Singles: así viven (y ligan) los solteros de mediana edad
Mientras se acicala para salir, Álvaro cuenta: “Hemos quedado para tomar unas cañas, después tenemos un buen plan para solteros”. Ha elegido su camisa preferida, y
Mientras se acicala para salir, Álvaro cuenta: “Hemos quedado para tomar unas cañas, después tenemos un buen plan para solteros”. Ha elegido su camisa preferida, y los vaqueros con los que se encuentra más cómodo. Se perfuma y viste su cazadora. Este ingeniero de 46 años vive deseoso las veladas de juerga. Asegura que está muy a gusto siendo soltero, y disfruta tomando copas el sábado noche. Peina algunas canas, tiene aires de seductor y parece conservar la misma energía de un veinteañero.
Hay quien busca pareja, y quien no. Cuenta Álvaro que un amigo suyo se casó hace poco tiempo y repite en ocasiones con mofa de sí mismo: “Me precipité, los cincuenta aún es temprano”. Coral Herrera, bloguera de El Rincón de Haika y autora entre otros trabajos de La construcción sociocultural del amor romántico, considera que estamos inmersos en la contradicción entre libertad y afecto. “Las estructuras de nuestros abuelos y padres no nos sirven, estamos probando otras formas de relacionarnos, más flexibles, más cambiantes”.Estamos inmersos en la contradicción entre libertad y afecto
Las relaciones que Álvaro ha tenido desde hace tiempo han sido esporádicas y, en su mayoría, han surgido en la noche. Prefiere no comprometerse y “seguir yendo de flor en flor”, reconoce. Cuando se empieza a agobiar con una relación suele tomar distancia, “hasta que se acaba”. Al ser las salidas nocturnas su fuente de entretenimiento, a menudo se queda solo cuando sus dos íntimos colegas tienen otro plan. “Raramente mis amigos casados pueden salir por la noche”, lamenta. Admite que en esa circunstancia es difícil sentirse a gusto.
Un fenómeno en auge
Inevitablemente, la soltería se relaciona con la soledad; quizá por su origen solitarius es lógico pensar que la una camina junto a la otra. Pero la raíz latina pertenece al pasado. Hoy es el inglés el idioma predominante, y a las personas sin pareja suena bien llamarlas singles. Según el último Censo del INE publicado en 2001 había en España en torno a dos millones y medio de singles entre los 30 y los 50 años. ¿Significa esto que toda esa gente no encuentra compañía? Rosa desde luego que no. Esta single de 40 años acostumbra a vivir con entusiasmo, también gracias al baile que practica de miércoles a domingo con su grupo de salsa. “Lo hago sin ningún compromiso, me divierte y me alegra la vida”. Comenta que no le hace falta un compañero sentimental: “Encuentro muchos con los que comparto canción”. Su noviazgo pasado la desencantó. Se fue con su pareja a vivir y pronto se hartó de la rutina diaria.En el momento en que una persona pasa a obsesionarse con encontrar compañero sentimental se incentiva su insatisfacción
Rosa se alejó de sus amistades al principio de su relación, pero cuando la vida conyugal se convirtió en un tormento decidió acercarse de nuevo a su gente. Para Coral Herrera “hay parejas que se pasan la vida tratándose mal y por eso es mejor estar solo que mal acompañado". Después de romper existe un gran vacío pero luego “esa soledad puede disfrutarse cuando uno vive rodeado de afecto”.
Toda experiencia superada sirve para enfrentarse a la vida sin acompañante. Encontrarse solo puede suponer motivo de amargura, incluso de angustia, si nos dejamos arrastrar por los cuentos de hadas, según los cuales debemos encontrar el amor de nuestras vidas. Tal visión romántica propia de las películas con final feliz presenta la soltería como algo que provoca lástima y de lo que cualquiera debe escapar.
Nuevos modelos de paternidad
Querer dejar de ser soltero no resulta saludable. En el momento en que una persona pasa a obsesionarse con encontrar compañero sentimental se incentiva su insatisfacción. “La vida no puede reducirse al objetivo esencial de encontrar pareja: esa es la clave de la infelicidad que tortura a muchos solteros y solteras”. Además, otro problema que ve Herrera es que tenemos unas expectativas demasiado altas con respecto a la pareja. “La mayor parte de nosotros idealizamos un modelo armónico y nos sentimos frustrados si no lo conseguimos”.Cada vez más mujeres solteras que se acercan a los 40 años deciden tener hijos sin compañero antes de que se merme su potencial reproductivo
Las personas solteras que buscan tener descendencia tienen un verdadero dilema: encontrar compañero o atreverse a criar niños solas. Cada vez más mujeres solteras que se acercan a los 40 años deciden tener hijos sin compañero antes de que se merme su potencial reproductivo. Como observa Herrera, otras personas sin la responsabilidad de cuidar pequeños dedican su tiempo a “sus hobbies favoritos, a viajar o aprender cosas nuevas”. Así se distingue la felicidad de vivir como uno elige, aunque a menudo sea arrastrando una etiqueta ―la de solterón―, que es sobre todo social.
