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"No podemos articular políticas de crecimiento sin cambiar el sistema"
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'LO QUE ESPAÑA NECESITA', DE A. GARZÓN Y V. NAVARRO

"No podemos articular políticas de crecimiento sin cambiar el sistema"

“Para recuperar el Estado de Bienestar se requiere crecimiento económico, lo que conlleva un cambio del modelo productivo. Somos conscientes de que este proceso será lento

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"No podemos articular políticas de crecimiento sin cambiar el sistema"

“Para recuperar el Estado de Bienestar se requiere crecimiento económico, lo que conlleva un cambio del modelo productivo. Somos conscientes de que este proceso será lento y complicado, por lo que primero se debe crear un ‘escudo social de transición’ que proteja a los desempleados y a las personas más desfavorecidas por la actual situación económica”. Esta es la primera medida “de urgencia” que propone el economista y diputado por IU en el Congreso, Alberto Garzón, coautor de Lo que España necesita. Una réplica con propuestas alternativas a la política de recortes del PP (Deusto) junto a los también economistas Vicenç Navarro y Juan Torres. Un nuevo libro colaborativo con el que estas tres plumas, pertenecientes a tres generaciones distintas, pretenden alejar el "dogma de la política neoliberal" dejando constancia de que “sí hay alternativas a la política económica del PP”, como explica el parlamentario a El Confidencial.

No es este el caso en el que el análisis político se reduce a la crítica descriptiva, sino que ofrece propuestas a corto y largo plazo, desde medidas inmediatas de redistribución de la renta para “evitar el daño de los que están sufriendo por la crisis” hasta medidas de control financiero para “no ser devorados por los mercados”. Unos planteamientos factibles desde el punto de vista técnico, pero no tanto desde el político, según advierte el también politólogo Vicenç Navarro: “Hemos perdido la soberanía política y económica convirtiéndonos en una colonia de Alemania, pues es el Gobierno de Angela Merkel quien determina el curso político y establece una supervisión financiera y fiscal de España”.

Resistencias institucionales

La falta de capacidad para la intervención política reside, según estos economistas defensores del gasto en inversión pública, en el propio marco de la globalización y en los cimientos de la UE, más concretamente. Para Garzón, la Comisión Europea actúa como un “Gobierno en la sombra, lo que no tiene mucha legitimidad, donde no es posible aplicar ninguna otra política que no sea únicamente liberal, ni siquiera los eurobonos. La UE se construyó bajo esta base y nunca se pensó en articular medidas sociales. No hay espacio para el reformismo, por lo que no podemos implantar políticas verdaderas sin cambiar de raíz este sistema”. Navarro señala a la banca alemana como el principal centro de decisiones, pues “es el elemento central de la troika, que forman el BCE, la Comisión Europea y el FMI”. Unas instituciones regidas por “el dogmatismo del pensamiento neoliberal”, añade el catedrático, que “son impermeables a los datos” (como ya intentó reflejar con estadísticas comparativas del desarrollo de los países europeos en El subdesarrollo social en España: causas y consecuencias).Hemos perdido la soberanía política y económica

El empecinamiento en la austeridad y el “diseño erróneo de la UE, que promueve desequilibrios comerciales de todo tipo favoreciendo económicamente a Alemania, como se refleja en su superávit” son las causas, según Garzón, de que no se pueda salir adelante y de que la situación económica haya empeorado tan deprisa. Es precisamente la velocidad a la que se están empobreciendo los países de la “periferia europea” lo que provocará una cierta flexibilidad del Gobierno alemán: “Los países centroeuropeos irán dando su brazo a torcer porque tampoco les interesa la implosión de la UE, en la que obtienen tantos beneficios”, apunta el joven parlamentario. “Si bien de momento sólo se va a conseguir que se imponga algo de sensatez, desgraciadamente, con amenazas como las de Mario Monti”, añade.

Este “vacío de poder institucional” es lo que crea el euroescepticismo, dice Garzón, que ya está teniendo cierto reflejo en el Parlamento español “donde se toman decisiones a base de decretos y sólo se da información en ruedas de prensa”.

