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Animales caníbales: cuando ser de la misma especie no es un pretexto para alimentarse entre ellos
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Animales caníbales: cuando ser de la misma especie no es un pretexto para alimentarse entre ellos

Estas criaturas no tienen ningún reparo moral ni ético a la hora de zamparse entre ellos si tienen hambre; incluso, muchos lo hacen hasta con sus propias crías

Foto: Un hipopótamo colombiano. (EFE/Instituto Alexander Humboldt)
Un hipopótamo colombiano. (EFE/Instituto Alexander Humboldt)

Comer a un miembro de tu misma especie es moralmente reprobable para nosotros, los humanos. Lo cierto es que los animales están despojados de toda reflexión moral o ética, por lo que si el hambre y la necesidad aprieta (o tal vez la rabia), tan solo hay que dejar libre al instinto. Algunos son caníbales a tiempo parcial, cuando no encuentran ningún otro tipo de alimento, y otros están más acostumbrados a degustar carne de su misma especie.

Siendo un tabú como es para nosotros, la crueldad animal no tiene límites, y algunos hasta devoran los cuerpos de las crías de otro, lo cual resulta de lo más desagradable de pensar. Si eres especialmente sensible, mejor no sigas leyendo, pues los primeros en salir en esta lista que ha recopilado Live Science son nuestros antepasados los primates. En 2019, un grupo de científicos observó cómo un grupo de monos capuchinos cariblancos panameños se repartía los restos de un bebé de tan solo diez días que se había caído de un árbol en el Parque Nacional Santa Rosa de Costa Rica.

Lo peor es que todo estaba planeado: fue un macho adulto quien empujó y atacó al bebé. No son la única especie animal que puede llegar a devorar a sus pares; el oso polar es otro de los caníbales más famosos. Tanto los machos como las hembras han sido pillados in fraganti mientras devoraban a osos que previamente han sido presas de cazadores, según desveló un estudio de 2011 publicado en Arctic. Igualmente, el rotativo británico The Guardian reportó un aumento de estas prácticas caníbales en 2020 entre osos en el norte de Rusia debido a la falta de alimentos, sobre todo porque el cambio climático y la actividad humana les había obligado a mantenerse lejos de sus zonas de caza habituales.

Los jaguares

Los jaguares son famosos por ser una de las bestias más fieras y depredadoras de todo el reino animal, por lo que es fácil encajarles en la descripción o el papel de caníbales. Así lo refleja un estudio de 2010 publicado en la revista The Southwest Naturalist, que documentó el primer caso de canibalismo salvaje entre jaguares adultos. Al parecer, dos machos mataron y luego se zamparon de manera parcial a otra hembra. También se han reportado casos de infanticidio en esta especie, aunque de manera muy puntual.

Canibalismo con las crías

El caso del tiburón toro es sumamente curioso; básicamente, porque no hace falta que llegue a nacer para cometer semejante degeneración moral. Como explica la revista National Geographic, el embarazo dura un año y comienza con seis o siete embriones en sus dos úteros, pero solo uno de ellos llega al final de la gestación. Antes de nacer, el embrión más fuerte devora a sus hermanos. Las serpientes tampoco se quedan cortas. Al inspirar tanto miedo, es normal imaginárselas devorando a miembros de su misma especie. Un estudio de 2009 descubrió que el 68% de las hembras de la serpiente de cascabel se come a sus crías muertas para recuperar nutrientes y poder reproducirse de nuevo.

Las arañas y los hipopótamos

Por otro lado, las arañas son caníbales expertas, ya que lo practican de diversas maneras. Hay algunas que devoran a sus parejas después del apareamiento, sobre todo las viuda negra. Y luego están las arañas macho del desierto de la especie Stegodyphus lineatus, que cometen infanticidio cuando la cría de sus hembras está a punto de nacer. Si las crías logran salir del cascarón, sus madres se las comen.

Por último, están los hipopótamos, de los cuales se pensaba que tenían un comportamiento herbívoro hasta los años 90, cuando empezaron a aparecer vídeos en los que salían hurgando en cadáveres en busca de carne, incluidos restos de otros hipopótamos. Precisamente, se sospecha que fueron ellos los que propagaron el ántrax en un brote que hubo en Uganda en 2004, según informó New Scientist.

Comer a un miembro de tu misma especie es moralmente reprobable para nosotros, los humanos. Lo cierto es que los animales están despojados de toda reflexión moral o ética, por lo que si el hambre y la necesidad aprieta (o tal vez la rabia), tan solo hay que dejar libre al instinto. Algunos son caníbales a tiempo parcial, cuando no encuentran ningún otro tipo de alimento, y otros están más acostumbrados a degustar carne de su misma especie.

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