Un 'tiktoker' decide no cenar en un restaurante y el personal reacciona: "Ojalá todos fueran igual"
René y una amiga querían cenar una hamburguesa tranquilamente. Entraron en un local y aunque les dijeron que podían sentarse vieron algo que les hizo cambiar de opinión
Trabajar como camarero no es tarea fácil ya que, aparte de ser ágiles en los momentos de máxima afluencia de público y tener la destreza para recordar comandas y mesas, también necesitan tener habilidades sociales que van desde una buena presencia, a una capacidad resolutiva y, claro está, simpatía y amabilidad.
Y es que trabajar de cara al público requiere tener que enfrentarse a muchos tipos de clientes que, en la mayoría de los casos, hacen prevalecer sus intereses por encima de los del trabajador, abusando de la errónea frase que afirma que ‘el cliente siempre lleva la razón’. Por eso, cuando los clientes tienen cierta empatía, los camareros lo agradecen hasta el infinito.
Es lo que le ha ocurrido a René Soto y una amiga que acudieron a un establecimiento de la conocida cadena para cenar unas hamburguesas. En el vídeo que ha compartido en TikTok, este artista madrileño, reconoce que era tarde y se percató que la hora de cierre de la cocina estaba próxima.
"No seáis cabrones"
“A ver cómo os cuento lo que acaba de pasar. Vamos al Goiko y entramos y decimos que si se puede cenar allí. Nos dicen sí. Decimos: ¿Cuándo cierran? 23.30 Y entonces decimos: mira, no. Porque es una putada. Estaban ahí algunos recogiendo, había gente cenando”, relata el joven mientras camino por la calle de noche junto a su amiga.
@_sotorene ricos postres con @altervero #goiko #goikoburguer #trabajadores #anecdotas #parati #fyp ♬ Another Love: Piano with Rain
Ante esa situación, decidieron pedir la comida para llevar. “Y entonces de repente nos dicen: mira, esto es para llevar y desde cocina os han querido hacer un regalo, os hemos regalado los postres por la compresión, ojalá todo el mundo fuera igual”, relata René, que aseguró que se han sentido “súper agradecidos” por el gesto de los trabajadores.
“Pero para que lo agradezcan así, como para regalarnos los postres, es porque la gente son unos hijos de... gente malilla. Gente, por favor, si va a cerrar un establecimiento y tal no seáis cabrones, pedid para llevar u os vais” afirma lanzando una reflexión sobre los duros horarios del sector de la hostelería.
"Gente, por favor, si va a cerrar un restaurante, no seáis cabrones, pedid para llevar u os vais"
La publicación, que tiene por el momento 335.000 reproducciones, ha sido agradecida por varios camareros. “Soy cocinera y no os puedo querer más”, decía una, mientras otra comentaba que “hay gente que hasta 15 minutos antes de cerrar te piden y si les dices algo te piden hasta la hoja de reclamaciones”.
Trabajar como camarero no es tarea fácil ya que, aparte de ser ágiles en los momentos de máxima afluencia de público y tener la destreza para recordar comandas y mesas, también necesitan tener habilidades sociales que van desde una buena presencia, a una capacidad resolutiva y, claro está, simpatía y amabilidad.