Reparando nuestra 'caja de herramientas' con la mejor puesta a punto posible

La dimensión biológica del ser humano es de excepcional importancia y por ello, tenemos que saber cómo cuidarnos para poder cuidar de otros. Vamos hoy a hablar de un tema de excepcional importancia para mejorar nuestra salud y nuestra eficiencia. Me refiero al sueño reparador.

El sueño es uno de los procesos más complejos y enigmáticos que existen. Por un lado hay una gran actividad cerebral, la cual se evidencia por el intenso consumo de glucosa y oxígeno. Por otro lado, en los sueños existe ese aspecto enigmático que tanto atrajo la atención de científicos comoSigmund FreudoCarl Gustav Jung. Freud publicó en el año 1900 su famoso libro sobre la interpretación de los sueños y que tantísimo interés suscitó entonces y sigue suscitando en la actualidad.

La puesta a punto del organismo

Se calcula que en EE.UU hay unos cien mil accidentes de circulación al año producidos por distracciones que son la consecuencia de haber dormido un número escaso de horas. Si tenemos en cuenta que cuando vamos a 120 Km/h, recorremos 33,3 m. en un segundo,nos daremos cuenta de la importancia que tiene no distraerse ni un instante mientras se conduce. La zona prefrontal de nuestro cerebro, tan importante a la hora de prestar atención, es muy sensible a la deprivación de sueño. Por eso cuando dormimos poco, estamos más distraídos y nos cuesta más concentrarnos, recordar y aprender.

Además, hay algunos elementos en el proceso del sueño que son muy relevantes. Por una parte, se sabe que el sistema nervioso parasimpático es más activo durante las horas de sueño. El sistema nervioso parasimpático es el encargado de llevar a cabo el mantenimiento y la puesta a punto del organismo, después de las horas de desgaste que hemos vivido a lo largo del día. También sabemos que durante el sueño se consolida la memoria y se afianza lo aprendido durante el día.

Dormir no es una pérdida de tiempo

Por si esto fuera poco, durante el sueño,el sistema inmunológico es especialmente activo, favoreciendo la destrucción de aquellas bacterias y virus que puedan haber penetrado en nuestro organismo. Además se ha observado que cuando no dormimos las horas de sueño que son suficientes se activa el sistema nervioso simpático, que es el sistema responsable de poner en marcha la reacción de estrés y que debería estar en estos momentos prácticamente desconectado. Por eso,la falta de sueño se asocia con irritabilidady otras alteraciones del estado de ánimo.

La investigación médica ha demostrado que si no dormimos en toda una noche se reduce en un 30% nuestra capacidad para concentrarnos, razonar y aprender.Cuando dormimos una media de seis horas por semana, puede verse reducida nuestra capacidad mental hasta en más del 50%. Salvo muy contadas excepciones, todos tenemos que dormir una media de siete horas diarias. Lamentablemente, muchas personas consideran que dormir es una pérdida de tiempo, en lugar de apreciar que se trata de una condición impuesta por nuestra naturaleza para que vivamos más y mejor.

En cuanto al periodo de siesta, se ha visto que siestas cortas, entre veinte y treinta minutos, mejoran el rendimiento de una manera significativa, mientras que siestas largas, salvo que sea para recuperarse de periodos de deprivación de sueño, no son tan beneficiosas.