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Los nueve mejores consejos para lograr la felicidad en el matrimonio
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LAS RECOMENDACIONES DE LA GENTE QUE SABE

Los nueve mejores consejos para lograr la felicidad en el matrimonio

Se han escrito miles de libros y artículos sobre cómo debe comportarse un matrimonio para ser feliz. La relación de pareja es un campo abonado para

Foto: Vivir en pareja no es sencillo, pero merece la pena. (Corbis)
Vivir en pareja no es sencillo, pero merece la pena. (Corbis)

Se han escrito miles de libros y artículos sobre cómo debe comportarse un matrimonio para ser feliz. La relación de pareja es un campo abonado para el conflicto y allí donde hay conflicto hay libros de autoayuda. Pero “cantidad” no significa “calidad”. Nuestro conocimiento sobre el matrimonio (o las relaciones duraderas, que para el caso es lo mismo) suele limitarse a una serie de lugares comunes y trivializaciones que, si bien parten de premisas ciertas, son de escasa utilidad.

Cuando realmente necesitas ayuda en tu relación lo primero que haces es preguntar a tus amigos, que acaban soltando los mismos lugares comunes: “un polvo y lo arregláis”, “no te preocupes, se le va a pasar en seguida, las mujeres son así”, “hazte la dura y ya verás que pronto te hace caso”… En fin, lo de siempre.

La redactora de la revista Salon, Tracy Clark-Flory, está a punto de contraer matrimonio, pero antes de enfilar el altar quiso recopilar las mejores recomendaciones sobre pareja para tenerlas presentesen su nueva etapa vital. Su misión: buscar consejos apoyados por la evidencia y respaldados por la gente que verdaderamente sabe del tema, y no por los desvaríos propios de las borracheras entre amigos. Este es el resultado.

Elogia a tu pareja y sé cariñoso

La investigadora Terri Orbuch, más conocida como Doctora Amor,una de las más grandes expertas del mundo en materia de relaciones de pareja, ha estudiado durante más de tres décadas el comportamiento de 373 matrimonios y ha llegado a la conclusión de que las parejas más felices son aquellas que afirman su afecto de forma regular: se piropean, se ayudan, se apoyan mutuamente, e incurren en comportamientos afectivos no sexuales, como cogerse de la mano. Y por sorprendente que pudiera parecer, son los hombres los que más necesitan esta afirmación afectiva, pues las mujeres, generalmente, la obtienen de otras personas que no son sus maridos.

Deja de hablar de la casa, el trabajo y los problemas de pareja

Otra de las características de las parejas felices es que “hablan con frecuencia sobre asuntos que no tienen nada que ver con la relación”, asegura Orbuch. En su opinión, una buena herramienta para fortalecer a la pareja es reservar como mínimo 10 minutos al día para charlar sobre otras cosas que no sean el trabajo, la familia, el cuidado de la casa y la relación en sí. No es tan sencillo como parece, con la que está cayendo es difícil abstraerse de cómo vas a pagar las facturas, qué vas a hacer para comer mañana y quién se va a encargar de pasear al perro, pero merece la pena hacer el esfuerzo por olvidarse de todo esto y hablar de cine, música, política o lo que sea. Este pequeño cambio “infunde nueva vida a las relaciones”, explica la experta.

Permanece alerta

Hubo un tiempo en que los matrimonios eran para siempre, y no era porque siguieran funcionando, era porque no quedaba otra. Pero hoy en día no hay espacio para darlo todo por hecho. Si una pareja se hace aburrida termina por desaparecer. “En mi estudio”, explica Orbuch, “cuando las parejas decían que su relación era rutinaria o aburrida eran cada vez más infelices”. Escapar de la rutina es esencial para que las cosas funcionen. No se necesitan grandes cambios, sólo hacer cosas nuevas en pareja, pues la novedad libera dopamina y ayuda a mantener los sentimientos de amor romántico.

Trata de fijarte en lo bueno

“Cuanto más dura un matrimonio, más fácil es darse cuenta de lo que no nos gusta de nuestra pareja”, asegura la psicóloga Harriet Lerner, autora de Marriage Rules, A Manual for the Married and the Coupled Up (Brilliance Corp, 2012). “Y nadie puede sobrevivir en un matrimonio, al menos no felizmente, si se siente más juzgado que admirado”.

