Es noticia
Por qué cuando te encuentras con tu primer amor acabas volviendo
  1. Alma, Corazón, Vida
OCURRE SOBRE TODO EN LA MADUREZ

Por qué cuando te encuentras con tu primer amor acabas volviendo

La memoria es traicionera y más cuando se trata de cuestiones amorosas. El instinto de supervivencia nos hace tender a recordar sólo lo mejor de nuestras

Foto: Por qué cuando te encuentras con tu primer amor acabas volviendo
Por qué cuando te encuentras con tu primer amor acabas volviendo

La memoria es traicionera y más cuando se trata de cuestiones amorosas. El instinto de supervivencia nos hace tender a recordar sólo lo mejor de nuestras relaciones y dejar a un lado lo que nos llevó a dejar a alguien o a que alguien nos dejara. Exceptuando rupturas traumáticas o relaciones en las que por una cuestión de negocios o hijos en común o simple afinidad, se ha seguido teniendo contacto con el ex, los estudios y los expertos afirman que en esto del amor las segundas partes son buenas. Que en esos casos la memoria no nos suele jugar malas pasadas y que si en un momento bajo o después de una ruptura complicada o cuando las cosas con nuestra pareja actual van regular, uno tiende a pensar en aquel amor de la universidad o en esa relación de la primera madurez no es por casualidad. A veces, la experiencia, el tiempo y los cambios vitales hacen que una pareja que no funcionó hace 15 años pueda convertirse en el amor de nuestra vida, de los de verdad.

Un estudio de la Universidad Estatal de California, dirigido por la doctora Nancy Kalish, ha demostrado que  las parejas que vuelven a estar juntas cinco años después de haberse separado tienen un 76% de posibilidades de permanecer unidas, frente al 40% de supervivencia que tendría un matrimonio entre personas que no han estado antes juntas. Y, según se deriva del estudio, el asunto mítico del “primer amor” parece que funciona porque un 55% habían buscado a las parejas que habían tenido a los 17 años o antes, mientras que un 29% se había inclinado a buscar a su media naranja de cuando rondaban los 20 años.

Efectivamente, hay una serie de páginas web con un éxito enorme que se dedican a encontrar amistades del pasado y, obviamente, también, amores de la adolescencia o la juventud. Eso se puede hacer en Facebook o en Twitter, pero hay otras más específicas y certeras como Reunión, Classmates o Friendster.

Las consecuencias sentimentales de los reencuentros

Mara González, de 47 años, casada desde hace dos con el que fue su primer novio, reconoce que lo encontró gracias a internet. En su caso, el medio fue Facebook. “Me acababa de separar y la verdad es que a mis 44 años empezaba a darme cuenta de que no tenía muchas opciones para volver a encontrar pareja”, explica. “Por otro lado, estaba con la autoestima por los suelos, mi ex se había ido con otra y la última etapa de la relación había sido un infierno. De repente empecé a acordarme de Jaime Ortega, que había sido un compañero de clase con el que había estado saliendo desde primero de BUP hasta que me fui a Granada a estudiar y él se quedó en Málaga. Pregunté a algunos compañeros del instituto con los que seguía teniendo contacto y al final le localicé por Facebook. Lo primero que miré era si estaba casado y no ponía nada en su estatus, así que le escribí. En plan ‘hola qué tal, casualmente te he encontrado’ (me había tirado casi un mes buscándole, pero no se lo iba a decir). Nos vimos y a los dos meses estábamos viviendo juntos. De repente fue como si no hubiera pasado el tiempo, nos compenetrábamos de maravilla. Y lo cierto es la ruptura fue por la distancia, por tonterías, ni nos acordábamos de por qué habíamos roto realmente. Llevamos dos años casados y nunca he sido tan feliz”.Las parejas que vuelven a estar juntas cinco años después de haberse separado tienen un 76% de posibilidades de permanecer unidas

El psicoanalista Martín Alonso asegura que este tipo de reencuentros acaban funcionando por factores que claro que tienen que ver con lo consciente, pero también con lo inconsciente. “Normalmente creamos un patrón de atracción hacia alguien”, explica, “que sí tiene que ver con lo aprendido, con cualidades o defectos que vemos en nuestros padres… pero lo que suele quedarse para siempre es el del primer o los primeros amores. La gente evoluciona, tiene otras parejas, pero seguramente si pensamos en la primera persona con la que salimos o de quien nos enamoramos (porque aquí también hay que incluir historias inconclusas, donde uno se enamoró pero no fue correspondido) hay una serie de rasgos que se repiten. Físicos y/o psicológicos”, explica.

