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"Nuestros abuelos tenían razón cuando no tiraban la comida que sobraba”, afirma el Papa Francisco
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"Nuestros abuelos tenían razón cuando no tiraban la comida que sobraba”, afirma el Papa Francisco

Si esta misma semana hablábamos del ataque que el Papa Francisco había realizado contra las convenciones de lo políticamente correcto, la última misa del

Si esta misma semana hablábamos del ataque que el Papa Francisco había realizado contra las convenciones de lo políticamente correcto, la última misa del argentino, que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro en el Vaticano deja unas nuevas declaraciones que no dejarán indiferente a nadie. Esta vez, el objetivo de sus ataques ha sido “la cultura de la basura”, un producto del consumismo imperante en la sociedad actual. Sus declaraciones no podían ser más tajantes: “tirar comida a la basura es como robar de la mesa de los pobres y los hambrientos”. Algo que recuerda poderosamente a aquel “la hipocresía es el lenguaje de la corrupción” que pronunciase hace un par de días.

¿En qué debemos fijarnos, según el máximo representante de la Iglesia Católica? Como indicó en su homilía, en nuestros abuelos, que “tenían razón cuando no tiraban la comida que sobraba”. Lo importante, recordaba el mandatario religioso, es la responsabilidad que como personajes en sociedad tenemos con los más desfavorecidos, y que también se refleja en el uso que hacemos de los alimentos que están encima de nuestra mesa.

Gandhi dijo que 'todo lo que se come sin necesidad, se roba del estómago de los pobres'Esta manifestación se encuentra en consonancia con uno de los puntos más importantes en este nuevo pontificado y que Bergoglio ha desarrollado desde el mes de marzo, que es la defensa de los pobres y la necesidad de comportarse con austeridad en todos los aspectos de nuestra vida, empezando por la propia Iglesia Católica, de cuyos lujos el Papa siempre se ha mantenido al margen.

El Papa señalaba que vivimos en un mundo en el que consideramos una gran tragedia que una compañía pierda miles de millones en bolsa, al mismo tiempo que perdemos de vista el auténtico sufrimiento de los seres humanos. Con estas palabras, el Papa no se sitúa tan lejos de Mahatma Gandhi, que dijo en su día que “todo lo que se come sin necesidad, se roba del estómago de los pobres”.

Tiramos más comida de la que pensamos

Habrá quien argumente, como suele ocurrir cuando alguien saca a relucir el mismo argumento sobre el desperdicio de comida empleado por Bergoglio, que la comida que no se tira acabará igualmente en la basura de un centro comercial en el caso de que no sea adquirida o que es inútil enfermarse del estómago por comer más de la cuenta por el mero hecho de no tirar comida a la basura. Sin embargo, seguramente haya que entender las palabras del Papa desde un punto de vista más social, ya que ante todo alude a esa mentalidad que nos lleva a considerar la producción de alimentos es ilimitada y que todo en esta vida es de usar y tirar.

Los restaurantes estadounidenses desperdician el 9% de la comidaLas estadísticas muestran las grandes cantidades de alimento que desperdiciamos en nuestra vida cotidiana, y que muchas veces pasan desapercibidas por acumularse poco a poco. Pues bien, aunque nos parezca que tirar el resto de la comida a la basura no causa ningún efecto, según la agencia de alimentos de las Naciones Unidas, un tercio de la comida que se produce para consumo humano termina siendo tirada a la basura.

Estas declaraciones del Papa coinciden con un estudio publicado en Estados Unidos que propone algunas estrategias para evitar que tanta comida sea desperdiciada. Por ejemplo, cambiando los envases de los productos y, sobre todo, reduciendo las raciones que se ofertan en los restaurantes. Uno de los datos proporcionados por dicho estudio indica que los restaurantes estadounidenses desperdician el 9% de la comida que adquieren. Dichos datos quizá no nos conduzcan a devorar el contenido del plato hasta reventar, pero sí a reflexionamos qué cantidad de comida necesitamos realmente para alimentarnos y si no estaremos comprando más de lo que necesitamos.

Si esta misma semana hablábamos del ataque que el Papa Francisco había realizado contra las convenciones de lo políticamente correcto, la última misa del argentino, que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro en el Vaticano deja unas nuevas declaraciones que no dejarán indiferente a nadie. Esta vez, el objetivo de sus ataques ha sido “la cultura de la basura”, un producto del consumismo imperante en la sociedad actual. Sus declaraciones no podían ser más tajantes: “tirar comida a la basura es como robar de la mesa de los pobres y los hambrientos”. Algo que recuerda poderosamente a aquel “la hipocresía es el lenguaje de la corrupción” que pronunciase hace un par de días.