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Un chico de 13 años interrumpe una conferencia sobre seguridad en las redes y la lección del ponente impresiona a todos
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Cuidado con los 'groomers'

Un chico de 13 años interrumpe una conferencia sobre seguridad en las redes y la lección del ponente impresiona a todos

En una charla sobre los peligros de los depredadores sexuales en redes sociales, un joven adolescente pudo replantearse los riesgos que existen gracias a las preguntas del ponente

Foto: Los menores de edad pueden estar expuestos al acoso de depredadores sexuales en Internet (iStock)
Los menores de edad pueden estar expuestos al acoso de depredadores sexuales en Internet (iStock)

En la época actual que vivimos, en la que las redes sociales tienen una presencia tan importante, dar un smartphone sin supervisión a un niño o a un adolescente puede conllevar peligros muy importantes. Sin embargo, tanto padres como jóvenes suelen infravalorar estos riesgos, sin tener suficientemente en cuenta que en Internet hay muchos indeseables que pueden entrar en contacto con los más vulnerables, lo cual por desgracia incluye los conocidos como groomers, un concepto que define a pederastas que se ganan poco a poco la confianza de menores de edad en la red con motivos de abuso sexual y pornografía infantil.

El Profesor Duchement es un ingeniero informático y perito judicial especializado en ese tipo de delitos, que con frecuencia ofrece charlas a menores en colegios para tratar el tema de la seguridad en redes, y para concienciarles sobre hacer un uso responsable de las redes sociales. Sin embargo, a menudo hay adolescentes en las aulas que cuestionan sus palabras por considerarlas exageradas, y que creen que lo tienen todo controlado en su mundo virtual. Duchement ha contado en un hilo de Twitter su experiencia en una de estas charlas, y cómo hizo que uno de estos chavales, de 13 años de edad, se replantease la manera en que ve la seguridad en la red.

A lo largo de su extenso hilo, el profesor explica que el niño creía saberlo todo y no estar en riesgo, porque creía que los depredadores sexuales eran tan fáciles de detectar que solo pueden engañar a "l@s niñ@s que son idiotas". Pero Duchement quiso desafiar ese pensamiento con preguntas que exponían lo endeble de aquellas convicciones, pero todo ello con cuidado de no dejarle "en evidencia ante los demás".

La lección en el aula

Ante las suspicacias del chico, el ponente empezó preguntándole si tenía cuenta de Instagram, y cuántos seguidores tenía. El chaval dijo tener más de 300, y parecía tener claro que todos ellos eran también jóvenes de fiar, pero Duchement le demostró que era muy improbable que realmente conociese a tantos y pudiese saber quiénes eran, y que perfectamente podía haber algún groomer entre ellos.

Tal como explica, y aunque muchos de estos pederastas son personas torpes a las que se les ve rápido las intenciones, también hay otros que son más "profesionales" y dedican meses a crearse perfiles falsos con fotos de otros niños, y a establecer vínculos de confianza con menores de edad de manera gradual y lenta. Duchement expone un caso de un groomer que empleó tres años en copiar el perfil de otra niña con sus fotos para que pareciese creíble, y que ni siquiera era la más elaborada de sus cuentas falsas.

Tras argumentar todo esto, el ponente afirma que el chico "se ha dado cuenta" de que "estaba infravalorando el peligro". Y a continuación, expone el escalofriante dato de que 3 de cada 4 niños presentes en redes sociales han recibido ataques grooming según Save the Children, y la noticia concreta de un groomer que manipulaba psicológicamente a sus víctimas de entre 9 y 17 años, y que llegó a conseguir que una de ellas "crease material de explotación sexual infantil de su hermanita de 9 años (bajo su encargo) y que se lo mandase".

Por último, hace un llamamiento a los tutores legales de niños y adolescentes a los que compran smartphones sin supervisión, e insiste en la necesidad de que estén pendientes de su actividad en redes sociales, y de hablar con los jóvenes sobre esta cuestión.

En la época actual que vivimos, en la que las redes sociales tienen una presencia tan importante, dar un smartphone sin supervisión a un niño o a un adolescente puede conllevar peligros muy importantes. Sin embargo, tanto padres como jóvenes suelen infravalorar estos riesgos, sin tener suficientemente en cuenta que en Internet hay muchos indeseables que pueden entrar en contacto con los más vulnerables, lo cual por desgracia incluye los conocidos como groomers, un concepto que define a pederastas que se ganan poco a poco la confianza de menores de edad en la red con motivos de abuso sexual y pornografía infantil.

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