La 'passeggiata': una desconocida tradición italiana que sorprende a los extranjeros
Muchos visitantes de Italia, especialmente los estadounidenses, se asombran cuando ven a sus ciudadanos desplazarse caminando a todas partes
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En Europa las ciudades son, en general, amables con el peatón. Están diseñadas para caminar de un lado a otro o para desplazarse en transporte público, sin dejar de lado los vehículos personales, como ocurre en Italia. Los extranjeros que visitan la ciudad, especialmente los estadounidenses, se sorprenden cuando comprueban que pueden ir caminando a todas partes, algo que en su país es más complicado dada la prevalencia de los coches por encima del peatón.
Joey Mannarino, un usuario estadounidense de X, afirmaba en una publicación que, tras nueve días de visita por Italia desayunando un café con leche y un donut, se las había ingeniado para adelgazar unas “tres libras”, casi un kilo y medio de peso. Su secreto lo desvela otro usuario de la red social, Derek Guy, que también pudo disfrutar de Italia durante unos días. Los italianos tienen una tradición que aplican todos los días, y les ayuda a mantenerse en forma: la passeggiata.
When I visited Italy, I noticed that I walked everywhere. I walked to get pizza, walked to get gelato, and walked back to my hotel. Italians even have a term (passeggiata) for the leisurely strolls they take after dinner. In the US, cities are much more oriented around cars. https://t.co/KXJsNu2Wks
— derek guy (@dieworkwear) 28 de enero de 2024
“Cuando visité Italia, noté que caminaba a todas partes. Caminé para comprar pizza, caminé para comprar helado y regresé a mi hotel”, declaraba Derek en su respuesta. Y es que la passeggiata es hasta contagiosa, y todo el mundo quiere ponerla en práctica. Consiste en, tras acabar la jornada laboral o después de la cena de cada día, salir a pasear un rato por la ciudad o el pueblo donde se resida, mientras se disfruta del atardecer.
Un paseo al atardecer
Esta es una tradición o ritual más habitual en las ciudades del sur de Italia, en la zona de Sicilia o Cerdeña, especialmente en los meses de buen tiempo. Pero también es usual ver a personas en Roma o Milán practicando sus tradicionales passeggiatas. No hace falta que sea una caminata rápida, sino que consiste en dar un paseo suave, sin un objetivo en concreto. Muchas de estas passeggiatas tienen sus propios recorridos, por el centro histórico o por la zona del puerto, y las familias los repiten cada día como una tradición más, que les ayuda a mantener un buen estado de salud.
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En Europa las ciudades son, en general, amables con el peatón. Están diseñadas para caminar de un lado a otro o para desplazarse en transporte público, sin dejar de lado los vehículos personales, como ocurre en Italia. Los extranjeros que visitan la ciudad, especialmente los estadounidenses, se sorprenden cuando comprueban que pueden ir caminando a todas partes, algo que en su país es más complicado dada la prevalencia de los coches por encima del peatón.
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