Evita que tu casa huela mal aunque tengas perro

El perro se ha convertido en un habitante más de muchas casas en España. Estas mascotas ya son consideradas como el mejor amigo del hombre, aunque hay que ser conscientes que tener un can en casa también tiene sus inconvenientes. Y es que, estos animales desprenden un fuerte olor que puede impregnarse por todo el hogar. Para ello, existen varios trucos para que el ambiente se mantenga sano y fresco.

El primer paso es asegurarte que tu perro está sano. Si tu mascota tiene algún problema de salud, es muy probable que emita malos olores. Así, una infección de oído o de piel, pueden provocar olores extraños que afecten al buen ambiente en tu casa. Además, intenta bañarle frecuentemente para que se mantenga limpio y no tenga mal olor.

Tal y como cuenta la revista El Mueble, si tienes un jardín o un patio, dúchale en el exterior para mantener una mejor higiene en el interior. Aunque, técnicamente los perros no necesitan bañarse, si es recomendable lavarle una vez al mes para que se mantenga en un buen estado y no huela mal.

Evita los malos olores

Los baños no tienen que ser demasiado frecuentes pues acabarías perjudicando la salud de su piel. Esto podría provocarle problemas cutáneos e incluso alergias inesperadas. El champú que utilices debe ser especial para perros. No lo hagas nunca con un champú normal para seres humanos.

Cepillarlo es otra medida muy recomendable. De esta manera, el pelo del can se mantendrá limpio y sano y no cogerá mal olor. Es una práctica que, además, gusta mucho a los perros porque se sienten cuidados y protegidos. Lo ideal es pasarle el cepillo entre dos y cinco veces a la semana.

Lava el collar a menudo y utiliza desodorante para perros una vez que le hayas bañado. Será el toque final perfecto después de un buen baño. Evidentemente, es muy importante que quites los pelos del suelo habitualmente y que tapes los muebles para que el can no se suba e impregne el mal olor en los sillones o en la cama.