es el síndrome del "niño dorado" y por qué puede ser tan tóxico para la educación?

Aunque no lo creamos, el hecho de privilegiar demasiado o colmar de atención y elogios a nuestro hijo también puede repercutir negativamente en su salud mental a largo plazo

Foto: Foto: iStock.
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El síndrome del niño dorado, aunque no reconocido oficialmente en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, se ha convertido en un tema de creciente interés entre terapeutas y especialistas en salud mental. Este fenómeno se refiere a una dinámica familiar en la que un niño es tratado como el favorito y recibe una cantidad desproporcionada de atención y elogios en comparación con sus hermanos. Aunque a primera vista puede parecer beneficioso, este trato preferencial puede tener consecuencias graves y duraderas para el desarrollo emocional y psicológico del niño, así como para la relación familiar en general.

Becca Reed, terapeuta especializada en salud mental perinatal, explica en la revista Best Life que "el niño dorado a menudo internaliza la creencia de que el amor y la aceptación son condicionales a su capacidad para cumplir con las expectativas". Esto puede generar ansiedad significativa, marcada por el perfeccionismo, una intensa presión para sobresalir y una necesidad exagerada de validación. Rachel Goldberg, psicoterapeuta licenciada, añade que aunque el término no está formalmente diagnosticado, muchas personas reconocen los efectos del favoritismo tóxico en sus propias familias.

El niño dorado es frecuentemente visto como el "perfecto", cargado de expectativas y responsabilidades desproporcionadas. Según Goldberg, este niño recibe una atención positiva notable en comparación con sus hermanos, lo que puede llevar a un sentido distorsionado de responsabilidad y consecuencias. "El niño dorado puede evadir responsabilidades y enfrentar menos consecuencias por sus acciones debido a su estatus preferencial", señala.

Favoritismo y grandes expectativas

El favoritismo también puede erosionar la relación entre hermanos. "El niño dorado es frecuentemente mencionado durante las discusiones de los padres sobre las decepciones con otros hijos", dice Goldberg. Esta comparación constante puede sembrar resentimiento y celos entre los hermanos, deteriorando la camaradería natural que debería existir.

La incapacidad para manejar críticas constructivas y trabajar demasiado pueden ser rasgos atribuibles a adultos que fueron 'niños dorados'

El fenómeno del niño dorado también está estrechamente ligado a las expectativas y sueños no realizados de los padres. Brianna Paruolo, psicoterapeuta, explica que los padres pueden proyectar sus propias aspiraciones no cumplidas en el niño dorado, viéndolo como una extensión de sus logros. "El éxito del niño es visto como una extensión de su familia", afirma Paruolo. Esto puede llevar a que el niño dorado desarrolle una autoimagen frágil, dependiente de la validación externa y con dificultades para manejar las críticas.

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Terri Cole, experta en educación infantil, destaca en la revista Women's Health que estos niños a menudo carecen de un sentido propio claro y desarrollan tendencias de complacer a los demás para mantener su estatus. Esta presión para cumplir con las expectativas puede llevar a ansiedad, depresión y un sentido distorsionado de identidad. Brandy Smith, psicóloga licenciada, enfatiza que estos niños pueden experimentar dificultades significativas al establecer límites saludables y desarrollar una autoestima robusta.

El síndrome del niño dorado no solo afecta al niño en su infancia, sino que puede tener repercusiones a largo plazo en su vida adulta. Los problemas de relaciones, la incapacidad para manejar críticas constructivas y la tendencia a trabajar demasiado para obtener aprobación son algunos de los desafíos que enfrentan estos individuos. Para superar estos efectos, es esencial que los afectados busquen ayuda profesional. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar y abordar los patrones profundamente arraigados que afectan su bienestar y su capacidad para establecer una identidad auténtica.

El síndrome del niño dorado, aunque no reconocido oficialmente en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, se ha convertido en un tema de creciente interés entre terapeutas y especialistas en salud mental. Este fenómeno se refiere a una dinámica familiar en la que un niño es tratado como el favorito y recibe una cantidad desproporcionada de atención y elogios en comparación con sus hermanos. Aunque a primera vista puede parecer beneficioso, este trato preferencial puede tener consecuencias graves y duraderas para el desarrollo emocional y psicológico del niño, así como para la relación familiar en general.

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