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El juicio que ha creado una estrella: el empresario más incorrecto del mundo
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se quedaba dormido en las reuniones

El juicio que ha creado una estrella: el empresario más incorrecto del mundo

El CEO de las tiendas Sports Direct ha sido demandado por un banquero después del trato que cerraron entre cervezas. La audiencia ha dejado al descubierto la personalidad de Ashley

Foto: Mike Ashley. (Reuters)
Mike Ashley. (Reuters)

No solo ocurre en España. Los bares y restaurantes son el centro neurálgico para cerrar tratos. Las reuniones para llegar a acuerdos comerciales suelen hacerse entre copas y cervezas, y a altas horas de la noche. Pero todo esto tiene un problema: el alcohol impulsa muchas negociaciones de las que luego sus precursores se arrepienten. Lo peor llega cuando una de las partes se lo toma en serio y luego reclama lo hablado... en los tribunales.

Podría parecer el guión de una mala película americana, pero ocurre en realidad. Mike Ashley, principal accionista y consejero delegado de las tiendas Sports Direct (y dueño del club de fútbol del Newcastle) lo sabe bien. Su historia ha copado las portadas de todo el mundo por la resolución de un juicio al que le llevó 'su entusiasmo'.

Hicieron un trato de 17 millones de euros en una taberna con varias cervezas de más. El juez ha dicho que el acuerdo no tiene validez

El hecho se remonta al pasado 24 de enero de 2013. Ashley acudió a un pub londinense, el Horse & Groom, al salir de la oficina, como de costumbre. Allí se encontró con tres banqueros de inversión. Uno de ellos era Jeffrey Blue, ex de Merrill Lynch que asesora a Sports Direct desde su nueva firma, llamada Aspiring Partners, detalla 'Expansión'.

Entre cerveza y cerveza, se puso sobre la 'barra' un acuerdo: Ashley prometió pagar 15 millones de libras (17 millones de euros) a Blue si este lograba duplicar el valor de su compañía (hasta 8 euros por acción), Sports Direct, en bolsa. Brindis, brindis, jiji-jaja, y el banquero acepta la propuesta. Y sí, lo habéis adivinado: lo consiguió. Un año y un mes después de aquella noche, la cotización de la firma alcanza y supera el nivel.

placeholder Cotización de la compañía de los últimos 5 años. (Bloomberg)
Cotización de la compañía de los últimos 5 años. (Bloomberg)

Blue cumplió su parte del acuerdo, pero Ashley no. Un trato es un trato, así que, ni corto ni perezoso, el banquero decide llevar al dueño de la compañía a los tribunales, con el objetivo de recibir la compensación que ambos habían acordado en la taberna.

En los bares no se hacen tratos

La resolución del caso ha salido a la luz este miércoles. En ella, el juez George Leggatt rechaza la demanda y da la razón a Ashley, pues segura que "ninguna persona razonable pensaría que la oferta de pagar 15 millones de libras a Blue era seria. Todos pensaron que era una broma. El hecho de que Blue se haya convencido desde entonces de que la oferta iba en serio, y que se produjo un acuerdo con fuerza legal, solo demuestra que la capacidad humana para crearse ilusiones no tiene límites".

Las palabras del magistrado, y el caso en general, son bastante cómicos, como también lo fue el juicio. En 'Bloomberg' han recopilado las frases más hilarantes que se escucharon en la audiencia. Todas ellas nos permiten hacer un perfil de Ashley, y no tiene desperdicio:

Ashley es un personaje: se define como un gran bebedor, compara su labor como director con Star Wars y se comporta como un crío en las reuniones

1) Borracho confeso

"Me gusta emborracharme, soy un gran bebedor (...) Aquella noche solo estaba tratando de ponerme pedo, ¿lo captas? Estaba bebiendo para relajarme y tener una buena noche".

2) Descarado

"Su habilidad para mostrar aburrimiento o frustación en las reuniones con clientes no tenía límites. Recuerdo un par de episodios en los que se metió incluso debajo de las mesas a echarse la siesta", dijo Blue.

3) Compara dirigir su empresa con Stars Wars

"No soy Obi-Wan Kenobi a cargo de la Estrella de la Muerte", dijo Ashley acerca de su gestión de Sports Direct, refiriéndose a un personaje de saga Star Wars.

4) Se considera "suficientemente gordo"

En un momento del juicio, Ashley hizo una sincera reflexión: "Honestamente, soy lo suficientemente gordo. No necesito más comida".

5) Presume de su dinero

"Yo ya era tremendamente rico. ¿Qué te crees? ¿Que por la mañana salía a comprar la casa del vecino? Ya lo tenía...", dijo el director.

placeholder Mike Ashle. (Reuters)
Mike Ashle. (Reuters)

De este asunto podemos sacar varias conclusiones: que tiene que haber de todo en la viña del señor (como dirían en mi pueblo), que solo los tipos como Ashley llegan más lejos que tú en la vida, que el alcohol es muy traicionero y que nunca se pueden cerrar tratos en un bar. Ah, y por si a alguien le interesa, la acción de Sports Direct ya ha bajado de los 8 euros de la discordia: hoy jueves vuelve a situarse en 3,6 euros por acción.

No solo ocurre en España. Los bares y restaurantes son el centro neurálgico para cerrar tratos. Las reuniones para llegar a acuerdos comerciales suelen hacerse entre copas y cervezas, y a altas horas de la noche. Pero todo esto tiene un problema: el alcohol impulsa muchas negociaciones de las que luego sus precursores se arrepienten. Lo peor llega cuando una de las partes se lo toma en serio y luego reclama lo hablado... en los tribunales.

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