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Bhavnani, un millonario sencillo e indignado
  1. Alma, Corazón, Vida
CUENTA CON UN PATRIMONIO DE MÁS DE 600 MILLONES DE EUROS

Bhavnani, un millonario sencillo e indignado

Ram Bhavnani (India, 1944) llegó a España en 1965. Desembarcó en Santa Cruz de Tenerife con tan solo 21 años, sin blanca y dispuesto a trabajar

Foto: Bhavnani, un millonario sencillo e indignado
Bhavnani, un millonario sencillo e indignado

Ram Bhavnani (India, 1944) llegó a España en 1965. Desembarcó en Santa Cruz de Tenerife con tan solo 21 años, sin blanca y dispuesto a trabajar en un pequeño bazar que terminó herendando. Ram no fue el primer Bhavnani en llegar a la isla. Antes había estado su padre, también él se había dedicado al comercio y había viajado por Marruecos y Canarias con sus mercancías. Así, siguiendo los pasos de su progenitor, se forjó una vida. Hoy, Canarias no es solo el territorio donde tiene una docena de negocios, es también la tierra donde ha formado una familia. Es el punto de partida de sus, casi siempre, exitosas inversiones en bolsa, que pronto le valieron el sobrenombre del Warren Buffet español.

Él, más modesto, explica su escalada a partir de “la constancia, el trabajo y un poco de suerte”. Sea como fuere su buen ojo para las inversiones le llevó a compartir silla con los Albertos en el consejo de administración del Banco Zaragozano. Fue su primera experiencia en el sector bancario español. Lo siguiente fue un pelotazo: tras acumular un 14,99% de Bankinter lo vendió por 809 millones a Crédit Agricole, que este viernes se ha deshecho del 5,2%. Tras dos rotundos éxitos, llegó el inevitable paso en falso. Su entrada en Popular le terminó costando unas minusvalías de casi el 50%. No esconde que su paso por la entidad de Ángel Ron fue su mayor quebradero de cabeza. "Por supuesto que sí, pero salimos a tiempo, con la cabeza bien fría y sin tener apego".

A partir de ese momento se retiró de la primera línea de las finanzas. Pero sigue ahí. Con un patrimonio que supera los 600 millones de euros se ha convertido en un auténtico gurú financiero. Un presente que no anticipaba su pasado: “No crecí queriendo ser rico, ni empresario, ni inversor. (…) Si soy inversor en Bolsa es gracias al trabajo de siete de la mañana a once de la noche, todos o casi todos los días, desde que empecé a dedicarme a invertir en  los mercados”, cuenta Bhavnani en Los secretos para ganar dinero en la bolsa, el libro en el que explica su manera de proceder en el parqué. “Invierto como vivo”.

Una rutina marcada por la sencillez y la austeridad

Hindú, con corazón canario, vegetariano y muy religioso, hace de la austeridad su bandera. "Lo importante es vivir bien, con tranquilidad, alegría y estar contento con uno mismo. No veo la necesidad de tener grandes casas, chófer o coches de alta cilindrada”. Tiene un único lujo: “Viajo a Poona, mi hogar, todos los años".  

Esta sencillez también la aplica a sus negocios. En su despacho en Casa Kishoo lee la prensa económica cada mañana, contesta al teléfono y con un simple giro de cabeza controla el movimiento de los valores bursátiles en la pantalla de Bloomeberg. No necesita más. Por eso no entiende la abundancia en la que se ha nadado en los consejos de administración de las entidades españolas: “Los banqueros y políticos que han provocado con su gestión que el Estado tenga que recurrir en su auxilio deberían responder con su patrimonio personal. ¿Cómo pueden hacer endeudar a la entidad más de lo que ingresa? Si en tu banco hay 100 euros, ¿cómo pagas 101?”, cuestiona. "El problema está en los sueldos desorbitados con los que se está premiando a las personas que han llevado un banco a la ruina".

Bhavnani no ha sido inmune a la crisis. El descalabro inicial de las bolsas afectó bastante a sus negocios, pero supo rectificar a tiempo. "Cambiamos nuestra estrategia a la renta fija. En este sentido, hemos confiado fundamentalmente en España, lo que ha dado excelentes resultados". Tal es su buena mano para las inversiones que, aunque ha sufrido algún descalabro, nunca ha perdido en el balance anual de un ejercicio. La receta: "Mucha cautela y siempre guardar lo cosechado para tiempos malos. También, como no, suerte, y mucha confianza en lo que hacemos".

El tiempo que no pasa pendiente de sus inversiones lo dedica a atender su bazar. Acumula millones en Bankia, Popular, Bankinter… pero atiende con el mismo cuidado a su clientela diaria. Entre productos de hogar, telas y electrónica se mueve con soltura. Ha vivido en la cultura del trabajo y mantiene la vitalidad pese a sus casi setenta años. De momento la edad no le impide practicar uno de sus deportes favoritos: caminar y caminar.

Canarias, su tercera patria

Nació en India, creció en Hong Kong y se hizo un hombre en España. Ahora intenta que sus cuatro hijos (con nacionalidad española) mantengan las tradiciones, aunque todos sienten Tenerife como su hogar. Su amor por las Islas le ha llevado a dar un paso al frente y ha ofrecido al Gobierno canario la compra de alguno de sus inmuebles, lo que permitiría ingresar dinero en las arcas públicas y destinarlo al desarrollo de la Comunidad. “Yo los alquilaría y, con el tiempo, se los revendería al mismo precio. Ahora nuestros asesores están negociando pero podría destinar entre 40 ó 50 millones”.

Ram Bhavnani (India, 1944) llegó a España en 1965. Desembarcó en Santa Cruz de Tenerife con tan solo 21 años, sin blanca y dispuesto a trabajar en un pequeño bazar que terminó herendando. Ram no fue el primer Bhavnani en llegar a la isla. Antes había estado su padre, también él se había dedicado al comercio y había viajado por Marruecos y Canarias con sus mercancías. Así, siguiendo los pasos de su progenitor, se forjó una vida. Hoy, Canarias no es solo el territorio donde tiene una docena de negocios, es también la tierra donde ha formado una familia. Es el punto de partida de sus, casi siempre, exitosas inversiones en bolsa, que pronto le valieron el sobrenombre del Warren Buffet español.