Deja de ladrarle a tu perro para publicarlo en TikTok: el peligro del nuevo reto viral

Las redes sociales han constatado lo importante que son los animales para los seres humanos. Si hay un contenido que brilla por sí mismo y da vueltas y vueltas al mundo esos son los vídeos de mascotas que te sacan una sonrisa, y dos, y tres… Los gatos y perros, especialmente, tiene un altar ya en Internet. Son, puede decirse, dueños y señores de nuestro estado de ánimo. Sin embargo, a veces tras esas risas que nos provocan hay conductas humanas que dejan mucho que desear, y tendencias que nos hacen disfrutar a costa del sufrimiento de aquellos que no pueden responder con palabras.

Ejemplo de ello es la ola de vídeos que circula por la red de vídeos de TikTok en los que una persona "ladra" en la oreja a perro de imprevisto con el propósito de provocar en el animal una reacción inesperada. Parece divertido ver lo que sucede: aturdido, el perro por lo general busca la cara de la persona y le lame sin parar, a veces con algún pequeño ladrido, sin saber muy bien qué hacer. ¿Es gracioso? No, no lo es.

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Según ha podido saber el portal de ‘Newsweek’, esta nueva tendencia viral conocida ya como "ládrale a tu perro" tiene un enorme coste para los animales. Los educadores caninos se están llevando las manos a la cabeza al ver que la práctica no deja de circular por todo el mundo, y advierten que debe parar.

Un susto innecesario

"La mayoría de los perros no entenderían la intención detrás del ladrido o, en algunos casos, de dónde viene", asegura el adiestrador Joe Nutkins a dicho medio, que recuerda que "les resulta una fuerte sorpresa que un ladrido se produzca tan cerca".

Precisamente, el reto consiste en imitar un ladrido de manera muy fuerte y violenta, cerca del oído del animal, un auténtico susto que otras personas podrían tomarse como tal, pero que tu mascota no entiende.

"Tanto mover la cola como lamer pueden ser signos de malestar o ansiedad, como sucede también cuando un perro comienza a perseguir su cola bruscamente y sin parar"

De hecho, algunos de los perros que aparecen en estos videos responden lamiendo la cara de la persona, o moviendo la cola, gestos que a priori resultan simpáticos, como si el can estuviera alegre con la interacción. Nada que ver: Tanto mover la cola como lamer pueden ser signos de malestar o ansiedad, como sucede también cuando un perro comienza a perseguir su cola bruscamente y sin parar, se tratan pues de conductas impulsivas fruto de experiencias traumáticas. En casos así, el perro intenta calmar la situación y calmarse a sí mismo, y su única herramienta es el gesto.

En el mejor de los casos, recuerdan los expertos, grabar algo así puede provocar malestar e inquietud en el perro; sin embargo, en el peor de los casos, las personas que lo hacen pueden estar tensando al animal y reforzando su miedo y, por tanto, su posible reacción desde el ataque, por ejemplo, mordiendo.