Se van de cita romántica y acaban a la deriva en mitad de un lago

Las citas románticas no siempre salen como uno se lo espera. A veces, planificar al detalle el encuentro puede ser perjudicial, sobre todo si se hacen planes arriesgados. Así le ocurrió a esta pareja en México que acabó a la derriva en el lago del parque Fundidora de Monterrey (México).

La escena se ha hecho viral en redes sociales después de que los dos novios se montaran en una embarcación con forma de pato y acabaran naufragando. Los dos integrantes no sabían qué hacer y, finalmente, tuvieron que llamar a las autoridades de la zona. Los pedales de la lancha dejaron de funcionar y la embarcación se quedó parada en mitad del lago.

El tiempo pasaba y, pese a los gritos de la pareja, nadie les hacía caso. En el vídeo se puede escuchar la desesperación de ambos: “Aquí estamos los dos en pleno paseo en el lago sin que nadie nos escuche. La lancha no avanza y nos van a tener que rescatar porque estamos lejos de la orilla”.

La lancha se quedó parada

En el vídeo se ve a la chica y a su chico tomarse la situación a risa en un primer momento. Sin embargo, una vez que vieron que la lancha no se movía y que los pedales se habían quedado atrancados, la desesperación y el miedo se empezó a apoderar de ellos. Fue, en ese momento, cuándo comenzaron a gritar pidiendo auxilio.

La pareja pidió auxilio pero nadie los escuchó y regresaron a tierra remando con los pies

En los comentarios del vídeo, muchas personas reconocen que, en algún momento de su vida, vivieron una situación parecida: “Es difícil verlos ya en la noche y muchas veces hay mucha gente, la solución es quitarse el zapato y empujar con el pie”. La pareja tuvo que tomar cartas en el asunto para volver hasta la orilla.

Nadie los escucho y, finalmente, fueron ellos dos solos los que se las ingeniaron para regresar a tierra. Los dos comenzaron a remar con los pies y con las manos para volver al punto de partida. Sin duda, para la próxima ocasión habrán aprendido que coger una barca en mitad de la noche no es el mejor plan posible para una cita romántica. Incluso, la experiencia pudo acabar peor.