Tres maneras de aprovechar una almohada vieja para limpiar y ordenar tu hogar
Saca el máximo partido a los elementos que han quedado en desuso. Hoy, vemos cómo las fundas de almohada pueden servir para guardar o limpiar aquellas zonas de difícil acceso
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Las fundas de la almohada sirven para muchas otras cosas que el simple hecho de proteger la almohada de los sudores nocturnos. En realidad, este artículo indispensable de la ropa de cama puede tener otras muchas más utilidades más allá de la necesidad de garantizar un descanso limpio y placentero. Hay muchas formas de reutilizar las fundas de cama o almohadones que ya no usamos y darles una nueva vida.
Los almohadones viejos son excelentes de cara a clasificar tus prendas y guardarlas en el armario
Además, podremos aprovecharlas para aportar un extra de limpieza a la casa, lo cual generará una sensación de higiene mucho más profunda. Aquí van algunas de ellas, recopiladas por la revista Life Hacker.
Clasificar tu ropa
Los almohadones viejos son excelentes de cara a clasificar tus prendas y guardarlas en el armario. O, en todo caso, para guardar el resto de la ropa de cama: tras cada lavado, seca las sabanas y fundas de los colchones, y luego guárdalos dentro de un almohadón viejo.
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De esta forma, no tendrás que rebuscar las fundas que faltan o tampoco tenerlas ocupando sitio de más en el armario. Del mismo modo, también puedes usar los almohadones para guardar distintos enseres del hogar, como artículos que ya no usas, manteles o prendas en desuso.
Limpiar el polvo
Los almohadones usados y ya viejos son excelentes para atrapar el polvo en esos rincones de la casa inaccesibles a los que no llegamos con el trapo. Se trata de darles un uso similar al que tendría un plumero. En este caso, coge una escoba que también estés a punto de jubilar y recubre sus pelos con el almohadón. También puede servir para pasar el polvo del suelo de una manera más superficial a como lo haría un aspirador.
Mantener limpia la cama de tu perro
En caso de que tengas mascota, es probable que tenga asignada una zona del hogar para dormir (si le has educado bien, no usará la cama). En ese caso, un almohadón viejo resultará de gran ayuda para atrapar los pelos que vaya dejando por ahí o la suciedad que pueda traer en las patas después de cada paseo. Así evitarás tener que limpiar cada dos por tres todo lo que ensucie.
Las fundas de la almohada sirven para muchas otras cosas que el simple hecho de proteger la almohada de los sudores nocturnos. En realidad, este artículo indispensable de la ropa de cama puede tener otras muchas más utilidades más allá de la necesidad de garantizar un descanso limpio y placentero. Hay muchas formas de reutilizar las fundas de cama o almohadones que ya no usamos y darles una nueva vida.