Un ciego paga 930 euros en un bar por una consumición de 9,30 y el dueño no se lo devuelve

Pagar en metálico es una tendencia cada vez más a la baja, da igual de qué se trate. Antes el pago con tarjeta de crédito se reservaba a las compras grandes en el supermercado o a productos caros como electrodomésticos, ropa de marca, etc. Pero cada vez es más habitual encontrarse con personas que abonan una barra de pan o un refresco sin utilizar monedas.

La "culpa" la tiene la proliferación de métodos de pago que hemos experimentado con la revolución digital. Al uso generalizado de las tarjetas de crédito se le unieron otros métodos más modernos como el pago por medio del teléfono móvil (Apple Pay, Samsung Pay, etc), Bizum, etc. Y esto ha ayudado especialmente a algunos colectivos como los invidentes.

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El Confidencial

Sin embargo, lo que le ha pasado a un hombre en la localidad alicantina de Petrer es justamente lo contrario. Entró en un bar, realizó una consumición por valor de 9,30 euros y pagó por medio de Bizum. El problema fue que, al enviar el dinero, no colocó la coma y terminó pagando 930 euros, es decir, 100 veces más de lo que debería.

El dueño no se lo devuelve

Al darse cuenta de lo que había sucedido, el invidente regresó al establecimiento y pidió al propietario que le devolviera el dinero que le había enviado de más. Sin embargo, se encontró con una negativa tajante debido a que, según sus propias palabras, ya no tenía ese dinero.

La razón, según el invidente, es que el empresario tenía una deuda contraída anteriormente y había utilizado su dinero para pagarla. Por eso, le instó a que acudiera a la justicia para recuperar su dinero, ya que él no se lo pensaba devolver por voluntad propia. Sin embargo, el hostelero tiene una versión distinta.

El juez ha citado a ambas partes para el próximo 11 de noviembre

Según Radio Alicante, que cita fuentes policiales, el invidente acudió a la comisaría a poner una denuncia al ver que el hostelero no le devolvía su dinero. Los agentes abrieron un expediente que remitido al juzgado y, ahora, el juez ha citado a ambas partes para el próximo 11 de noviembre.

El dueño del establecimiento reconoce la situación, pero tiene otra explicación. Todo ocurrió un jueves y tenía su cuenta bancaria bloqueada desde el día anterior. El cliente fue el lunes siguiente a reclamar el dinero y el empresario le explicó su situación y, según él, decidieron arreglarlo unos días después: "No me he negado a dar el dinero, tengo el justificante. Quedé en arreglarlo, pero fue entonces cuando se personó la Policía".