Una 'tiktoker' siembra la polémica al contar que no habrá alcohol en su boda: "Me van a llamar aguafiestas"

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Cuando una pareja organiza una boda, lo más importante es que todo esté a su gusto y que ambos se sientan bien en un día tan importante para sus vidas, aunque también hay que tener satisfechos a los invitados, y el equilibrio entre ambas cosas puede ser difícil a veces. Muy especialmente, cuando está en el punto de mira un elemento que está tan asociado a este tipo de celebraciones: el alcohol.

Cuando una influencer con más de 7 millones de seguidores en TikTok habla sobre ello, el debate está servido a gran escala. Se trata de la argentina Sol Carlos, afincada en Miami, que prepara su boda y ha reflexionado sobre una posible decisión que se plantea, aunque parece que aún no lo tiene del todo claro: "no sé si quiero tener alcohol en mi boda".

Tal como explica, ni ella ni su pareja toman prácticamente alcohol, y plantea la idea de "usar ese dinero y comprar algo donde todos podamos disfrutar, tal vez un show". Además, asegura que ha estado en muchas bodas en las que "el alcohol termina siendo un problema". Muchos usuarios le dan la razón en que la boda es de ellos y está bien que la organicen como mejor consideren, aunque también hay quienes señalan cosas como que "yo creo que deberías pensar también en tus invitados y llegar a un equilibrio, que haya alcohol pero no desmedido, así no ocasiona problemas" o "es algo que la gente espera, para mí sí es aburrido, mínimo un gin tonic".

Tampoco quiere niños

Pero el alcohol no es lo único que quiere suprimir en su boda: en otro vídeo, también reconoce que preferiría que no hubiera niños. "He ido a varias bodas donde los niños destruyen el vestido de la novia y decoraciones, y los padres no hacen nada", lamenta. Además, plantea la siguiente pregunta: "no llevarías a un niño a una discoteca, ¿entonces por qué lo llevarías a una boda?".

Eso sí, también se presta a la posibilidad de contratar ella misma una niñera que cuide de los niños en una habitación aparte, para que los invitados no tengan que buscar a sus propias niñeras o personas que cuiden de los hijos. Aunque, por otra parte, considera que "si doy un año de anticipación, tal vez puedan conseguir a alguien a tiempo".