Cansada de escuchar en su entorno familiar “a ver cuándo te echas novio”, Arantxa tomó la iniciativa y puso en marcha la idea de organizar encuentros entre solteros y solteras orgullosos de su condición. Reúne a una veintena de personas de entre los 40 y 50 años para cenar en un restaurante italiano. En las copas quedan aún los posos del vino. Se aprecia la confianza entre los comensales, efecto de fiestas pasadas. Uno de los presentes se casó hace meses, pero sigue yendo a los encuentros de singles. “Desde entonces vengo con calzoncillos, pero, aquí, la regla es que los solteros lleven tanga”, dice el casado provocando la risa en toda la mesa. Añade otra: “Aquí no tenemos complejos, venimos a divertirnos”.
La soledad, un temor compartido por singles y casados
Al aproximarse a una edad mayor las personas suelen proyectarse en el futuro. Manuel lleva 10 años sin una relación de pareja y ya calmó entonces su incertidumbre. Desde su divorcio, no se imagina viviendo con una compañera. Le prejubilaron en el banco en que trabajaba y hoy vive contento organizando marchas con grupos de senderismo. No entiende cómo pasó tanto tiempo frente a un ordenador calculando pagos. Ahora, como mínimo, dos días a la semana sale de ruta. Argumenta que trata de aprender de la naturaleza, y rodeado de amigos goza de los paisajes que contemplan. “He descubierto en la montaña mi verdadera pasión, de momento ella es mi única señora”.Aquí la regla es que los solteros lleven tanga
La soltería no debería ser una situación por la que prejuzgar a una persona, pero en cierto modo así suele ocurrir. Hoy la tendencia hacia una sociedad más fragmentada aumenta el fenómeno single. Este estado se irá alternando o implantando en el tiempo de vida de las personas, los más activos descubrirán distracciones, y con ellas la satisfacción, según proyectan los investigadores. Y es que, al fin y al cabo, quienes deciden disfrutar de su tiempo libre sin obsesionarse con su condición, pues llegan a verse en buena compañía, no esconden su alegría. Así, la normalización de su estado civil asociada a la práctica de aficiones se convierte en toda una forma de vida. Siendo soltero, el reto se sitúa en divertirse con los demás y no en entristecerse con deseos de fábula.
Vivir en pareja tampoco significa que se deba tener un recreo, defienden los teóricos especializados en psicología familiar. Más que compartir sábanas, lo que une es compartir sueños. Muchas personas se arrepienten por no haber hecho algunas cosas que hubiesen hecho sin pareja. Pensar de tal manera puede frustrar, incluso apenar. Ese nunca será el problema de los singles. Acostumbrados a escoger según apetezca, los solteros orgullosos de serlo hallarán sosiego con buen ánimo.
Las cosas se deben dar con naturalidad y, luego, si el amor surge de ese modo, la relación funcionará, insisten los especialistas. Pero paradójicamente aspirar a una media naranja resulta ser el inicio del sentimiento de soledad. En cambio, compartir el tiempo y, sobre todo los hobbies, produce mucho más disfrute. Bailar, viajar, marchar, charlar y reír es el fruto de nuestro contento, sobre todo cuando se hace apasionadamente. Se esté casado o soltero, los expertos en inteligencia emocional recomiendan mantener las relaciones sociales y gozar del tiempo con otros. En caso de ser single, el reto es continuar disfrutando de esta situación.
Mientras se acicala para salir, Álvaro cuenta: “Hemos quedado para tomar unas cañas, después tenemos un buen plan para solteros”. Ha elegido su camisa preferida, y los vaqueros con los que se encuentra más cómodo. Se perfuma y viste su cazadora. Este ingeniero de 46 años vive deseoso las veladas de juerga. Asegura que está muy a gusto siendo soltero, y disfruta tomando copas el sábado noche. Peina algunas canas, tiene aires de seductor y parece conservar la misma energía de un veinteañero.