De la austeridad al crecimiento

Para Navarro, los Estados todavía cuentan con cierto margen de maniobra para dar respuestas a la crisis desde dentro e implementar políticas de crecimiento. “En lugar de privatizar las televisiones autonómicas para ahorrarse 1.500 millones de euros, se puede eliminar la reducción del impuesto de sucesión, con lo que se conseguiría esta misma cantidad de dinero. Para llevar a cabo políticas de crecimiento económico también es necesario contar con una banca pública o, incluso, con varias bancas públicas autonómicas”. La calle tiene más capacidad de presión política que los partidos

A pesar de las trabas para la acción política descritas por esta tríade de economistas no deja de sorprender la crítica al sistema de partidos que Garzón realiza desde su escaño parlamentario: “Los partidos han vivido en una burbuja institucional con un funcionamiento dependiente de la dinámica del Congreso por lo que han perdido poder para hacer frente a la banca y a las grandes empresas”. Frente a ello, propone incrementar la conexión con los movimientos sociales porque “la calle tiene capacidad de presión para cambiar la actual cultura política. Por ejemplo, Roosevelt aceptó el New Deal con la condición de que los sindicatos lo exigiesen en la calle porque el poder económico nunca aceptaría estas medidas si no es por presión de la sociedad”.

La vía de la movilización social sería en estos momentos la única válida, o al menos “la más efectiva”, para poner el foco en el crecimiento y resucitar el Estado de Bienestar, según la óptica defendida por Garzón. Además de blindar los servicios sociales y revertir las privatizaciones, mediante mecanismos de nacionalización o “la simple expropiación”, este economista propugna porque se destine a los salarios un mayor margen de los beneficios empresariales y se reparta el trabajo mediante reducciones de jornada para fomentar así el consumo interno.

Las políticas de crecimiento anunciadas por el francés François Hollande “van en el buen camino”, según Navarro, aunque cree que se quedan a medias mientras “no se cuestione el pacto de mantener el déficit por debajo del 3% porque inevitablemente implica recortes”.

Reestructuración de la deuda

Esta demanda interior se debería combinar, según Garzón, con las exportaciones, pero “primero España debe encontrar su lugar en el mundo para ser competitivo después de vivir en la burbuja inmobiliaria”. Para ello propone fomentar el sector de las energías renovables y potenciar otros, como el agrícola, “pero cambiando el actual sesgo tecnológico e invirtiendo en I+D+i”. De lo que no es partidario es de “depender exclusivamente de la economía exterior, como sucede en el sector turístico”.El vacío de poder institucional en la UE es lo que crea el euroescepticismo

La presión de la calle, continúa el autor de Lo que España necesita, también debe ser clave para plantear “la necesidad de reestructurar la deuda y establecer qué parte es ilegítima”. Un concepto, el de ‘deuda ilegítima’, que ni siquiera ha planteado la formación en la que milita políticamente este parlamentario, aunque sí la corriente interna del Partido Comunista. “Una gran parte de la deuda es excesiva, como puede ser la financiada por el BCE al 1% para pagarla a más del 6%. Además, un país que acumula deuda no tendrá capacidad de pago, por lo que es importante reducir la carga financiera, una cuestión que los acreedores no entienden a nivel individual, pero que a nivel colectivo es básica”.

Para Garzón la cuestión de la deuda debería ser abordada de forma conjunta entre los países que comparten desequilibrios en su estructura productiva así como un déficit abultado y deuda pública como consecuencia de la crisis. “Lo ideal sería articular una alianza entre los países periféricos, al estilo del ALBA en América Latina”, añade el economista, que se mira al espejo de la coalición griega de izquierdas, Syriza, después de que éstos lanzasen el guante al resto de formaciones políticas de la izquierda europea para promover una auditoría conjunta de la deuda.

“Para recuperar el Estado de Bienestar se requiere crecimiento económico, lo que conlleva un cambio del modelo productivo. Somos conscientes de que este proceso será lento y complicado, por lo que primero se debe crear un ‘escudo social de transición’ que proteja a los desempleados y a las personas más desfavorecidas por la actual situación económica”. Esta es la primera medida “de urgencia” que propone el economista y diputado por IU en el Congreso, Alberto Garzón, coautor de Lo que España necesita. Una réplica con propuestas alternativas a la política de recortes del PP (Deusto) junto a los también economistas Vicenç Navarro y Juan Torres. Un nuevo libro colaborativo con el que estas tres plumas, pertenecientes a tres generaciones distintas, pretenden alejar el "dogma de la política neoliberal" dejando constancia de que “sí hay alternativas a la política económica del PP”, como explica el parlamentario a El Confidencial.