La mujeres serán madres a cualquier edad gracias a un trasplante de ovario

Los doctores lo tienen claro, la técnica de congelado ultrarrápido del tejido ovárico ha mejorado hasta tal punto que podría tener el mismo índice de éxito que los trasplantes con tejido fresco. Y esto no es baladí. Mediante este procedimiento se podrían congelar fragmentos del ovario, almacenarlos durante décadas, y remplazarlos más adelante, burlando así la menopausia y devolviendo la fertilidad a mujeres que, hasta ahora, no podían tener hijos. Las mujeres ya sólo dependerán de su habilidad física para sobrellevar el parto, pero biológicamente sería posible tener hijos con cualquier edad.

Es la conclusión a la que ha llegado el doctor Sherman Silber, director del Centro de Infertilidad de St.Louis (Missouri, EE.UU.), que ha compartido sus investigaciones en la 25 conferencia anual de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología, que se celebró el lunes en Amsterdam. En su comparecencia el doctor afirmó que “estamos sufriendo una epidemia de infertilidad masiva y global causada por la nueva estructura de nuestra sociedad en la que las mujeres deciden no tener hijos hasta que son mayores. Esto hace que muchas de ellas no sean fértiles cuando deciden finalmente tener hijos, dado el envejecimiento de sus óvulos y ovarios”.

El nuevo procedimiento se podría utilizar también para preservar la fertilidad de mujeres jóvenes con cáncer“Este nuevo procedimiento”, explicó Silber, “es la solución a este dilema social, permitiendo que las mujeres tengan hijos cuando son mayores, preservando sus ovarios cuando son jóvenes para trasplantarlos después cuando sea necesario. Además, el nuevo procedimiento se podría utilizar para preservar la fertilidad de mujeres jóvenes con cáncer que superan el mismo pero se vuelven estériles debido al tratamiento sin este tipo de intervención”.

La vitrificación es efectiva en el 88,9% de los casos

Según la investigación llevada a cabo por el equipo del doctor Silber, la congelación del tejido ovárico mediante el método de la vitrificación, que evita la formación de hielo, hace que la viabilidad de los óvulos sea prácticamente idéntica a la de los trasplantes al natural. El equipo verificó la viabilidad de éstos mediante una prueba estándar que determinó la correcta preservación de los ovocitos –las células precursoras de los óvulos–, al natural y congelados mediante dos métodos, la vitrificación y la técnica clásica. El estudio observó los ovocitos extraídos de 15 mujeres jóvenes que estaban sometiéndose a un tratamiento de cáncer. “Vimos que el 91,9% de los ovocitos al natural eran viables para el trasplante comparados con un 88,9% de los vitrificados. Sin embargo, la congelación estándar sólo tuvo un 56% de viabilidad”, explica el doctor Silber.

El injerto cortical es mucho más fácil de realizar que el delicado proceso microvascularEl trasplante del tejido ovárico logró que todas las mujeres tuvieran un ciclo menstrual normal cuatro o cinco meses después de la operación. En cinco de los doce casos la función ovárica continuaba funcionando durante los cinco años en los que se realizó el seguimiento. No se halló ninguna diferencia en términos de embarazo y ciclo menstrual entre los trasplantes al natural o con tejidos congelados. 

Los científicos usaron la técnica de injerto cortical, mediante la que sólo se trasplantan láminas muy finas de tejido. Esta técnica es mucho más fácil de realizar que el delicado proceso microvascular, que se usa con la intención de evitar pérdidas de óvulos y alargar la duración de la función ovárica del injerto, y que requiere una operación mucho más complicada que no se puede llevar a cabo en la mayoría de centros de reproducción asistida.

“Creíamos que el trasplante microvascular nos daría una mayor duración de la función ovárica”, explica el doctor Silber, “pero nuestra nueva investigación ha probado que estábamos equivocados. Esto no son sólo buenas noticias para los cirujanos, también para los pacientes que podrán afrontar un procedimiento más simple con resultados igual de satisfactorios”. De las ocho mujeres que fueron operadas mediante la técnica del injerto cortical, seis lograron quedarse embarazadas de forma natural, y tuvieron siete hijos sanos.