Dos detenidos en Venecia por robar una góndola para darse un paseo

Venecia es una de las capitales mundiales del amor. Pocos planes hay más románticos que darse un paseo en góndola por los canales abrazados y disfrutando de unas vistas idílicas. Sin embargo, unos turistas franceses han querido evitarse tener que pagar al gondolero de turno y han decidido robar una de estas famosas barcas para darse ellos mismos un paseo por los canales.

Los turistas decidieron llevarse una de las góndolas que había junto al Puente de la Academia, en pleno corazón de Venecia. El propietario de la embarcación, Giorgio Bognolo, ha señalado que los ladrones tiraron al canal todo lo que había en la góndola (cojines, una funda y artículos por valor de varios cientos de euros). Después, se fueron remando como si se tratara de una canoa.

Su aventura llegó a su fin cuando fueron detenidos por tres jóvenes venecianos que circulaban por los canales en un bote. Se dieron cuenta de que la góndola iba zigzagueando sin control, por lo que se dieron cuenta de que estaba sucediendo algo raro. Por eso, no dudaron en detener la góndola y llamar a la policía, que detuvo inmediatamente a los ladrones.

"Esto no es Disneylandia"

Bognolo asegura a la CNN que tuvo que acudir hasta el Museo Guggenheim, a unos 300 metros de donde se robó su góndola, para identificarla. Cuando llegó, los dos turistas (varones y de unos 30 años) se estaban riendo abiertamente: "Parecían felices, realmente felices. No se disculparon, no pidieron perdón, eso es lo que realmente me dolió. Se reían como si todo fuera un juego".

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El gondolero reconoce que "me hubiera gustado abofetearlos", pero la policía lo impidió. Está muy dolido porque su medio de trabajo no es una broma: su góndola, fabricada a mano, costó 60.000 euros y cada año tiene que gastar 3.000 euros para volver a pintarla. Explica que "las góndolas son delicadas y hermosas, y se necesita mucho dinero para mantener una. Esto te hace sentir como si alguien hubiera tocado a tu esposa o a tu hija".

El gondolero ha contratado al abogado Augusto Palese para pedir daños y perjuicios por lo sucedido. Entre los objetos que tiraron al canal y los daños que produjeron en la embarcación, pedirán entre 10.000 y 15.000 euros. Pero también reclamarán una indemnización por lucro cesante por los días en los que la góndola estuvo en reparación, más otra por "daños morales. Si las personas hacen daño, deben pagar por ello, pero también es por nuestra imagen. A menudo, la gente piensa que viene a Disneyland o a un parque temático. La góndola es un símbolo; es como tirar piedras a la Torre Eiffel".