Asesina a golpes a su hija, recién curada de cáncer, por celos ante su enfermedad

Mató a su hija, de 21 meses, con un bate de béisbol. La menor recibió tantos golpes que murió en el acto. Su padre, autor del asesinato, consiguió terminar con su vida después de que la bebé superara un cáncer contra el que batalló a pesar de su corta edad. Ryan Lawrence, como así se llama el progenitor de Maddox, tenía celos de su propia hija y decidió acabar con el motivo de su malestar.

Así lo ha confirmado el propio Ryan, de 25 años, después de darse a la fuga con la menor. Al parecer, según el fiscal del distrito neoyorquino de Onondaga –Bil Fitzpatrick–, el crimen de Lawrence correspondía a un “ataque de celos por la atención que estaba recibiendo su hija después de haber superado un cáncer”, tal y como puede leerse en la información que 'The Independent' publica al respecto.

Mató al bebé a golpes, quemó el cuerpo durante tres horas en un pozo, metió en una bolsa los restos y la lanzó a un río atada a un ladrillo

El pasado 20 de febrero, la Policía del citado condado de Nueva York emitió una orden de búsqueda para Ryan y su hija después de que la familia de ambos denunciaran su desaparición. Un día después, los restos de la bebé de 21 meses aparecieron en el puerto de Siracusa. El hombre contó a la Policía que asesinó a su hija a golpes y luego quemó el cuerpo durante tres horas en un pozo. Más tarde, para deshacerse de las pruebas, metió en una bolsa a la pequeña Maddox y la lanzó atada a un ladrillo a un arroyo de la localidad de Onondaga.

El abogado defensor de Lawrence alega que su cliente sufría una “perturbación emocional extrema” que le llevó a acabar con la vida de su hija. Tanto el letrado como el tribunal que juzga el caso llegaron al acuerdo de que, si Ryan admitía el crimen, se le condenaría a 25 años de prisión con la posibilidad de salir en libertad condicional tras cumplir ese periodo entre rejas.