La mejor herramienta para evitar juzgar a tu compañero más de la cuenta es tratar de ver si lo positivo supera a lo negativo: en vez de fijarte en todo lo que no te gusta, pensar en las cosas que sí te gustan. Y por lo general, son superirores, pues normalmente no estás con alguien “porque sí”.

Haz tu vida

Para Lerner,todo matrimonio debe preservar la independencia de las partes: “Mantén la relación con tus amigos y tu familia, persigue tus propios intereses y ayuda a quién lo necesite. Si tu energía primaria no está centrada en vivir tu propia vida de la mejor manera posible, estarás demasiado centrado en tu compañero, de una manera preocupada o crítica”.

Busca las “emociones blandas”

Cuando discutimos con nuestra pareja salen a la luz dos tipos de emociones: las “duras”, como la ira o la delación, que son más visibles, y las “blandas”, como la ansiedad o la vengüenza, más difíciles de detectar. Según la historiadora Stephanie Coontz, autora de Historia del matrimonio (Gedisa, 2008), detrás de una emoción “dura” siempre hay una emoción “blanda”, que por lo general está en la base del conflicto. Si queremos solucionar con éxito nuestros problemas debemos centrarnos en las emociones “blandas”, un consejo que sirve para todo tipo de relaciones, no sólo las de pareja.

Haz el amoraunque no tengas ganas

“Aunque no te apetezca, debes hacer el amor de forma regular”, asegura Helen Fisher, antropóloga autora de Anatomía del amor: Historia natural de la monogamia, el adulterio y el divorcio (Anagrama, 2007). Esto, asegura, no quiere decir que tengas que hacer el amor con alguien que no quiere hacer el amor contigo, ni tampoco que tengas que decirle a tu pareja que no importa que no esté de humor, quiere decir que no siempre debes esperar a que aparezca el deseo sexual para tener relaciones sexuales.

“La estimulación sexual de los genitales libera dopamina, que sostiene el sentimiento de amor romántico”, asegura la investigadora. “Gracias al orgasmo obtenemos un aluvión de oxitocina y vasopresina, dos neurotransmisores que potencian los sentimientos de apego a la pareja”. Además, “el líquido seminal es un buen antidepresivo, lleno de productos químicos que levantan el optimismo”.

No te dejes llevar por la fantasía

En su libro You Can Be Right (or You Can Be Married): Looking for Love in the Age of Divorce (Scribner Book Co, 2012), Dana Adam Shapiro –más conocida por su labor como cineasta– cuenta la historia de divorciados de todo el mundo a los que pidió consejos sobre cómo llevar a buen puerto un matrimonio. En su opinión, sólo comprende bien en qué falla un matrimonio el que ha pasado por la ruptura de uno.

En una de las entrevistas recogidas en el libro, Jim, un hombre de 55 años que está ahora felizmente casado con su tercera mujer, llega a una conclusión que resulta decisiva para que un matrimonio triunfe: “Hay algo absolutamente divino en la habilidad para poner a alguien en tu corazón, y pensar que es más importante que ninguna otra cosa. Pero desde los tiempos del mayor pornógrafo que ha vivido nunca, Shakespeare, hemos tratado de que el amor sea algo más. Y lo que ocurre es que la grandeza absoluta y la magnificencia de lo que el amor es realmente, se eclipsa por la decepción que nos causa pensar que no es de la forma en que fantaseamos que debería ser. Lo mejor que puedes esperar es encontrar a alguien que te respete lo suficiente en el asqueroso devenir cotidiano y sea honesto contigo. Esto es lo más romántico del mundo”.

Se han escrito miles de libros y artículos sobre cómo debe comportarse un matrimonio para ser feliz. La relación de pareja es un campo abonado para el conflicto y allí donde hay conflicto hay libros de autoayuda. Pero “cantidad” no significa “calidad”. Nuestro conocimiento sobre el matrimonio (o las relaciones duraderas, que para el caso es lo mismo) suele limitarse a una serie de lugares comunes y trivializaciones que, si bien parten de premisas ciertas, son de escasa utilidad.