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Los secretos de las personas que nunca tienen catarros para preservar la salud
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LOS MEJORES TRUCOS PARA PREVENIR ENFERMEDADES

Los secretos de las personas que nunca tienen catarros para preservar la salud

En invierno, la estación de los resfriados, todos somos doctores y asesores de salud. Pero siempre hay una serie de personas que resisten más al cabo

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Los secretos de las personas que nunca tienen catarros para preservar la salud

En invierno, la estación de los resfriados, todos somos doctores y asesores de salud. Pero siempre hay una serie de personas que resisten más al cabo del año y otras más propensas a caer enfermas. El truco es trabajar en la prevención y aprovisionarse de una serie de alimentos que aportan beneficios al organismo. Otras buenas costumbres, como darse un masaje con cierta frecuencia, ayudan a activar las defensas. ¿Qué secretos guardan las personas que pasan por encima de los microbios y la gripe y gozan de buena salud? 

1. Alimentación

Una de las claves de la buena salud es siempre la alimentación, pero en cuestión de catarros además hay una serie de productos estrella. Un equipo de "cuatro fantásticos" aportan casi todo lo necesario en prevención de enfermedades:

  • El ajo es prácticamente un "anti-todo": entre sus propiedades se encuentra que es antioxidante, antibiótico, antiviral, antiprotozoario (combate los parásitos con el mismo nombre) y fungicida (antihongos). También se le atribuyen efectos beneficiosos para el sistema cardiovascular e inmunológico.
  • Menos familiar nos resulta el jengibre por su procedencia tropical. Donde más se utiliza es en la cocina asiática. La raíz del jengibre es excelente para evitar vómitos, se suele recomendar a embarazadas y para controlar el mareo en los viajes. Para probar los efectos de esta raíz se puso a 36 personas propensas al mareo a dar vueltas en una silla giratoria. No fue un juego, sino una investigación de los departamentos de Psicología de la Universidad de Utah y Ohio (Estados Unidos) publicada en la revista The Lancet, en la que comprobaron que el mareo se reducía tras consumir jengibre.
  • Los cítricos son esos grandes contenedores de la antioxidante vitamina C que ayudan a prevenir los resfriados. Esta vitamina es esencial para los más resistentes a caer enfermos en invierno. 
  • Otro elemento que recomiendan los expertos es el cinc. Neil Schachter, director de cuidados respiratorios en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, sugiere tomar una cantidad de vitamina C de al menos 500 miligramos diarios con los primeros síntomas del catarro, sin superar el límite de 2.000 miligramos al día. Traducido en frutas y verduras, 500 miligramos vienen a ser dos vasos grandes de zumo de naranja más un kiwi y dos pimientos verdes o uno rojo. En cuanto al cinc, el doctor Schachter sugiere en la revista Health tomar varios comprimidos al día si vemos llegar un constipado. Pero aun así conviene saber que el cinc lo podemos encontrar de forma natural en alimentos como los lácteos, carnes y pescados y en especial en las ostras.

2. Buenos hábitos

Además de tener en cuenta los anteriores condimentos saludables, conviene adoptar una serie de buenos hábitos.

  • Masajes

Los efectos relajantes de los masajes son conocidos y en cuestión de prevención la mayoría de estudios confirman su utilidad para reducir la ansiedad y la presión arterial, de modo que si bajamos los niveles de estrés ponemos en marcha el sistema inmunológico. Sobre la frecuencia más adecuada, depende de las necesidades de cada uno, aunque lo recomendado por los expertos es una vez al mes.

  • Lavarse las manos

Con la llegada de la gripe porcina las autoridades sanitarias nos bombardearon con varios consejos para evitar contagios, entre los cuales se encontraba el buen hábito de lavarse las manos. Esta costumbre se halla en el saber común y se trata de una de las prácticas que mejor nos ayudará a prevenir la gripe y los resfriados. La correcta forma de hacerlo se parece más o menos al concienzudo lavado de manos que vemos en las series y películas de médicos y urgencias: un buen frotado en todas las partes de la mano con jabón seguido de un aclarado abundante (alrededor de 30 segundos) bajo agua caliente.

  • Ducha fría

El primer beneficio de una ducha fría es la activación de la circulación. Sin abusar y en pequeñas dosis, en invierno se recomienda alrededor de un minuto de agua fría tras la convencional ducha cálida, que en verano pueden ser hasta diez. Cuidado: si tenemos problemas cardiovasculares conviene consultar con el médico.

  • Ser positivo

La actitud positiva y el estrés influyen directamente en la activación de las defensas. Anna L. Marsland, directora del Laboratorio de Inmunología Conductual de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU), afirma en la revista Health que “el cerebro comunica con el sistema inmunológico, y viceversa”, aunque la publicación indica igualmente que no todos los investigadores ven clara esa conexión.

En invierno, la estación de los resfriados, todos somos doctores y asesores de salud. Pero siempre hay una serie de personas que resisten más al cabo del año y otras más propensas a caer enfermas. El truco es trabajar en la prevención y aprovisionarse de una serie de alimentos que aportan beneficios al organismo. Otras buenas costumbres, como darse un masaje con cierta frecuencia, ayudan a activar las defensas. ¿Qué secretos guardan las personas que pasan por encima de los microbios y la gripe y gozan de buena salud?