"Así manipulé la mente de mis huéspedes para ser Superanfitrión en Airbnb"

En el competido mundo de los alquileres temporales, conseguir el estatus de SuperHost en Airbnb se ha convertido en una suerte de Santo Grial para los anfitriones. Un usuario de la plataforma ha compartido su ingeniosa, aunque controvertida, estrategia para alcanzar este codiciado reconocimiento. A través de un video que se ha vuelto viral, el anfitrión, conocido como amplesonline revela cómo “manipuló la mente de sus huéspedes” para mejorar su calificación en el sitio.

"Solo dos de cada diez personas que alquilan sus espacios en Airbnb son SuperHost", comienza explicando el usuario, destacando las ventajas que ofrece alcanzar tal distinción: mayor visibilidad, preferencia en las búsquedas y, por supuesto, un aumento en los ingresos. Sin embargo, el camino hacia la excelencia no siempre es directo, y para este anfitrión, la paciencia se estaba agotando. "Me cansé de esperar la buena voluntad de los viajeros y que me hagan reviews positivos aún cuando había hecho todo bien", admite con franqueza.

La táctica que desarrolló puede parecer contraintuitiva: introducir deliberadamente pequeños inconvenientes en la estancia de los huéspedes para luego resolverlos de manera eficaz y así dejar una impresión memorable. "Comencé a inventar pequeños problemas para que yo mismo pudiera solucionarlos", revela. Un ejemplo claro es el de las toallas olvidadas: el anfitrión omite colocarlas en el alojamiento, espera la queja del huésped, y acto seguido, las entrega con un vino de cortesía y una nota de disculpas.

Esta estrategia, aunque pueda parecer manipuladora, se fundamenta en un profundo entendimiento de la psicología humana. "La gente percibe que una buena experiencia nunca es completamente buena, aunque ha salido todo perfecto", explica el anfitrión. Según su experiencia, resolver un problema, aunque sea uno creado artificialmente, tiende a ser más valorado que una estancia sin contratiempos.

El resultado de esta peculiar estrategia no se hizo esperar: "En la siguiente evaluación yo me había convertido en un Superhost en Airbnb", afirma el usuario, destacando cómo la resolución efectiva de problemas parece tener más peso que la perfección silenciosa.

Este enfoque ha generado un debate en línea sobre la ética de tales prácticas. Mientras algunos admiran la astucia del anfitrión, otros cuestionan la moralidad de crear problemas innecesarios. Lo cierto es que el video ha provocado una reflexión sobre lo que realmente valoramos como consumidores y hasta dónde están dispuestos a llegar los anfitriones para satisfacer y superar esas expectativas.