Así puedes quitar los dos tipos de gotelé que existen de la pared de forma sencilla

El gotelé, esa técnica de pintura con textura grumosa que se popularizó en España durante los años 60, hoy en día parece más un recuerdo de la decoración de antaño que muchos desean renovar. Si eres de los que prefieren paredes lisas y estás pensando en deshacerte del anticuado gotelé, te traemos algunos consejos para hacerlo tú mismo de manera efectiva y sin complicaciones.

Antes de comenzar, es crucial determinar el tipo de pintura con el que se aplicó el gotelé. ¿Cómo distinguimos si nuestro gotelé es al temple (el más común) o plástico? De forma muy sencilla. Rascamos la pared para eliminar parte del gotelé y ponemos un vaso de plástico debajo para que el producto eliminado caiga dentro. Si al removerlo todo el producto se disuelve en el agua, tu gotelé es al temple. Si, por contra, el producto se decanta en el fondo y no se mezcla con el agua, tu gotelé es plástico.

Si se trata de pintura al temple, la tarea será menos ardua. Solo necesitas humedecer las paredes generosamente con agua utilizando un pulverizador para que la pintura se ablande. Después, con una espátula, podrás ir raspando cuidadosamente de abajo hacia arriba, eliminando la textura.

Si el gotelé es de pintura plástica, necesitarás algo más que agua. Aplicar un decapante para relieves puede ser tu mejor aliado. Este producto ayuda a ablandar la pintura para facilitar su remoción con la espátula. No obstante, si prefieres no lidiar con el proceso de raspar, otra opción efectiva es cubrir directamente el gotelé con una masilla especial. Esto requiere aplicar una capa de producto, alisar los bordes con una llana y, si es necesario, añadir una segunda capa para asegurar un acabado perfectamente liso.

Independientemente del método que elijas, prepara bien el área de trabajo: cubre muebles, ventanas y enchufes para protegerlos del polvo y los residuos. Además, no olvides equiparte con mascarilla, gafas y guantes para protegerte.

Una vez hayas eliminado el gotelé, llegará el momento de perfeccionar la superficie. Lija las paredes para suavizar cualquier imperfección y aplica una capa de imprimación antes de pintar. Esto asegurará que tu nueva pared lisa tenga el acabado ideal y esté preparada para cualquier decoración futura, desde una capa de pintura fresca hasta el más elegante de los papeles pintados.

Eliminar el gotelé puede ser un proceso laborioso, pero con paciencia y los pasos correctos, transformarás las paredes de tu hogar, dándoles un aspecto renovado y contemporáneo. Así que, manos a la obra, ¡tu nueva habitación te está esperando!