Una española que vive en Florida enumera las cosas que en EEUU son de ricos y en España no: "Aquí es imposible"

Una mirada reveladora al contraste entre lo que se considera un signo de estatus en Estados Unidos y lo que, en España, forma parte de la rutina de la clase media ha sido compartida por una ciudadana española que actualmente vive en Florida.

Esta observación nos brinda una perspectiva única sobre cómo pequeños lujos y servicios básicos en España se convierten en exclusividades en el país norteamericano.

El vídeo que ha compartido a través de su perfil de TikTok empieza con un análisis sobre la ayuda doméstica. Mientras que en España contratar a alguien para la limpieza del hogar es accesible, en Estados Unidos este servicio es considerado extraordinariamente costoso.

"Vais a flipar", señala la tiktoker al describir la disparidad de precios, evidenciando las enormes diferencias económicas en el acceso a servicios que mejoran la calidad de vida.

El lujo de los cuidados personales

Ir con cierta frecuencia a la peluquería se transforma en un lujo inaccesible para muchos en Estados Unidos. Con un gasto que puede oscilar entre los 400 y 500 dólares por visitas que incluyen tratamientos como balayage o mechas, esta rutina se aleja significativamente de lo que es habitual en España, donde tales servicios son más asequibles y frecuentes.

"Eso si te da por salir a cenar, que eso también es de ricos", comparte la española

El cuidado infantil y las salidas de ocio también reflejan diferencias notables. Emplear a una cuidadora por unas horas puede suponer un coste de 25 dólares la hora por niño, transformando una simple salida en una decisión de gran peso económico. "Eso si te da por salir a cenar, que eso también es de ricos", comparte la española, destacando la contraposición con la cotidianidad española de disfrutar comidas fuera de casa con mayor regularidad.

Costes de la vida cotidiana

Asimismo, tareas diarias como el lavado de coche, con un precio de entre 20 y 30 dólares, y la educación infantil, que demanda una inversión de entre 1.000 y 1.500 dólares mensuales, se presentan como ejemplos palpables de cómo las obligaciones cotidianas pueden representar un desafío financiero mayor en Estados Unidos en comparación con España.

Esta comparativa no solo arroja luz sobre las divergencias económicas y de estilo de vida entre ambos países, sino que también invita a la reflexión sobre nuestros propios estándares de confort y lujo. Se trata de una narrativa que aproxima a los lectores a las realidades de vivir entre dos culturas, cada una con sus definiciones particulares de lo que constituye una vida plena y satisfactoria.