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Yoga para inmortales: una historia sin fecha de inicio
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Yoga para inmortales: una historia sin fecha de inicio

No es solamente la unión de una serie de técnicas psicofísicas, sino también una actitud personal de compromiso con la búsqueda y el desarrollo interno

Foto: Alexandra David-Néel (en el centro) en Lhasa, 1924
Alexandra David-Néel (en el centro) en Lhasa, 1924

Es una de las herencias más antiguas provenientes del lejano oriente, probablemente resultante del acumulado de experiencias místicas transferidas durante generaciones a las gentes que han necesitado conformar un individuo sano, mental y físicamente. Y en ocasiones en procesos de búsqueda personal más elevados en lo tocante al desarrollo de la consciencia y su trascendencia al margen del yo asociado a lo físico.

El filósofo e historiador rumano Mircea Eliade, en su formidable ensayo 'El yoga: inmortalidad y libertad', revela sobre cómo se puede dotar el practicante de este arte ciencia, a través de la meditación ejercida de forma comprometida y responsable, de facultades portentosas rayanas incluso con poderes mágicos, como aseveraba empíricamente otra gran exploradora del espíritu humano, la antropóloga francesa Alexandra David-Néel en los albores del siglo XX en su periplo tibetano de 30 años.

Cabe la posibilidad, no descartable, de que el yoga no tenga una fecha inicial con la que dejar registro en la cronología humana y su devenir en el tiempo. Antropólogos como el norteamericano Joseph Campbell con su magnum opus Masks of God (Las máscaras de Dios), explora los mitos de civilizaciones perdidas y culturas a través de los últimos milenios, llegando a la conclusión de que las puertas de la percepción están en nuestro interior y que debidamente entrenadas se abren hacia lo que Buda dio en llamar la Iluminación.

placeholder Estatua del Gran Buda en la pagoda Long Son en Nha Trang, Vietnam
Estatua del Gran Buda en la pagoda Long Son en Nha Trang, Vietnam

Esto nos conduce a un dilema bastante dramático; ¿Por qué teniendo opciones liberatorias al alcance de nuestra mano nos hemos subordinado al consumo y el materialismo más descarnado?

Tradicionalmente, los ermitaños que habitan las faldas del área de Lhadak al noroeste de India, cuevas de la meseta tibetana, zonas inaccesibles de las faldas de los Himalayas, oquedades en los grandes árboles o monasterios perdidos en silenciosas montañas; llegan a practicar los poderes shiddis basados en una estricta disciplina yóguica en la que el ayuno tiene una presencia casi constante, aunque intermitente o suavizada por la ingesta de frutos secos y frutas de temporada. De esta forma, el pensamiento mágico o las facultades que incorporan a través de largos años de entrenamiento con sus mentes, se traducen en bondad y procedimientos terapéuticos para con aquellos que sufren. En los evangelios apócrifos se habla de un Jesucristo habitual de las pócimas curativas y la imposición de manos, y se dice de él que era un esenio con portentosas facultades curativas que vivía en una cueva de Qumram al sur del Mar Muerto. De Buda se comentan cosas similares en los textos anteriores a la épica cristiana. Ambos, eran 'yoguis'.

El yoga no es solamente la unión de una serie de técnicas psicofísicas, sino también una actitud personal de compromiso con la búsqueda y el desarrollo interno; como tal, no se puede datar en una fecha inicial. Su enseñanza se mantuvo en el tiempo limitada a la tradición oral entre maestro y discípulo.

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Fuente: iStock

Como dato relevante, se puede considerar que en las culturas del Indo (Harappa) y mesopotámicas posteriores (3000 a.C) se han descubierto en excavaciones entre la cordillera del Himalaya y las tierras iranias, evidencias de posturas yóguicas (Asanas) en tablillas de arcilla y bajorrelieves además de pequeñas figuras ornamentales en actitud meditativa. De hecho, en los textos vedas finales, los que han dado asiento a la filosofía Vedanta, filosofía que propone a través del desarrollo de un ideal místico el progreso hacia la integración en una Conciencia común previa, presente y permanente.

El mensaje básico de esta doctrina nos enseña que el Ser individual es parte de un Todo que nos abarca y que su reconocimiento solo es accesible por la práctica del yoga (Unión). Según este criterio, técnicamente, la activación de la energía Kundalini que radica durmiente en la zona pélvica del perineo evoluciona de forma progresiva desde un chakra llamado Muladara hasta un séptimo alojado en la zona de la coronilla, llamado a su vez Sahastrara, curiosamente orificio más acusado en edades tempranas y en los neonatos.En este procedimiento, la regulación de la respiración (Pranayama)y aspectos prácticos del posicionamiento de las posturas son esenciales para el logro de esta conquista.

En el s.VI a.C aparece en la famosa epopeya llamada “Mahabharata” que a su vez contiene el Bhagavad Gita; como Krishna, instruye a Arjuna - el épico guerrero protagonista de esta magna obra -, en el arte del yoga para así alcanzar la liberación mediante el cumplimiento de las tareas encomendadas basadas en la compasión, la responsabilidad y los hechos bondadosos con independencia de lo que las circunstancias nos pudieran imponer.

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Pero hay una etapa crucial en la difusión de este arte ciencia . Es en el siglo II d.C. la laicidad del yoga menos canónico o sujeto a condicionantes o vínculos religiosos comienza a esparcirse por el planeta. Quienes vehiculan la difusión son los árabes y más concretamente la escuela Sufí alejadas del rigorismo de otras corrientes del islam. Un siglo después, los Yoga Sutras de Patanjali, un filósofo y místico de indeterminada procedencia cuya vida y momento histórico es un auténtico enigma, refleja en una obra de indiscutible erudición un compendio de cuatro capítulos compuesto por 195 sutras o recomendaciones en forma de aforismos.

Es a principios del siglo XX cuando una miríada de maestros (Swamis) provenientes de India desembarcan en Francia, R.U y EE. UU. para atender las demandas de un público necesitado de respuestas espirituales ante la brumadora ola de consumismo y materialismo. En un periplo inverso, exploradores del alma viajan a India (Pune, Rishikhes, Varanasi, etc.) para instruirse en este arte ciencia cuya magia parece estar extendiéndose a pasos agigantados.

En España, el maestro Ramiro Calle, en una magna labor de más de 50 años de actividad en su escuela de la calle Ayala en Madrid, ha sido probablemente el mayor difusor de esta disciplina. Sería de celebrar que, como la música, el ajedrez o la filosofía; conformara el yoga la practica de la juventud en edades tempranas con independencia de que es apta su práctica para cualquier momento de la vida, considerando el abanico de posibilidades que ofrece y las limitaciones propias de cada individuo en función de la edad.

* Euria van den Brule Moral es Maestra Internacional de Yoga

Es una de las herencias más antiguas provenientes del lejano oriente, probablemente resultante del acumulado de experiencias místicas transferidas durante generaciones a las gentes que han necesitado conformar un individuo sano, mental y físicamente. Y en ocasiones en procesos de búsqueda personal más elevados en lo tocante al desarrollo de la consciencia y su trascendencia al margen del yo asociado a lo físico.

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