Cómo hacer que el rollo de papel de cocina no se quede abierto: el truco para sellarlo

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El papel de cocina tiene múltiples usos, por eso se ha convertido en un producto indispensable en casa. Absorbente y resistente, el papel de cocina resulta muy cómodo para cualquier uso a la hora de cocinar. Lo mismo sirve para secar alimentos, filtrar el aceite de los fritos, para envolver bocadillos o como papel secante dentro de la nevera.

Pero su uso se extiende más allá y muchas personas lo emplean para limpiar todo tipo de superficies, como los cristales, los azulejos o la vitrocerámica, ya que su textura es muy eficiente a la hora de desincrustar la suciedad. Además, en muchos casos también se utiliza como servilleta a la hora de sentarse a la mesa a comer.

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Tanto es el uso que se le da, que es habitual encontrar el papel abierto, con las molestias que ello conlleva. Sin embargo, existe un truco muy sencillo con el que se acaba con este problema a la vez que se aporta un toque estético y de cierto glamour a la cocina. ¿Cómo? Pues mediante un pequeño sellado, como los viejos lacres o membretes que se usaban para cerrar las cartas postales.

Sencillo y en apenas unos segundos

El truco para conseguirlo permitirá no malgastar papel de forma innecesaria y evitará que se quede abierto y despegado, algo que visualmente resulta bastante incómodo para los amantes del orden en casa. El sellado se realiza en apenas unos segundos y no necesita de ningún ingrediente casero, solo tener el grifo de la cocina a mano.

El sellado se realiza en apenas unos segundos y no se necesita ningún ingrediente casero, solo tener el grifo de la cocina a mano

Lisa Folm, una usuaria de TikTok, ha dado con la clave en un vídeo que dura apenas 16 segundos. El truco consiste en extraer el papel de cocina del portarrollos y recoger el papel hasta que quede pegado. Más tarde, Folm abre el grifo de la cocina, lo deja correr unos instantes y después lo cierra.

Con el grifo cerrado, sitúa el rollo debajo, que ahora permanece húmedo por el reciente paso del agua. Basta con presionar el rollo a la boca del grifo, para que quede impregnado y sellado para que la hoja no vuelva a moverse. Hecho esto, el papel de cocina se vuelve a dejar en el portarrollos hasta su próximo uso.