Es noticia
¿Por qué aumentan los conflictos en las navidades? (Y cómo evitarlo)
  1. Alma, Corazón, Vida
con mesura todo es mejor

¿Por qué aumentan los conflictos en las navidades? (Y cómo evitarlo)

Las comidas familiares deberían ser felices pero pueden acabar convirtiéndose en un campo de batalla. ¿A qué se debe y qué podemos poner de nuestra parte para que no suceda?

Foto: (iStock)
(iStock)

Para algunos, las navidades son tiempos extremadamente felices que les devuelven a la infancia, donde además de disfrutar de su espiritualidad (si la tienen) también aprovechan para ver a multitud de familiares y amigos a los que quieren, preparar grandes cenas y comidas que acaban en digestiones complicadas, o ver anuncios de colonias con palabras susurrantes en francés. Para otros, sin embargo, no son una época tan feliz, y las esperan con temor todos los años.

Una de las razones puede ser porque tienen verdadero pavor de que se les vayan de las manos ciertas conversaciones y lo que debía ser una cena tranquila acabe convirtiéndose en un campo de batalla. Dicen las malas lenguas que en Navidad aumentan las visitas de las ambulancias a las casas, pero, ¿por qué aumentan los conflictos en un momento en el que parece casi obligatorio disfrutar y estar feliz? Pues, según cuenta Psychology Today, hay varias razones.

Agotamiento

Los días festivos son los días de viaje más concurridos del año, lo que genera aeropuertos abarrotados, camiones abarrotados, retrasos en los vuelos y muchos embotellamientos. Es posible que te encuentres durmiendo en el suelo del aeropuerto, haciendo largas colas para ir al baño o compartiendo el coche con un tío con problemas de higiene o una tía que quizá sufra un trastorno bipolar y no esté medicada.

Los días festivos son los días de viaje más concurridos del año, lo que genera aeropuertos abarrotados, camiones abarrotados, retrasos en los vuelos y muchos embotellamientos

Es posible que tus nervios se disparen cuando llegues a casa de tu familia. Agrega muy poco sueño y compras de último momento y se estará cocinando una crisis emocional a gran escala.

Las regresiones no siempre son buenas

Para algunas personas, regresar al hogar de su infancia es como regresar a la escena de un crimen. Cualquiera que sea el trauma que hayan experimentado durante la infancia, es posible que les inunden los recuerdos infelices de la infancia.

Las sustancias que alteran el estado de ánimo provocan falta de juicio, toma de decisiones erróneas y fallos en el control de los impulsos

Para empeorar las cosas, una vez en compañía de padres y hermanos, se produce una regresión emocional, lo que provoca que resurjan comportamientos infantiles inmaduros, como la rivalidad, la competencia, los rencores, las tensiones y los resentimientos profundamente arraigados. Incluso con años de terapia, un reunión familiar problemática sigue siendo difícil de tolerar.

Los excesos

Desafortunadamente, las vacaciones tienden a ser una época de excesos. Las prácticas dietéticas se desechan y el comer en exceso ocupa su lugar. Agrega el consumo de alcohol o drogas en reuniones familiares y, bueno, ya te imaginarás. Las sustancias que alteran el estado de ánimo provocan falta de juicio, toma de decisiones erróneas y fallos en el control de los impulsos.

Por suerte, se pueden evitar

Para evitar que suceda un drama familiar no deseado, considera estas sugerencias:

  1. Evita el alcohol: puede tener resultados negativos beber en exceso en las reuniones familiares.
  2. Descansa antes de llegar: toma una siesta, reserva un hotel la noche anterior y llega con un buen descanso.
  3. Toma descansos: sal a caminar, toma aire fresco, despeja tu mente, especialmente si te sientes irritable.
  4. Aléjate de los conflictos: se debe evitar la política y otros temas candentes. No vas a conseguir cambiar la opinión de nadie.
  5. Evita detonadores: no es el momento para procesar recuerdos familiares sensibles.
  6. Ten un plan de escape: si todo sale mal, escapa y ten un plan para irte temprano.
  7. Come moderadamente: comer por estrés te hará sentir mucha irritación.

Para algunos, las navidades son tiempos extremadamente felices que les devuelven a la infancia, donde además de disfrutar de su espiritualidad (si la tienen) también aprovechan para ver a multitud de familiares y amigos a los que quieren, preparar grandes cenas y comidas que acaban en digestiones complicadas, o ver anuncios de colonias con palabras susurrantes en francés. Para otros, sin embargo, no son una época tan feliz, y las esperan con temor todos los años.

Navidad
El redactor recomienda