No es tan extraño, por lo tanto, que cuando uno empieza a hacer repaso de su vida, piense en esa primera persona que amó. “En mi consulta”, continúa Alonso, “vienen muchos clientes –en el caso de las mujeres, cuando rondan los 40, y en el de los hombres, 10 años más tarde– que a la hora de encontrar un amor nombran a aquél primero. No todo el mundo tiene el coraje de buscarlo o si lo busca a lo mejor está felizmente casado o es gay, esto me ha pasado en más de una ocasión… pero puedo decir que cuando todo es favorable, es muy raro que ese reencuentro no acabe en una relación. La idealización es importante para establecer unas bases que luego son más realistas. Pero hay una sensación de haber reencontrado a tu media naranja”.

Fuente constante de celos

Efectivamente, no siempre esos reencuentros son con personas con las que se ha sido pareja, a veces se trata de un amor platónico. Tal es el caso de Emilio Álamo, de 57 años, que hace seis conquistó a aquella adolescente, amiga de su hermana, de la que estuvo enamorado cuando él estaba en la universidad. “Yo tenía 20 años y Elisa debía rondar los 16. Era amiga de mi hermana pequeña y venía mucho por casa. Elisa ha sido siempre muy madura para su edad. Leía, tenía claro que iba a ser escritora y yo estudiaba periodismo y la verdad es que entre las chicas de mi edad no encontraba demasiadas con las inquietudes de ella. Yo estaba perdidamente enamorado de ella, y cuando nos reencontramos, me confesó que ella también pero que como era tan tímida no se le ocurrió demostrarlo jamás. Estuvimos años charlando, incluso cuando yo me fui a hacer un master a Londres, nos escribíamos, pero ella empezó a salir con un chico, luego se casó, yo me casé también y como me fui a vivir fuera de Madrid perdimos el contacto totalmente. En la boda de mi hermana nos volvimos a encontrar, ambos fuimos con nuestras respectivas parejas, pero fue vernos y sentir algo muy especial. Un año después nos habíamos separado y empezamos a vivir juntos. No sabría explicarlo, pero lo cierto es que durante todos esos años no se me había quitado de la cabeza. Y al parecer yo a ella tampoco”.

El doctor Alonso aporta un punto de vista interesante sobre este asunto. “Un dato que creo que es relevante para entender este asunto”, afirma, “es que muchos de los problemas de celos que hay en las parejas tienen que ver con esos primeros amores. Es algo que la persona reconoce que es irracional. La mayoría de las veces se dan sin que la pareja haya contactado con esa persona, pero hay algo que nos hace estar en guardia. Entre otras cosas, nosotros mismos sabemos lo que sentimos ante el que nos dio el primer beso. A veces incluso, con esos celos, hacemos que el otro se acuerde más de aquélla persona y sea lo que le lleve a buscarla. El amor de juventud está siempre presente, así que en la vida de pareja no es una excepción”.

La memoria es traicionera y más cuando se trata de cuestiones amorosas. El instinto de supervivencia nos hace tender a recordar sólo lo mejor de nuestras relaciones y dejar a un lado lo que nos llevó a dejar a alguien o a que alguien nos dejara. Exceptuando rupturas traumáticas o relaciones en las que por una cuestión de negocios o hijos en común o simple afinidad, se ha seguido teniendo contacto con el ex, los estudios y los expertos afirman que en esto del amor las segundas partes son buenas. Que en esos casos la memoria no nos suele jugar malas pasadas y que si en un momento bajo o después de una ruptura complicada o cuando las cosas con nuestra pareja actual van regular, uno tiende a pensar en aquel amor de la universidad o en esa relación de la primera madurez no es por casualidad. A veces, la experiencia, el tiempo y los cambios vitales hacen que una pareja que no funcionó hace 15 años pueda convertirse en el amor de nuestra vida, de los de verdad.