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La 'llave maestra', la postura sexual definitiva
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La 'llave maestra', la postura sexual definitiva

Se trata de una posición que, debido a su dificultad, es un auténtico reto para los dos, pues para hacerlo bien deberéis estar concentrados y perfectamente sincronizados

Foto: Dale duro. (iStock)
Dale duro. (iStock)

Como todos los domingos, tienes una cita semanal con 'ACyV' para descubrir una nueva postura sexual. Antes de continuar, una advertencia: esta es más complicada que las anteriores, pues requiere que ambos tengáis cierta flexibilidad y fuerza muscular. La hemos bautizado, en un alarde de originalidad, como 'la llave maestra'.

Se trata de una posición que, debido a su dificultad, es un auténtico reto para los dos, pues para hacerlo bien deberéis estar concentrados, ya que es complicado que el miembro viril masculino encaje en la vagina, y no se salga durante las penetraciones.

Ellas tienen unas vistas magníficas del trasero del hombre, que puede agarrar para facilitar los movimientos y la penetración

Vamos con el 'modus operandi'. Él se posiciona tumbado boca abajo, con las rodillas y los brazos apoyados en el suelo. Ella se encuentra boca arriba con las piernas elevadas, una a cada lado de las caderas del hombre. De esta manera, el pene quedará ligeramente elevado con el objeto de permitir la penetración.

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La 'llave maestra' es espectacular para las mujeres, siempre y cuando les parezca atractivo el humano con el que están manteniendo sexo. Ellas tienen unas vistas magníficas del trasero del hombre, que puede agarrar para facilitar los movimientos y evitar que el pene salga.

Además, se trata de una posición ideal para masturbar el ano de él, ya sea con las manos o con algún juguete.

No te escandalices, y prueba.

Foto: Pasa de la teoría a la práctica. (iStock)

Como todos los domingos, tienes una cita semanal con 'ACyV' para descubrir una nueva postura sexual. Antes de continuar, una advertencia: esta es más complicada que las anteriores, pues requiere que ambos tengáis cierta flexibilidad y fuerza muscular. La hemos bautizado, en un alarde de originalidad, como 'la llave maestra'.