Es noticia
¿Por qué es tan difícil dormir en invierno?
  1. Alma, Corazón, Vida
insomnio estacional

¿Por qué es tan difícil dormir en invierno?

Como hay menos luz solar, esto puede alterar el ciclo natural del sueño del cuerpo, entre otros problemas

Foto: (iStock)
(iStock)

Aunque a algunas personas les cuesta dormir cuando hace mucho calor, la mayoría suelen poner el aire acondicionado y descansar profundamente en las noches de verano. Sin embargo, cuando el clima va tornándose frío, parece más difícil conciliar el sueño. Pocas experiencias hay peores que esa de estar acostado en la cama dando vueltas sin capacidad para caer en los brazos de Morfeo, y si últimamente te sucede a ti, quizá te alivie saber que no estás solo. Se sabe que la temporada de invierno provoca insomnio, y saber el por qué quizá te ayude a descansar mejor en las largas noches heladas.

Según informa Best Life, una de las principales razones por las que puede resultarle más difícil dormir en este momento se debe a los días más cortos. Como hay menos luz solar, esto puede alterar el ciclo natural del sueño del cuerpo, pues como bien sabrás si alguna vez has tenido problemas para descansar, la falta de luz solar puede afectar específicamente a la melatonina, que es una hormona importante en el cuerpo que ayuda a regular el ritmo circadiano y el ciclo de sueño-vigilia.

Menos luz matutina puede provocar una menor supresión de la melatonina, lo que hace que sea más difícil sentirse completamente despierto durante el día

Menos luz matutina puede provocar una menor supresión de la melatonina, lo que hace que sea más difícil sentirse completamente despierto durante el día. Las puestas de sol más tempranas implican una disminución menos dramática en los niveles de melatonina a la hora de acostarse, lo que afecta la calidad del sueño. Según los expertos, para lograr un funcionamiento circadiano óptimo es necesario que haya un gran contraste con la cantidad de luz a la que estamos expuestos durante el día en comparación con la noche.

Esto significa que deberíamos intentar salir al aire libre siempre que podamos durante el día y minimizar las pantallas brillantes por las noches, es un consejo que siempre es útil si sufres insomnio, pero más aún en invierno.

Aún así no hay que echar la culpa solo a la luz solar. El cambio de estaciones también puede hacer que las personas cambien la temperatura de su dormitorio a una demasiado fría o demasiado cálida, y la temperatura juega un papel crucial en el sueño. Aunque los 21 grados son los ideales para dormir, muchas personas terminan durmiendo en ambientes mucho más cálidos porque intentan combatir el clima más frío del exterior.

Demasiadas mantas y pijamas abrigados puede provocar un espacio sobrecalentado y los consecuentes problemas para dormir o permanecer dormido. Nuestros cuerpos están conectados biológicamente para reducir la temperatura corporal central como parte del camino hacia el sueño. Mantener las cosas demasiado calientes puede interferir con esa importante caída en la temperatura corporal y mantenerte despierto. Un dormitorio cálido también puede impedir la producción de melatonina, lo que contribuye al insomnio.

Es recomendable mantenerse abrigado por la noche durante el invierno, pero no demasiado. De la misma manera, mantener los pies calientes también es algo importante, pues que estén fríos es otra de las razones más comunes por las que las personas se despiertan durante la noche en invierno. Por eso, también es buena idea usar unos calcetines calientes para dormir si eres propenso a tener frío en los dedos de los pies por la noche.

Además de estos dos problemas principales, algunos de los otros problemas que pueden afectar la capacidad para dormir en invierno incluyen el aire seco, las vacaciones y la falta de ejercicio. En invierno, el aire tiende a ser más seco y esto puede provocar problemas respiratorios como congestión nasal y sequedad de garganta. Los cambios de rutina tampoco ayudan, con horarios irregulares y un aumento de las actividades sociales que alteran los patrones normales de sueño. Además de eso, el clima frío también puede afectar nuestras rutinas de ejercicio.

El ejercicio regular promueve un mejor sueño y una disminución de la actividad física durante el invierno puede contribuir a las dificultades para dormir.

Aunque a algunas personas les cuesta dormir cuando hace mucho calor, la mayoría suelen poner el aire acondicionado y descansar profundamente en las noches de verano. Sin embargo, cuando el clima va tornándose frío, parece más difícil conciliar el sueño. Pocas experiencias hay peores que esa de estar acostado en la cama dando vueltas sin capacidad para caer en los brazos de Morfeo, y si últimamente te sucede a ti, quizá te alivie saber que no estás solo. Se sabe que la temporada de invierno provoca insomnio, y saber el por qué quizá te ayude a descansar mejor en las largas noches heladas.

Dormir bien
El redactor recomienda