Solidaridad cero: ¿es esta la sociedad que nos espera?

Todos hemos tenido que pedir ayuda o que socorrer a alguien en algún momento de nuestras vidas. El sentido común nos dice que si alguien está en problemas debemos ayudarle. Sin embargo, en multitud de ocasiones la gente decide hacer como si no hubiese pasado nada, dejando desamparada a la persona que nos solicita ayuda.

Este ha sido el caso de una de las imágenes más despiadadas que hemos podido ver en los medios de comunicación en los últimos días. Una niña china de dos años, Yueyue, fue doblemente atropellada en la ciudad de Foshan, al sur del país, sin que ninguno de los 18 viandantes que pasaron por su lado hiciese nada para evitarlo y sin que se preocupasen por socorrerla después.

Yueyue, que ha muerto este viernes tras varios días en coma profundo, sufrió graves lesiones en el cerebro, la pelvis y las piernas.

Sólo una mujer, Chen Xianme, se acercó a la menor, que yacía en un charco de sangre, y la recogió para dejarla a un lado de la calzada. “Vi a la niña, pregunté a todos y nadie dijo que fuera su hija”, aseguró la mujer a la prensa local. Esta “buena samaritana” ha sido premiada con 3.100 dólares por su actuación y ha manifestado que dará parte del dinero a la familia de la niña, que ha recibido ya más de 30.600 euros en donaciones.

A pesar de su actuación, la heroína china ha tenido que abandonar su domicilio por el revuelo mediático producido, ya que los medios de comunicación y las autoridades no han parado de acudir a su casa, y por la reacción de sus vecinos. Esta mujer ha sufrido los comentarios y las especulaciones de la gente que asegura que sólo salvó a la menor para conseguir "fama y dinero". "Esa no era realmente mi intención y estoy bastante asustada de lo que la gente está diciendo, no me atrevo a ver la televisión", explica Chen Xianme, que afirma entre lágrimas en los ojos que "sólo salvó a una niña" sin intenciones ocultas.

Esto ha generado una enorme polémica en la sociedad china y las llamadas a que la gente sea más solidaria ante las desgracias ajenas han inundado la opinión pública. Incluso internautas del servicio de microblogs más popular de China, Sina Weibo, están realizando una campaña llamada “¡Paremos la indiferencia!”.

La prensa china también ha emprendido su carrera para localizar a casi todos los peatones que no socorrieron a la cría, pero sólo uno ha pedido perdón. También los internautas han emprendido su propia "caza y captura" de algunos de estos peatones. Cuando descubrieron que uno de ellos tenía una tienda online en una conocida web, llenaron ésta de insultos y ataques.

Isabel García, socióloga e investigadora del Instituto de Estudios Sociales Avanzados, explica que las sociedades actuales “no son malas” respecto a las anteriores y considera que la china se encuentra en un proceso de transición, por lo que sus habitantes “se están adaptando a nuevas pautas sociales”.

García cree que es una “casualidad” que todos los viandantes que pasaron por el lugar de los atropellos fuesen gente “insensible”. Esta investigadora argumenta que una de las grandes diferencias con otras sociedades como la española es que en el país asiático no existe una legislación en la que se incluya el deber de socorro y afirma que “las normas ayudan a sociabilizar a la gente”, poniendo como ejemplo la Ley de Violencia de Género española, a partir de la que los ciudadanos han situado la actitud del maltratador como deleznable.

 “Casi no existe Estado del Bienestar en el país. La salud es privada y no es la primera vez que alguien socorre a otra persona y luego tiene que cargar con el pago de la asistencia sanitaria. Incluso hay sentencias que condenan a realizar el pago hospitalario de la gente a la que ha ayudado”, asegura esta socióloga.

Respecto al asunto normativo, la provincia china donde ocurrieron los hechos ya estudia la posibilidad de promulgar una ley que obligue a los ciudadanos a prestar auxilio.

Por otra parte, Isabel García alude a que en China “las mujeres tienen un valor de segunda” y a que “al ser un estado autoritario, se delegan las responsabilidades en las autoridades”.

Sin embargo, García comenta que, aunque no hay estadísticas oficiales, parece que los casos de omisión de socorro no se han incrementado estos años. Tampoco considera que sea un hecho específico de la sociedad china, ya que en España también se han producido atropellos o agresiones en los que no se ha ayudado a la víctima.

Factores que determinan que ayudemos a alguien

Guillermo Fouce, psicólogo social, también cree que estos casos no son nuevos y explica una serie de factores que determinan la recepción de ayuda, a partir de “estudios de altruismo o del Buen Samaritano”.

“Es un fenómeno común el derivar las responsabilidades en otros. A menor número de personas alrededor de la víctima será más fácil que le prestemos ayuda porque no nos podemos escapar”, comenta este psicólogo social y explica que “a raíz de estos hechos será más fácil que la gente socorra a desconocidos”.

Fouce también alude a que cuanto más nos identifiquemos con el herido, más probabilidades habrá de que le ayudemos. Si, por ejemplo, la persona viste de forma parecida a nosotros, habrá más posibilidades de que la atendamos.

Si la víctima es un niño y nosotros tenemos familiares de esa edad, también tenderemos a auxiliarla. Si tenemos experiencia en asistir a alguien o si entendemos la situación como lógica, también será más fácil que prestemos nuestra ayuda.

Otro factor a tener en cuenta es el tipo de sociedad en el que vivimos. ¿Sufrirá la  sociedad del siglo XXI esta falta de altruismo como una plaga que puede extenderse desde las sociedades más individualistas a las más colectivistas? ¿está España exenta de esta lacra?

Según Guillermo Fouce, sociedades más colectivistas como la japonesa facilitarán el socorro. Otras más individualistas, como la norteamericana, tenderán a tardar más en prestar auxilio. “Al final se prestará ayuda. Lo que cambia es el tiempo a la hora de prestarla”, afirma este psicólogo social, que alude a que la sociedad española estaría en un término medio.

Estos sucesos chocan con la solidaridad económica en la que países como España son líderes. Sin embargo, Fouce asegura que no tiene nada que ver ya que una cosa es que seamos muy solidarios en ayudas planificadas y otra cosa es el auxilio espontáneo en un momento concreto.

La socióloga Isabel García sí asegura que las culturas mediterráneas tienden a ser más altruistas por el apego a valores comunitarios, a la familia o a la alimentación.