Una americana prueba de nuevo un chocolate con churros tras una primera decepción y cambia de opinión: "¡Oh, Dios mío!"

• Una española lleva a su novio de EEUU a probar un chocolate con churros y se hace viral
• La dulce reacción de una coreana al probar el chocolate con churros por primera vez

Vivir en un país extranjero conlleva numerosos contrastes culturales a los que uno tiene que amoldarse. Como es lógico, este proceso de adaptación no siempre resulta fácil. Salir de la zona de confort, nunca lo es. Un nuevo país, nuevas gentes, nuevo idioma, nuevas tradiciones y formas de ver la vida o una nueva gastronomía son cosas a las que uno tiene que enfrentarse.

Uno de los casos más habituales y que más suele costar (a veces) es el de la alimentación, tan diferente de unos países a otros. Pero no siempre esto tiene que ser negativo y abre las miras y gustos hacia otras culturas y otras formas de cocinar y tratar los alimentos, radicalmente opuestas a las nuestras, como ocurre con los contrastes entre occidente y oriente.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

San Ginés, entre los churros, la sátira y el Greco

Rubén Amón

En el caso de Sarah, una estadounidense que vive en España con su novio desde el mes de septiembre y que narra en su cuenta de TikTok su día a día en nuestro país: sus viajes por España, sus compras en el supermercado, sus clases, las comidas que está aprendiendo a hacer o el apartamento que comparte con varios compañeros de piso.

"Estaba en el cielo"

Pero si hay algo que a Sarah le encanta es el chocolate y aquí ha descubierto una deliciosa variante: el chocolate con churros. Una delicia que atrapa a la mayoría de los extranjeros que visitan nuestro país. Tras hacer un primer intento en una popular chocolatería de Granada, su experiencia no resultó del todo satisfactoria: “Me decepcionó en general, sobre todo por el chocolate”.

Por eso, aprovechando su visita a Madrid, decidió salir de dudas y pasar por San Ginés, la chocolatería del que todo el mundo le hablaba. “Uno pensaría que un lugar que está abierto desde 1894 sabrá hacerlos bien, pero no puedo creer que estos fueran todo lo que pensaba que debían ser unos churros con chocolate”, comienza explicando la estadounidense.

“Nuestra cuenta fue de 11,80 €, que es un poco caro para una merienda dulce”, explica la joven que, en seguida, notó que el chocolate era diferente: “Tenía un color un poco más oscuro y era más espeso”. Y cuando dio el primer bocado al churro bañado en chocolate no tuvo dudas: “¡Oh, Dios mío! Estaba en el cielo. Esto era todo lo que esperaba que fueran los churros con chocolate”.

Acto seguido probó “una versión aún mejor de un churro” y con una porra en la mano, sus expectativas fueron aumentando: “¡Wow! Justo cuando pensaba que la merienda no podía mejorar, la porra me llevó al siguiente nivel”, concluyó antes de asegurar que “ahora estaré pensando en estos por el resto de mi vida”.